Reuters.- El fabricante de aviones brasileño Embraer registró este martes una inesperada pérdida neta en el segundo trimestre luego de que un incidente de prueba de vuelo con un prototipo de avión de carga militar KC-390 comiera ingresos de su división de defensa. El tercer mayor fabricante de aviones del mundo dijo que perdió 126.5 millones de dólares (mdd) en el último trimestre, sin la estimación promedio de una ganancia neta de 48 millones de dólares en una encuesta de Thomson Reuters a seis analistas y una ganancia de 62 mdd hace un año. El prototipo KC-390 salió de una pista durante una prueba en tierra en mayo, causando daños que obligaron a Embraer a utilizar otra aeronave para pruebas de vuelo, retrasando su plazo de entrega y reduciendo los ingresos netos en 127 mdd en el trimestre. Embraer esperaba entregar el primer avión KC-390 para fines de 2018, pero ahora comenzará las entregas el próximo año. En mayo, la compañía había dicho que daños extensos al tren de aterrizaje del prototipo y las partes estructurales del fuselaje no afectarían su calendario de entrega. El director financiero Nelson Salgado dijo a los periodistas en una conferencia telefónica que el incidente fue un “asunto operacional, no un problema con el avión”. Excluyendo el impacto único del incidente de prueba de vuelo, las ganancias de Embraer antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) aumentaron 90% desde el trimestre anterior a 171 mdd, debido en parte al buen desempeño de su división de servicios y soporte. Las acciones de Embraer se mantuvieron estables en la sesión de mediodía de Sao Paulo después de perder más del 3% en la apertura y rebotes para ganar casi un 2%. Una caída del 20% en las entregas de aviones del segundo trimestre a las aerolíneas desde un año antes, que Embraer informó a principios de este mes, también pesó sobre los ingresos. En julio, Embraer acordó vender el 80% de su división de aviación comercial, su segmento más grande y más rentable, a Boeing Co. Según el acuerdo propuesto, Embraer mantendría el control de sus jets ejecutivos y divisiones de defensa, que registraron ingresos más débiles que un año antes. La asociación, que las compañías esperan cerrar para fines del próximo año, aún requiere la aprobación final del gobierno de Brasil, que tiene un veto estratégico en la compañía. Los candidatos presidenciales que aspiran a asumir el cargo en enero han salido a favor y en contra del acuerdo. Los políticos de izquierda y los fiscales laborales brasileños también han lanzado desafíos legales al acuerdo. Las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) cayeron en un 83% a 44 mdd, faltando un pronóstico promedio de 142.5 mdd.

 

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