Este texto fue publicado originalmente el 2 de octubre de 2018.  En una serie de “comidas” privadas entre Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos, y Jesús Seade Kuri, el líder del equipo conformado por Andrés Manuel López Obrador para integrarse a las negociaciones para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se solucionaron las principales diferencias entre los gobiernos de ambos países lo que permitió que se acelerara la integración del acuerdo bilateral comercial. Seade Kuri, miembros del Comité de la Facultad Asia Global, profesor de Economía y ex vicepresidente de la Universidad de Lingnan, en Hong Kong, cuenta que la “excelente” relación que mantiene con el funcionario estadounidense permitió que su integración a las negociaciones los últimos dos meses del proceso tuviera un impacto contundente. “Con mi relación especial con Lighthizer tuve la oportunidad de discutir los temas y básicamente resolverlos en privado”, apuntó en entrevista con Forbes un día después de que se anunció el alcance de un acuerdo entre Estados Unidos y Canadá en el marco de la renegociación del tratado comercial de la región y que derivó en la integración del  ahora denominado USMCA, por sus siglas en inglés-. Su intervención además de enfocarse en los detalles del acuerdo comercial en materia de energéticos –como lo solicitó Andrés Manuel López Obrador-, apoyó a la generación de la cláusula para la revisión del acuerdo comercial cada 16 años contrario a la demanda de concluir el tratado cada cinco años y desechar una de las demandas en materia de resolución de controversias. Usted se integró a la negociación del tratado pocos meses antes de que concluyera el proceso de renegociación, en este momento ¿Qué balance hace de este proceso? En el mes de julio nos integramos a dos meses de negociaciones. Al representante comercial de Estados Unidos, Lighthizer, lo conozco muy bien, de mucho tiempo y en la primera sesión él ya me tenía invitado a comer en privado y se organizó una relación muy especial que me dio la oportunidad de tener un impacto muy fuerte en las negociaciones. La negociación estaba bastante bloqueada en un nivel muy técnico, tuve la oportunidad de cambiar la dinámica de la negociación y se empezaron a mover las cosas muy fuertes y logramos concluir en unas cuantas semanas. También había un par de temas que les llamaban poison pills y de una forma sorprendente esos temas nunca habían sido tocados en la negociación, se dejaba para el final. Entonces con mi relación especial con Lighthizer tuve la oportunidad de discutir los temas y básicamente resolverlos en privado. Fueron ocho semanas de negociaciones muy intensas en las que estábamos colaborando muy estrechamente, el secretario Guajardo, el canciller Videgaray y yo como representante del gobierno entrante. Y sacamos un acuerdo muy satisfactorio para México, faltaba Canadá con temas bilaterales. Se presentaron a Canadá las propuestas ya negociadas con Estados Unidos y México. ¿Cuáles fueron los puntos que impulsaron o detuvieron los integrantes del equipo que usted encabezó en representación de López Obrador en la última parte de la negociación? Mi mandato era revisar el tema de energéticos porque era políticamente muy importante para López Obrador y aparte la instrucción era: ‘esta es una negociación de Peña Nieto, no vamos a meter problemas, si algo no nos gusta mucho ni modo, vamos a ayudar a que salga’. Lo de energéticos se reformuló en forma profunda, costó mucho trabajo quedó muy bien muy contentos todos. Y en cuanto a áreas en donde ayudar fue que nuestra presencia hizo toda la diferencia en el mundo: una, resolver el problema central de la cláusula Sunsset, la terminación súbita que no había sido negociado en absoluto, pero yo en privado ya tenía entendimiento con el representante comercial que quería escuchar una propuesta, entonces en la última semana presente una propuesta, mi propuesta fue básicamente 80% de la solución final, se discutió y se cambió. Estoy muy orgullo de eso. Segundo, menos vistoso pero importante. El capítulo 20 que es el de solución de controversias con lo que Estados Unidos proponía que los gobiernos tuvieran el derecho de veto para una decisión que cuando acabara una disputa comercial y se decidiera en lugar de decir a resolverlo, el país lo vetara. También ahí en una de nuestras comidas con Lighthizer, acordamos que él iba a retirar la propuesta a cambio de que México retirara una propuesta de mejorar un problema serio que es la formación de panales que requiere consenso, problema que nunca ha surgido en 25 años excepto una vez. La tercera fue dinamizar la negociación porque estaba estancada, negociaciones técnicas área por área y yo metí una técnica de negociación diferente cuestionando que hiciéramos eso, vamos a tratar de ver las cosas aquí y no meter a los grupos técnicos. En fin, fue incluir para dinamizar la negociación. Específicamente ¿qué solicitó AMLO en tema de energéticos y que resultados tuvo en la negociación? La negociación ya estaba concluida cuando me incorporé, a las tres semanas de incorporado le presenté al presidente electo los principales resultados de la negociación en ocho áreas, fue una reunión muy larga y él me dijo que me apoyaba en todo lo que proponía, en lo único que no estaba de acuerdo era en el tema energético. Porque yo especifique que el acuerdo energético estaba basado en quitar todas las líneas defensivas de México, por ejemplo, en la inversión extranjera en la que México tiene derecho a requerir que el 40% de los miembros ejecutivos sean mexicanos, requerimientos a la inversión. La forma en la que se plasmaba el capítulo era copiando directamente la Ley de Hidrocarburos. El presidente electo dijo: ‘la ley de hidrocarburos nosotros políticamente nos opusimos, no puedo avalar una negociación que se base en esa ley explícitamente. No tengo problema con la legislación no vamos a echar para atrás esos cambios legales, pero novamos a aceptar que el tratado esté basado en esa ley’. Y encontrar como darle la vuelta a eso fue muy complicado, pero al final llegamos a una solución muy satisfactoria de una forma muy ingeniosa después de una semana de sufrimiento encontramos. El contenido que propuse, fue que cada país en el acuerdo le otorgué en el área de energéticos, a los otros dos países todo el acceso al mercado y todos los beneficios que le otorga a terceros países como consecuencia de otros tratados internacionales que ha firmado México. Por ejemplo, la apertura en energéticos que le da a los países del TPP se extiende a estos países, la apertura que le hemos dado a la Alanza Pacifico se extiende a estos países. Eso le da toda la satisfacción a Estados Unidos y Canadá, pero haciéndolo de una forma apolítica que López Obrador encuentra muy satisfactoria. Usted mencionó que con este acuerdo la región se había tonado más proteccionista, sin embargo, eso representaba una posición de ventaja para México ¿Cómo cerrar la economía puede ser algo bueno? Soy contrario al proteccionismo, pero quien se está cerrando un poco más es Estados Unidos, que es la economía dominante de la región. Dentro de la región México como país integrante de la región hacia el resto del mundo nos cerramos un poquito, pero como estamos adentro nos da más oportunidad de exportar a Estados Unidos, porque estamos en una posición más competitiva contra Europa y Brasil o Asia, entonces para México no es abrirse sino cerrar. Somos más competitivos comparadas con China y Alemania y además al querer vender a esa región esos dos países podrían tener más intensión de invertir adentro y el más competitivo es México. Entonces como para nuestras exportaciones como para atraer más inversión creo que se crea una mejor base para sacar provecho. ¿Eso no va en contracorriente con expandir el comercio mexicano otras regiones? Nuestra política comercial no se ve afectada, seguimos abiertos. Tenemos que ser muy agresivos, abiertos para diversificar más nuestros lazos comerciales y de inversión con respecto a América Latina, Europa y Asia. Vamos a sacar el máximo provecho a México, pero al mismo tiempo expandir nuestro comercio e inversión con el resto del mundo. La relación con el gobierno de Trump con la administración que se integrará a partir del 1 de diciembre con Andrés Manuel López Obrador parece haber empezado con el pie derecho ¿Cómo debería ser de ahora en adelante la relación bilateral? Trump ha sido sumamente respetuoso de López Obrador y viceversa, mando a la delegación de más alto nivel a los 10 días de que ganó AMLO y son una serie de señales muy amistosas y en el tratado fue una relación muy positiva entre el negociador principal y el representante de López Obrador y toda la retórica fue muy positiva. Ahora con la negociación concluida se podría emprender la relación bilateral en muchos sentidos en una forma muy positiva en temas como seguridad, migración son temas a los que les urge una mejor relación entre los dos países y ya la están empezando a tener. Hay muy buenas señales. A partir del 1 de diciembre se empezará a llevar a cabo una relación diplomática muy rica y exitosa. ¿Qué sigue para Jesús Seade en la administración de López Obrador? Me pongo a disposición de AMLO, me está considerando en formas creativas para integrarme, quizá embajador itinerante, o quizá al lado de China. Hay una serie de opciones, pero ninguna está definida, todo lo demás son rumores. Yo estoy a su servicio y encantado de participar en este gobierno.

 

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