En la lista de víctimas fatales por el ataque en un antro gay en Orlando, Florida, se encuentran tres mexicanos, más uno que resultó herido y se encuentra en condición estable, informó esta tarde el presidente Enrique Peña Nieto. El mandatario indicó que su gobierno prestará todo el apoyo y asistencia que requieran los familiares de los connacionales fallecidos, así como a Javier Nava Coria, originario de la Ciudad de México, que resultó herido y se encuentra estable en el hospital. El mandatario reiteró su condena por estos hechos en los que murieron 50 personas (incluyendo al atacante Omar Mateen) y 50 más resultaron heridas, y señaló que a través de la cancillería se estará informando de la situación. “(Condenamos) las expresiones que sólo dividen, que generan confrontación, y que provocan violencia, como este hecho tan trágico ocurrido en Orlando. Desde México, nuestra mayor solidaridad para con el pueblo de los Estados Unidos”. El titular del Ejecutivo federal dijo que el ataque fue “un acto cargado de horror, terror y odio (…) quizá algo que tuvo en origen, expresiones de odio, de discriminación, de fobia hacia ciertas personas, y lo único que llegaron a generar fue violencia, y ahí está el resultado, trágico y lamentable, que el mundo entero condena”. Mientras tanto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) señaló que personal consular se encuentra en contacto permanente con las autoridades para confirmar la nacionalidad de otra persona fallecida que podría ser de origen mexicano.
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Sigue investigación

Autoridades de inteligencia y seguridad se mantienen alertas y continúan con las investigaciones para determinar si Mateen actuó por cuenta propia o con ayuda de alguna célula terrorista, luego de que Estado Islámico se atribuyera la responsabilidad por el tiroteo, además de que el atacante de 29 años llamó poco antes de iniciar el tiroteo al teléfono de emergencia 911 y declaró su lealtad a este grupo terrorista. Esto en línea con la línea dictada por el presidente Barack Obama, quien lamentó los hechos pero sin hacer referencia a la posible vinculación del atacante de 29 años con el extremismo islámico. No obstante, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca tras la masacre ocurrida en la madrugada del domingo, Obama dijo que aún “es una etapa temprana de la investigación, sabemos bastante para afirmar que fue un acto de terrorismo y un acto de odio”, sin afirmar que se tratara de un ataque terrorista. “Vamos a estar juntos como estadounidenses para proteger a nuestra gente y defender a nuestra nación, y a tomar medidas contra aquellos que nos amenacen”, advirtió. Por último, indicó que el tiroteo era un nuevo recordatorio de “lo fácil que es que cualquiera consiga un arma que le permita disparar a personas en una escuela o lugar de culto, o cine, o club”, en lo que fue visto como una referencia a otras matanzas que han ocurrido en la historia estadounidense, como la masacre de 2007 en la Universidad Tecnológica de Virginia, que reportó 32 fallecidos.

 

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