El saxofonista mexicano que triunfó en la capital del amor

Gerry López, originario de Ciudad Juárez, Chihuahua es el primer mexicano en coronarse en el concurso “Tremplin Saint Germain Des Prés”, el evento más importante de la escena jazzística en París.
“Desde los 15 años quise ser músico”. Gerry López platica a Forbes.com.mx que la música siempre fue su principal y único destino. Para el saxofonista mexicano de 25 años, este arte representa una sola palabra: libertad.
Su primer contacto musical fue con el piano a la edad de siete años en su natal Ciudad Juárez, Chihuahua, gracias al amor que su madre tenía por la música, sin embargo sabía que más allá de las notas clásicas de esas partituras existía algo más y lo encontró en el saxofón, (su verdadera pasión).
Mismo que lo llevaría a competir con artistas de talla internacional y a coronarse como el primer mexicano en ganar la décimo tercera edición del concurso “Tremplin Saint Germain Des Prés”, el evento más importante de música jazz en París.
Sin embargo, el camino que ha tenido que recorrer no ha sido fácil. “La escena de la música ha tenido muchos cambios en los últimos años y dar a conocer tu arte con las personas y que a éstas les guste, se ha convertido en un reto, pero con un poco de corazón y otro tanto de creatividad es posible lograrlo”, asegura Gerry López.
La lista de los logros de Gerry es larga, pero eso no lo detiene a seguir sumando éxitos en su carrera.
Su primer reconocimiento fue a los nueve años en un concierto de piano, a los 15 ganó por composición, en el 2009 se llevó el premio del Concurso Nacional de Saxofón en México y para el 2010 el Concurso Panamericano de Jazz.
En Guadalajara ganó el Encuentro Internacional de Jazz organizado por Tónica. En el 2012 logró entrar al Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París (en donde recién concluyó una especialidad en composición y arreglo), en el mismo año ganó el Gran Premio del Concurso Nacional de Jazz en Francia 2012 “Jazz á la Defense”.
La música, su medicina
López asegura que la música se ha convertido en su medicina, su paz y su libertad. Supo que el saxofón era su instrumento, pues en él siente una conexión que le motiva a crear piezas musicales.
Al momento de componer, le inspiran los momentos, los lugares, las historias y las personas. El saxofonista, señala que todas sus piezas cuentan una historia y es difícil decidir cuál es su favorita, pero sin duda las que tienen un significado especial son “Point ST Louis” y “Doctor Swing”.
“Nunca me imaginé que la música me llevaría a conocer tantos lugares y personas. Ni en un millón de años me imaginé estar parado en donde estoy, lo único que yo quería era tocar. Lo que más me gusta de la música es el poder expresar cualquier tipo de sentimiento”, revela.
