“Las Relaciones Públicas son una ciencia social aplicada que (…)  influye en comportamientos y políticas, motiva a individuos o grupos a un acción específica mediante la creación, modificación o reforzamiento de opiniones y actitudes”- Harold Burson, Fundador Burson-Marsteller.   Por Adriana Valladares*   Las Relaciones Públicas se han ganado un lugar clave en el centro de la dirección corporativa. Ninguna organización, empresa, institución, marca o persona puede ignorar la importancia que tiene construir y mantener una buena reputación -interna y externa- para alcanzar sus metas. Aunque décadas atrás las Relaciones Públicas pudieron ser consideradas una actividad táctica concentrada en la relación con la prensa, cada vez más los grupos de interés exigen una comunicación amplia y transparente y por ello se está reconociendo su vocación original como líder en la interlocución con todos los públicos a través de herramientas como: *Comunicación interna *Comunicación externa corporativa *Relaciones Públicas de marca/producto *Manejo de incidentes y crisis *Relación con medios *Relación con inversionistas *Relación con la comunidad *Asuntos Públicos *Publicidad institucional La comunicación estratégica se enfoca en la actualidad en la organización como un todo y en cómo ésta es presentada y percibida por todas sus audiencias interesadas. La revolución digital no ha sólo ha contribuido a multiplicar esas audiencias sino que ha hecho más evidente que nunca la creciente necesidad de consistencia y coordinación dentro de una organización pues hoy todo es verificable… en segundos. Es así que mensajes contradictorios entre departamentos o las acciones incongruentes con nuestros mensajes no sólo son fácilmente detectados sino posiblemente usados tanto por seguidores como por detractores.   El silencio no es opción   Esto quiere decir que cada miembro de la organización es potencialmente un “vocero” y si a esa diversidad de “voceros” sumamos la amplificación de canales o el uso de un mismo canal para diferentes propósitos (educar, abogar, promover, etc.), el reto se magnifica. En este contexto el silencio no es una opción, pues el vacío será llenado por algo o alguien más, y entonces la pregunta es ¿cómo mantenemos una sola voz? Y, ¿cómo le damos a esa voz la potencia que necesitamos para avanzar hacia nuestros objetivos? Es desde la trinchera de las Relaciones Públicas o Comunicación Estratégica desde donde se articulan los mensajes, se alinean dentro de la organización y se determinan los canales más adecuados para lograr objetivos específicos, y es desde ahí que se identifican además los riesgos potenciales. Quizá por ello son cada vez más las organizaciones en las que estos profesionales son parte del grupo directivo y reportan directamente a la presidencia. Al final del día, el rol fundamental de las áreas de Relaciones Públicas, Comunicación Corporativa o Comunicación Estratégica, como quiera que se decida denominarlas, es proteger y fortalecer la reputación de la organización, remover obstáculos y generar relaciones de valor con las diversas audiencias. Las Relaciones Públicas, bien hechas, son de un enorme beneficio para asegurar la credibilidad que  permita operar de manera sustentable.   *Adriana Valladares es Presidente y Directora General de Burson-Marsteller México   Contacto Facebook: Burson-Marsteller Latin America Twitter: @BM_Mexico Página: latam.bm.com  

 

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