La banca cuenta con capital equivalente al 40% del total de su cartera para nuevos créditos y una de las áreas que podría verse favorecida por la potencial derrama es el sector energético, sin embargo, las empresas que busquen financiamientos deberán ofrecer proyectos de ‘no tan alto’ riesgo para ser objetivos atractivos.
A más de 400 kilómetros de la Ciudad de México, en Tabasco, funcionan algunas plantas de generación de biocombustible, el proyecto Solben, que Daniel Gómez puso en marcha en 2007 ofrece la producción de un combustible que no requiere la utilización de ingredientes que puedan ser considerados alimentos, como el maíz o la caña: el biocombustible se produce a partir de hierbas consideradas ‘maleza’ con plantas modulares que pueden procesar en volúmenes pequeños.
Este es justo el tipo de proyectos a los que la reforma energética podría dar más visibilidad ante los bancos, la apertura de la industria no sólo implica más inversión privada en proyectos petroleros, también implica la posibilidad de ver un florecimiento en términos de energía alternativa, lo cual se traduce en un nuevo ‘blanco de crédito’ para las instituciones financieras, pero ¿qué implica ver un boom de crédito energético?
De acuerdo con el Banco de México, el crédito a empresas creció en febrero a una tasa anual de 7.9%, y representa 1.3 billones del total de la cartera de los bancos (que supera los 3 billones de pesos). En los últimos tres años, el financiamiento a empresas creció 29.4%, y se trata del segmento de mayor volumen en la cartera, pues consumo representa 672 millones y vivienda 520 millones de pesos. Esto quiere decir que más de uno de cada tres pesos que la banca presta se concentra en el sector empresarial privado.
El proyecto de reforma energética contempla la apertura de la industria eléctrica, que se prevé sea ‘la estrella’ en la detonación la industria de energía limpia.
“Tendremos plantas más eficientes que utilizan combustibles más baratos y limpios. Se promoverán las energías renovables”, señala el proyecto de reforma aprobado.
Demanda garantizada
México tiene un compromiso con la Ley de Cambio Climático para reducir el uso de combustibles fósiles en la generación de electricidad, por ello, la consultora BNAmericas señala que se detonará una demanda de financiamiento para este tipo de proyectos.
“Los combustibles fósiles, que actualmente representan 80.6% de la generación eléctrica de México, deberán reducirse a un máximo de 65% de la producción en 2024. Este segmento del mercado energético se encamina a crecer, y CFE prevé que el uso de combustibles renovables aumentará hasta representar 27% de la red eléctrica en 2026”, señala el informe.
Greenpeace coincide. La ONG afirma que si las empresas cuentan con el apoyo financiero necesario, para el año 2020, las energías renovables podrían satisfacer el 44% de la demanda energética en 2020 y 93% en 2050.
La siguiente gráfica es una proyección de la configuración de las fuentes de generación de energía eléctrica, que a su vez, da luz al tipo de proyectos que podrían recibir mayor financiamiento.
¿Más crédito al sector energético = más crecimiento económico?
Para las consultorías, el mayor reto será que la ecuación sume tres factores importantes: una regulación clara para que las empresas tengan apetito por invertir, empresas con necesidades claras y bien constituidas y que los préstamos bancarios cumplan con su función primordial de estimular el crecimiento económico.
“El tema que habrá que dimensionar es qué tanto aportará al crecimiento económico el crecimiento del sector energético, el mayor riesgo es que ese crédito permanezca dentro de un solo sector y que no promueva un mayor crecimiento económico”, señala Carlos Perez, socio de la industria financiera para Deloitte.
El especialista explica que al pensar en proyectos energéticos los bancos deberán elegir cuidadosamente los proyectos grandes de alto riesgo, pues aunque implican margenes de ganancia considerable requieren un volumen mayor de recursos, asimismo, dice, también deberán pensar en extender esa demanda de crédito a las medianas empresas pues quienes provean materiales de construcción, servicios e insumos para los proyectos también necesitarán del crédito.
“Los elementos para dar crédito ahí estarán, pero también necesitamos demandantes sanos, que las empresas sepan para qué quieren los créditos y cómo harán para pagarlos, para eso es importante que la regulación secundaria esté clara también”, señala Eduardo Gómez Alcalá, líder de la práctica regulatoria y de cumplimiento del Sector Financiero en PWC.
¿Qué opinan los bancos?
Interacciones reveló que de 48 proyectos de financiamiento para infraestructura que tiene el banco en cartera, 22 corresponden al sector energético.
HSBC, Banorte y Santander coinciden en que el sector será de suma importancia para sus instituciones. Aquí las opiniones de sus directivos generales expresadas a Forbes México.
HSBC: La experiencia cuenta
Luis Peña Kegel, presidente y director de HSBC México
“Somos un banco que tiene mucha experiencia en el sector energético y de infraestructura, los cuales van muy de la mano, porque los proyectos energéticos que va a tener nuestro país en los próximos años van a requerir también de una cuantiosa inversión en infraestructura y la experiencia que tenemos nos hace estar muy bien posicionados para lo que viene. Habrá inversión y mucha…”
Banorte: Reglas claras para proyectos de largo plazo
Alejandro Valenzuela, director general de Grupo Financiero Banorte
“Hablamos de una apertura histórica para México donde habrá inversiones cuantiosas y Banorte quiere ser un jugador muy importante una vez que las reglas queden escritas. Las empresas interesadas en el sector son mexicanas y extranjeras, hemos encontrado un apetito gigantesco hacia México y estamos ansiosos de que esto se convierta en una realidad, muchos de estos proyectos no se materializarán en el corto plazo. Es un tema que a México le va a permitir potenciar su crecimiento en la próxima década”.
Santander: La mirada fija en electricidad
Marcos Martínez, presidente ejecutivo de Grupo Santander México
“Ya estamos en este mercado. Estamos en algunos proyectos, estamos con seis proyectos eólicos y a nivel global tenemos mucha experiencia sobre todo en energía eléctrica”.
