- Como ha sostenido siempre el gobierno de México, nuestro país no pagará, de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, un muro o barrera física que se construya en territorio estadounidense a lo largo de la frontera con México. Esta determinación no es parte de una estrategia negociadora mexicana, sino un principio de soberanía y dignidad nacional.
- Respecto a la violencia generada en México por el tráfico ilícito de drogas, armas y dinero entre nuestros países, reiteramos que es un problema compartido que sólo terminará si se tratan sus causas de raíz: la alta demanda de drogas en Estados Unidos y la oferta desde México (y otros países). Las organizaciones criminales internacionales han causado la muerte de miles de mexicanos, incluyendo miembros de las Fuerzas Armadas y policías, y de miles de estadounidenses. Sólo con base en los principios de responsabilidad compartida, trabajo en equipo y confianza mutua podremos superar este reto.
- La posición de México en la mesa de renegociación del Tratado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) continuará siendo seria y constructiva, siempre poniendo el interés nacional por delante y buscando un resultado en el que los tres países norteamericanos ganen.
- México no negociará el TLCAN, ni ningún otro aspecto de la relación bilateral, por medio de las redes sociales o los medios de comunicación.
El sacrificio de quien al final fue el ganador
Dos años, dos meses, doce días y una presidencia de Estados Unidos después, descubrimos los principios de soberanía y dignidad nacional.
El pasado domingo, en medio de la catástrofe que estaba comenzando a vivir Texas, Donald Trump se dio el tiempo de twittear a las 7:44 y 7:51 de la mañana los siguientes mensajes: ‘With Mexico being one of the highest crime Nations in the world, we must have THE WALL. Mexico will pay for it through reimbursement/other’ (Con México, siendo una de las naciones con el nivel más alto de criminalidad, tenemos que tener EL MURO. Mexico pagará por el vía reembolso/otros); y: ‘We are in the NAFTA (worst trade deal ever made) renegotiation process with Mexico & Canada.Both being very difficult, may have to terminate?’ (Estamos en el proceso de renegociación del TLCAN (el peor tratado jamás realizado) con México y Canadá. Ambos están siendo difíciles, tendremos que darlo por terminado?). Ambos tuits los envió entre dos mensajes concernientes a la catástrofe de Texas, a las 7:25 y las 8:31.
A las 14:14 del mismo domingo 27 de agosto la Secretaria de Relaciones Exteriores emitió, por la misma vía, Twitter, un comunicado en español -la versión en inglés la enviaría hasta las 16:41- que por fin manifestaba en un lenguaje firme y con carácter el rechazo a las manifestaciones de Trump. Un lenguaje que todo México estaba esperando se aplicara a la vulgar y mentirosa forma como Trump se ha referido a México utilizándolo como ‘gag’ político, centrando la atención victimista del pueblo norteamericano en México, convirtiéndolo así en la amenaza necesaria para la dialéctica populista que desarrolló a lo largo de la campaña, y que sigue utilizando desde la presidencia. Argumento utilizado desde el mismo momento en que anunció el inicio de su campaña por la presidencia, el 16 de junio de 2015 cuando dijo: “When do we beat Mexico at the border? They’re laughing at us, at our stupidity, and now they are beating us economically. They are not our friend, believe me. But they’re killing us economically. The U.S. has become a dumping ground for everybody else’s problems. When Mexico sends its people, they’re not sending their best, they’re not sending you. They’re not sending you. They’re sending people that have lots of problems, and they’re bringing those problems with us. They’re bringing drugs. They’re bringing crime. They’re rapists. And some, I assume, are good people.” (Cuándo hemos vencido a México en la frontera? Se están riendo de nosotros, de nuestra estupidez, y ahora nos están venciendo económicamente. No son nuestros amigos, no te están enviando a tí, o a tí -dirigiéndose a la concurrencia, mayoritaria, si no es que únicamente blanca-. Están enviando gente con muchos problemas, y están trayendo esos problemas con nosotros. Están trayendo drogas, están trayendo crimen. Son violadores, y algunos, supongo, son buenas personas).
Dos años, dos meses, doce días y una presidencia de Estados Unidos después, México reaccionó con un listado clarísimo y puntual: