Un presupuesto es una herramienta muy valiosa para destinar nuestro dinero a lo que más nos interesa, y evitar que se nos escape en cosas no prioritarias.   Una de las prácticas más efectivas para manejar adecuadamente un crédito es hacer un presupuesto. A algunas personas les parece lejana esta palabra, pues consideran que es algo sólo para gobiernos o empresas. Otros consideran que un presupuesto es sólo un instrumento para limitar el gasto. En realidad, un presupuesto es una herramienta muy valiosa para asegurar que nuestro dinero se destine a lo que más nos interesa y evitar que, sin darnos cuenta, se nos escape en cosas no prioritarias o en gastos hormiga. Cuando estamos pagando un crédito es muy importante mantener el control de nuestros gastos, pues si tenemos descuidos o hacemos compras impulsivas podemos perder el equilibrio y tener problemas para pagar. Tener retrasos puede tener consecuencias como la suspensión de un servicio o establecer antecedentes negativos de pago en tu historial crediticio. Otra cosa que puede suceder si no pagamos a tiempo es que se asignen comisiones o intereses adicionales debido al retraso. Desde luego, esto aumenta la cantidad total que tendrás que cubrir por el crédito, haciéndolo más caro y desequilibrando tus finanzas. Por eso, para evitar que esto te pase, es importante que hagas un presupuesto detallado en el que incluyas tus ingresos y todos los gastos que tendrás que cubrir cada mes. Para elaborar tu presupuesto considera tus ingresos mensuales. Es conveniente enfocarte en los ingresos fijos, es decir, aquellos que recibes sin cambios cada mes. Puede ser que un mes obtengas una cantidad adicional o que próximamente estés esperando recibir un ingreso extra; lo ideal es no contemplarlos en tu presupuesto hasta que efectivamente los recibas. El siguiente paso es considerar los gastos que tendrás que cubrir cada mes, comenzando por el pago de tus créditos. Para ver un resumen y el estado que guardan tus créditos pide tu Reporte de Crédito; es gratis una vez cada 12 meses. Recuerda que la recomendación es que el pago mensual de tus adeudos no consuma, de preferencia, más del 30% de tus ingresos mensuales. A continuación incluye los gastos que tendrás que realizar avanzando a partir de los que son prioritarios (renta, alimentos, gastos escolares, seguros, etcétera). Lo ideal es que en tu presupuesto incluyas destinar una cantidad mensual para el ahorro y para la inversión. De este modo contarás con una reserva a la mano ante un imprevisto y contarás con recursos para poder decidir si el bien que te interesa es más conveniente obtenerlo mediante el crédito o con tus ahorros. La inversión te servirá para tener recursos a futuro. Dentro de tu presupuesto considera también hacer un fondo de emergencia que cubra por lo menos dos meses de tu sueldo, y no olvides incluir la compra de seguros como: seguro de gastos médicos mayores, seguro de casa habitación y el seguro de automóvil. Si ves que tu dinero no te va a alcanzar es necesario reorientar tus prioridades y gustos. Otro consejo es prestarle atención a los gastos hormiga; éstos los podemos recortar, evitar, moderar o eliminar, liberando recursos para otras cosas más importantes. Experimenta llevando una lista detallada de todo lo que compras y verás por dónde se fuga tu dinero. Si te mantienes fiel a lo que tú mismo estableciste en tu presupuesto mantendrás siempre tus finanzas bajo control y podrás cubrir sin contratiempos el pago mensual de tus créditos y otros compromisos. Recuerda que el presupuesto es el cimiento que sostendrá toda tu vida financiera; por ello es crucial construirlo bien.     Contacto: Twitter: @BurodeCreditoMX Facebook: Buró de Crédito México Página web: Buró de Crédito     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.