Por: Cristina Gil*  

El cambio climático, la migración, la salud, el estrés hídrico son algunos de los grandes retos que enfrenta la sociedad, y que cambian de forma y complejidad en un mundo que se transforma de manera acelerada. Dar solución a estas problemáticas debe ser uno de los grandes objetivos de empresas y organismos públicos.

Es por lo que, en el marco del Día Mundial del Agua que se celebró el 22 de marzo, los invito a reflexionar sobre este vital recurso.  De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, actualmente, más de dos mil millones de personas viven sin agua potable, y debido al cambio climático, la ONU estima que para 2030, 700 millones de personas podrían verse desplazadas por una intensa escasez de agua. Y no es necesario esperarse al final de la década, la escasez de este líquido, o la falta de acceso a una fuente de agua limpia, impacta negativamente la vida de millones de personas alrededor del mundo, con efectos en la salud, la seguridad alimentaria, el acceso a oportunidades educativas y, como con casi cualquier reto humano, la igualdad de género.

Hoy el 95% de la población mundial tiene menos agua que hace 20 años, una de cada nueve personas no tiene acceso a agua potable y una de cada tres personas no cuenta con el saneamiento necesario para su consumo. Para 2050, 4 mil millones de personas vivirán bajo estrés hídrico. Por ello debemos innovar y desarrollar y sistemas que contribuyan a solucionar dicha problemática.

Respecto a la agricultura y seguridad alimentaria es fundamental destacar que algunas proyecciones indican que en los próximos 30 años tendremos 20% menos de tierra cultivable por persona y necesitaremos un 60% más de alimentos, es decir necesitamos cultivar más con menos para ser así más productivos. Orbia tiene una de las llaves para atender dicha necesidad. Se trata de un problema multi factorial, y de ninguna manera pretendemos tener una bala de plata. Pero sí ofrecemos sistemas de agricultura de precisión que permiten cultivar con una fracción de agua que los métodos convencionales, a la vez que aumenta la productividad por hectárea. De manera adicional, se reduce a casi cero las escorrentías y lixiviaciones de agroquímicos. Es decir, se utiliza menos agua para cultivar, permitiendo entonces una mayor disponibilidad para otros usos, incluyendo la naturaleza; existe menor presión para convertir ecosistemas nativos en campo arable, manteniendo así los sistemas de cuenca; y se reduce la eutroficación, conservando la productividad pesquera de ríos, estuarios, y los mismos océanos, y por supuesto la calidad de agua que se extrae para consumo humano.

Nuestra empresa ha innovado en llevar agua “corriente” a sitios remotos y comunidades vulnerables, dónde no siempre existe la infraestructura ni los servicios de una empresa operadora de agua. Por ejemplo, en Honduras, desarrollamos un sistema de bajo costo de cosecha de agua de lluvia. De forma mecánica, gracias a una herramienta tipo el juego “subibaja”, sin necesidad de electricidad, se puede bombear el agua a un tanque de techo, y así tener presión y agua fluyendo por las tuberías de los hogares o escuelas. Nuestra membrana de polietileno con protección UV puede almacenar más de 70 millones de litros de agua.  Esta solución se ha replicado por Centroamérica, y podría funcionar en diversas zonas rurales en todo el mundo y México no es la excepción. Hoy que tenemos tan presente la importancia de lavarse las manos, como la mejor arma en la prevención del COVID-19, imagínense la diferencia que tiene para una comunidad poder abrir la llave y tener agua corriendo.

El Banco Mundial estima que el agua no facturada a nivel mundial  asciende a 14 mil millones de dólares al año. La cantidad que se pierde diariamente en fugas en países en vías de desarrollo es suficiente para abastecer a 200 millones de personas. Las pérdidas de agua dentro de las ciudades son, en efecto, un dolor de cabeza para muchas autoridades. Se trata de agua “cara”, ya tratada, y que incluso se puede contaminar por las fugas. Y también implica mayor energía de bombeo, otro costo importante para los municipios. Dentro de su gama de soluciones, Orbia cuenta con productos ZinZanja, que permiten reparar fugas de la tubería existente, sin necesidad de abrir la calle o la tierra. Con mucho orgullo puedo decir que Ciudad del Cabo en Sudáfrica, y más recientemente, Bogotá, han optado por solución a fugas sin zanja de Orbia.

Somos conscientes de que la presencia y precipitación de agua no siempre es bienvenida. Y con el cambio climático, los eventos climatológicos extremos van a la alza. Las inundaciones pueden causar pérdidas económicas importantes, y qué decir de los efectos a la salud humana. Comprendiendo lo anterior, hemos desarrollado soluciones que aumentan la resiliencia de las ciudades y las vías de comunicación ante grandes avenidas de agua, a la vez que permiten la recarga de los mantos. Tal es el de soluciones conformadas por un sistema de rejas subterráneo que provee amortiguamiento durante tormentas, para liberar lentamente el agua al subsuelo, o almacenar el agua para tiempos de escasez.

Toda buena acción debe comenzar en casa, y por tanto Orbia es particularmente responsable en el uso de agua en sus operaciones. Contamos con ciclo cerrado de agua en nuestras plantas manufactureras y continuamente buscamos formas de hacer un uso más eficiente de este recurso. Prueba de ello, es el Certificado Azul que han obtenido nuestras plantas en Perú.

El agua, la energía, la salud, la equidad, no son temas aislados, sino que interactúan, se retroalimentan. Lograr los objetivos del desarrollo sostenible es un reto para todos. El sector privado puede jugar un rol esencial. Orbia lo entiende y se da a la tarea de continuar de forma cada vez más relevante proveyendo soluciones que aumenten la resiliencia de la sociedad. En esta celebración del agua, no la demos por hecho, atesorémosla, recordemos el papel de las cuencas hidrológicos, valoremos la infraestructura (y la operación de esta) que permite que llegue a nuestros hogares, pensemos a la hora de realizar decisiones de consumo de alimentos, cuán intensivos en agua son, para ahorrar también de esa manera. El propósito de Orbia es impulsar la vida alrededor del mundo. Si hay algo esencial para la vida, es el agua.

  Contacto:  

Cristina Gil es VP Global de Sustentabilidad de Orbia

 
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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