Por Eugenio Gómez Alatorre* y Karla Cuilty Esquivel** El título de un artículo del Harvard Business Review captó nuestra atención de manera inmediata: “Las mujeres obtienen mejores calificaciones que los hombres en la mayoría de las habilidades de liderazgo”. Este artículo reseña los resultados de una investigación que aporta una nueva perspectiva a una pregunta recurrente en el estudio de la mujer y la dirección de empresas, a saber: qué define al liderazgo femenino. En la investigación de Jack Zenger y Joseph Folkman, las mujeres tenían mejores resultados en 17 de las 19 habilidades de liderazgo analizadas. Se destaca que el talento femenino toma la iniciativa, actúa con resiliencia, practica el desarrollo personal, se conduce por resultados y muestra alta integridad y honestidad. Los hombres, por su parte, obtienen mejor puntaje en desarrollar perspectiva estratégica y en experiencia técnica o profesional. Así que, efectivamente, la mujer obtiene mejores resultados de manera global y existen diferencias en la forma de liderar. Lee también: Liderazgo adaptativo, diagnóstico y flexibilidad Otras investigaciones complementan el estudio de Zenger y Folkman apuntando a que la mujer y el hombre tienen liderazgos distintos. En el libro “Mujer y liderazgo” del Centro de Investigación para la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD), se comparan las características más frecuentes en los líderes varones: competitividad, ambición, retador y seguridad; con las femeninas: empáticas, solícitas, amables y participativas. Por otro lado, se afirma que los liderazgos pueden ser complementarios y que ambos hacen importantes aportaciones a las empresas. La visión femenina al interior de la empresa analiza los productos, los canales de comercialización, las cadenas de producción y demás estructuras de la empresa desde un punto de vista diferente al masculino. Las oportunidades y los desafíos pueden ser percibidos de forma distinta y, mediante diálogos constructivos, aprovecharse con mayor eficacia las oportunidades y eliminarse los desafíos. Obviamente, los líderes pueden tener estilos o conductas distintas para motivar y orientar el desempeño de las personas. El liderazgo corresponde a la persona, a su capacidad de relacionarse e incidir en los otros. Otro hallazgo importante de la investigación de Zenger y Folkman, que es reforzada por otras investigaciones, es la necesidad femenina de trabajar en la autoconfianza. Cuando se autoevalúan, las mujeres son más severas que los hombres y eso podría limitar su seguridad y su ascenso en la escalera corporativa. Una buena noticia es que conforme la mujer avanza en edad, va mostrando más seguridad en sí misma, aunque este punto requiere de un estudio más profundo. Toda esta evidencia nos lleva a preguntarnos: ¿Por qué no se aprovecha más la complementariedad de estilos de liderazgo en las organizaciones? En el CIMAD hemos encontrado que el 7% de los puestos en los consejos de administración de empresas que forman parte de la Bolsa Mexicana de Valores son ocupados por mujeres. Para el caso de Estados Unidos, Catalyst reporta que un 21% de los asientos en consejos corresponden a mujeres en las empresas del Standard & Poor´s 500. Para lograr tener consejos de administración y otros órganos de decisión más equilibrados en las organizaciones, es necesario el trabajo en diversos ámbitos: • Las mujeres: trabajar en su autoconfianza, seguridad, su visibilidad, entre otros, • Los hombres: reconocer la importancia de incluir la perspectiva femenina en la toma de decisiones como lo muestran las altas calificaciones de liderazgo que obtienen las mujeres en la investigación referida al inicio de este artículo, • Las empresas: mediante la generación de culturas organizacionales que permitan a sus colaboradores armonizar su vida personal y familiar. Así como generar ambientes que impulsen la complementariedad y la inclusión de ideas, proyectos y visiones, libres de estereotipos, • La sociedad: debe trabajar para transformar paradigmas sobre las mujeres y sus capacidades. Sobre el tema de liderazgo aún queda mucho por descubrir, sin embargo, es cada vez más claro que las habilidades de liderazgo de las mujeres complementan aquellas de los hombres. Las organizaciones tienen mucho por ganar si aprovechan las habilidades de liderazgo propias de las mujeres. Aprovecharlo depende del esfuerzo de empresas, directoras, directores y de la sociedad en general. Las ganancias también serán para todos. El próximo 3 de septiembre se llevará a cabo en San José, Costa Rica, el Foro Forbes Cinco años de Mujeres Poderosas de Centroamérica. El evento será transmitido vía streaming desde las 14:00 horas de Costa Rica en www.forbescentroamerica.com

Te invitamos a ser parte de este evento.

*Director del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección del IPADE. **Investigadora Sénior del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección.

 

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