- ¿Es, acaso, el producto o servicio que ofrece?
- ¿Es, acaso, que no sabe del negocio pero sí del producto o servicio que ofrece?
- ¿Ambas?
¡Emprender no es luchar!
La gente que cree que emprender es una lucha se está equivocando de camino o está emprendiendo en algo que no debe y por eso ve o siente las cosas así.
Lo que resiste, persiste, es una ley de vida y negocios. ¡Piénsalo! Una lucha tiene que ver mucho con la posición y la postura frente a las cosas.
Si tú estás en contra de algo, o sientes que algo está en tu contra, estás luchando. Y lo primero que debes hacer es precisamente eso: dejar de luchar. Deja de oponerte y gastar tu energía y esfuerzo en algo que para ti ¡es una lucha!
Cuando dejes de resistir a las cosas, dejarás de cansarte. Por eso emprender no es luchar.
Emprender es querer vivir de una forma. Emprender inteligentemente es elegir de forma libre –y consciente de las implicaciones– un camino maravilloso para ti. Y ese camino debe ser el de menor resistencia, el de la pasión, el del talento, el de la habilidad y la astucia. Ese camino no es un camino de lucha, es de gusto. Por eso siempre digo que, para mí, ¡el trabajo no es trabajo; es pasión, gusto y es placer! Y cuando se acaba el día, o hay que hacerlo más horas, pues ¡más feliz soy yo!
Si no sabes aplicar las fortalezas en tu vida y negocio, todo será una lucha.
El primer paso es dejar de pelear. Y para pelear uno debe estar en contra de algo. Pero si no se está en contra de eso, y se acepta y se sabe manejar, entonces la vida es distinta.
Esto no es una pelea. Emprender es caminar en favor de la concreción de un deseo. Lo interesante de esto es saber elegir; éste es el principio de todo el tema, y es parte de lo que vivo en los procesos de emprendimiento significativo, previos a los de emprendimiento estratégico.
Hace poco se levantó una señora que quería apoyar a su hijo en su emprendimiento. Y me dijo que a su hijo le estaba costando mucho trabajo. Le hice algunas preguntas:
–Señora, ¿aquí está su hijo?
–No, está por allá –dijo, al señalar a otro espacio.
–OK, no se preocupe. Dígale a su hijo que identifique qué le está costando trabajo: