Por Jorge Pilo Las señales son positivas para América Latina. Colombia fue escogida por la revista The Economist como “el país del año”, en reconocimiento a los logros del gobierno en la erradicación de la guerrilla. Esto la coloca en una excelente situación de crecimiento económico, ya que una nación estable, con una pirámide poblacional tan joven (y grande) y con tantos años de crecimiento reprimido, es una increíble oportunidad para comenzar nuevos negocios. Cerca de ahí, Brasil, el gigante del continente, pasó por un 2016 con muchos escándalos políticos que repercutieron fuertemente en su economía. Sin embargo, con un nuevo gobierno orientado a realizar los cambios legales necesarios para dinamizar la economía y con lo peor del caso Lava Jato (operación en contra de la corrupción) ya en el pasado, es probable que los fondos que salieron entre 2014 y 2016 vuelvan a mirar con buenos ojos a este enorme mercado. Argentina es una de las grandes incógnitas de la región. El nuevo gobierno llegó al poder con altas expectativas de apertura y liberalización en 2016, pero, hasta ahora, no ha traído los resultados esperados, a pesar de que hubo algunas inversiones en el país, como IguanaFix. Sin embargo, si las promesas se cumplen, este año podría ocurrir el regreso de Argentina al mercado de inversión, lo que abriría la puerta a nuevas aventuras. Perú continúa siendo uno de los grandes mercados potenciales para este año. A pesar de ser generalmente olvidado en las discusiones de emprendimiento en la región, cuenta con un crecimiento positivo del PIB año tras año desde 1998, un marco legal pro-innovación y una población joven y con cada vez más dinero en el bolsillo para gastar. Su ciudad capital, Lima, promete continuar convirtiéndose en un foco de crecimiento. Al final está México, que se encuentra en una posición complicada. Vinculado fuertemente a la economía de Estados Unidos, que lo mira con ojos nada amigables, hemos visto al peso mexicano perder mucho valor en los últimos meses. No obstante, el país es uno de los mayores mercados de la región y con una economía interna lo suficientemente grande como para sostener emprendimientos locales de pequeño y mediano porte. Empero, para poder alcanzar el nivel de inversión que se requiere para crear un jugador regional necesitaremos más visibilidad respecto a cómo responderá la economía mexicana a la nueva administración de la Casa Blanca. En este panorama regional existen algunas llaves que un emprendedor debe reconocer para aumentar sus oportunidades de éxito:
  • Construye algo a lo que las personas quieran volver. Las personas mantienen en su teléfono sólo las aplicaciones que usan con frecuencia porque les agregan valor una y otra vez. Si quieres aprovechar el valor de la recurrencia, asegúrate de que tu producto o servicio sea utilizado al menos una vez por semana para poder crear hábito y mantener ese preciado espacio en la pantalla de tu usuario.
  • Vuélvete un profeta en tu tierra. Las grandes empresas necesitan tener productos que funcionen en todos sus mercados, lo cual las obliga a olvidar algunas particularidades de los mismos. Esto es una gran oportunidad para quien está comenzando, ya que puede enfocarse en resolver el problema específico de su usuario atendiendo sus singularidades.
  • Domina, no importa el tamaño, pero domina. Para ganar, no es necesario tener un mercado enorme; al comienzo, lo mejor que se puede hacer es dominar un mercado específico, sin dar demasiado crédito a su tamaño; puede ser una división regional (un barrio), un segmento de la población (mujeres de clase media de 15 a 20 años), comercial (los usuarios de Apple TV) o cualquier otro.
  • Consigue los mejores talentos que puedas encontrar. Existe una gran cantidad de talento en América Latina, ansioso de ayudar a construir algo nuevo, pero el reducido mercado de emprendimiento los obliga a seguir carreras más tradicionales. Una idea interesante y mucha pasión son una gran receta para atraer grandes profesionales que están buscando algo más emocionante en sus vidas.
El momento para emprender nunca es perfecto y América Latina tiene una serie de dificultades que no existen en mercados más desarrollados, pero 2017 puede ser el año que veamos nuestro primer unicornio. Sólo emprendiendo llegaremos ahí: ¡Carpe Diem! Jorge Pilo es CEO de global de Easy.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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