El tenebroso rompecabezas de Hollow Knight

A final de 2014, un desconocido estudio de desarrollo australiano con el nombre Team Cherry anunció la campaña de financiamiento, en Kickstarter, de un título que se mostraba como una ofrenda nostálgica a los clásicos de los ochenta y noventa. En apenas un mes consiguieron el presupuesto necesario para realizarlo, generando una abrumadora respuesta del público a nivel mundial. Este juego se llama Hollow Knight, y casi cuatro años después ya ha visto la luz en PC y el Nintendo Switch, vendiendo más de un millón de copias, y amansando un intenso culto de seguidores en todo el mundo. Hollow Knight es un videojuego de plataformas 2D, del tipo conocido como Metroidvania, lo cual es una referencia a las franquicias clásicas Metroid y Castlevania. Los Metroidvania se caracterizan por poner a los usuarios en mundos grandes que necesitan ser explorados para el usuario progresar, requiriendo de la adquisición de habilidades para desbloquear nuevas áreas. Aunque esto no es un género en sí, existe una larga lista de juegos modernos que brindan homenaje a la época de apogeo de estos títulos, en la era del Nintendo y el Super Nintendo. En este juego tomamos el lugar de un misterioso caballero sin nombre ni identidad, que llega al reino abandonado de Hallownest, un vasto y decadente mundo subterráneo que ha quedado en penumbra perpetua, donde los restos de sus habitantes recorren sus túneles entre densa niebla. Los habitantes de este reino son insectos; la mayoría se volvieron violentos enemigos que nos atacan en todo momento, pero también hay unos pocos con los que podemos hablar para recibid guía. Nuestro personaje, realmente no dice nada durante el juego. Los diálogos son de una sola vía, y es mediante éstos que poco a poco vamos entendiendo lo que sucede a nuestro alrededor. Nuestro objetivo principal es recorrer Hallownest porque es un reino olvidado que guarda numerosos secretos y tesoros, pero conforme llegamos más profundo entendemos que hay algo muy siniestro sucediendo. Las habilidades básicas con las que contamos son el salto y el ataque, y todo lo demás se deriva de esto. Tenemos un medidor de nivel de vida, que son máscaras que representan a nuestro personaje; cada vez que recibimos daño, estas máscaras disminuyen, y cuando nos quedamos en cero, morimos dejando un espíritu oscuro deambulando en ese lugar. Luego de morir reaparecemos en el último punto de salvado, sólo que estamos despojados completamente de nuestro dinero. Sin embargo, podemos acudir al lugar de nuestra muerte para enfrentar al espíritu que dejamos, y al derrotarlo, recuperaremos nuestro dinero. Cada vez que eliminamos un enemigo, nos quedamos con una porción de su alma, que almacena nuestro personaje. Esto sirve para reponer nuestra vida o para ejecutar movimientos especiales, obligando al usuario a priorizar su uso dependiendo de la situación. Aunque el sistema de juego es bastante simple, conforme avanzamos se va haciendo más complejo y demandante, al requerir la administración de ítems que nos otorgan nuevos poderes, así como también necesitamos dominar cada vez más habilidades. De esta forma Hollow Knight se va haciendo cada vez más demandante y complejo, requiriendo además de capacidad de estrategia y memoria para descubrir cómo progresar. Al ser un Metroidvania, éste no es un juego lineal. El camino por el que progresamos no es único, y ni siquiera está marcado. El usuario debe encontrar la forma de ir abriéndose paso, lo cual lleva a regresar a viejas áreas constantemente en busca de una salida; el juego no nos da instrucciones, ni nos dice mucho de lo que está sucediendo. Aquí es precisamente donde reside su encanto y excelente ejecución: Hollow Knight no se trata únicamente de salir de un peligroso laberinto, hay además una densa capa narrativa subyaciendo en todo lo que vemos. La historia de Hallownest y sus habitantes se cuenta de forma indirecta a través de los diálogos con los personajes que encontramos, así como en sus ruinas, lo cual nos va dando las piezas para entender que algo muy siniestro está pasando, así como la naturaleza de lo que realmente estamos enfrentando. El mundo es vasto, compuesto de un gran número de áreas distintas que se interconectan mediante túneles. La progresión es bastante lenta porque no sabemos hacia dónde necesitamos ir, así que hay que explorar cada área con cautela y buscar pasadizos secretos o derrotar jefes, que cada vez son más difíciles. El juego demanda mucha paciencia porque hay áreas que requieren un alto nivel de precisión y de múltiples intentos, lo cual es un verdadero reto para el temple. El mundo completo es además un gran contraste entre su bello estilo caricaturesco con animaciones hechas a mano, que parecen salidas de una película de Tim Burton, y el denso aire de decadencia que recorre el juego completo. Más allá de su reto como juego de plataforma, Hollow Knight representa un interesante rompecabezas con una historia y ambientes fascinantes. La parte más importante del juego es contada a través de su ambiente, de los edificios, de su melancólico soundtrack, de sus ruinas infestadas de niebla y humedad. Si bien es completamente posible acabarlo sin fijarse en nada de esto, son todos estos elementos de forma lo que lo hacen destacar incluso entre la historia de los títulos llamados Metroidvania. No sólo se trata de explotar la nostalgia de los usuarios, sino de usar los mejores elementos que hicieron ganar a los juegos de plataforma 2D tantos adeptos, y mezclarlos con tecnología moderna, como lo han hecho otros títulos recientes como Axiom Verge. Hollow Knight es un juego altamente demandante, en paciencia y habilidad, ofreciendo fácilmente más de 20 horas de juego. El poderlo jugar portátilmente en el Nintendo Switch y continuar en cualquier lugar donde estemos es definitivamente un aspecto clave para considerarlo, además de que su precio es15 dólares, convirtiéndose en una opción altamente recomendable para cualquier amante de los juegos de plataforma o los misterios.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @IrvingPeres Podcast: El Beastcast Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.