Carrie Bradshaw y el resto de las chicas de Sexo en Nueva York lo tenían claro, el Cosmopolitan iba a ser su coctel de cabecera. Su color rosa palo (o rojo intenso, según el gusto), sus aromas a cítricos y frutos rojos (arándanos) y una suave base de vodka con toques de Cointreau son atributos perfectos para convencernos, pero ¿cómo surgió este coctel de elegancia a sorbos y pasión contenida?     Su origen no está definido. Hay quienes dicen que surgió en New York en la década de los ochenta como una variación del Dry Martini –aunque a algunos les recordará al Margarita–, siendo Madonna una de las primeras en consumirlo públicamente una década más tarde. Otros ubican su nacimiento en San Francisco, en uno de los locales de John Caine, y algunos defienden que data de los setenta en Massachusetts. Pero no importa, sea de donde sea, no cabe duda de que se ha convertido en un símbolo de sofisticación y glamour, una bebida para cosmopolitas. ¿Cómo? Su receta puede variar según el gusto, aunque suele prepararse con dos partes de vodka, una de Cointreau o Triple seco, una parte de jugo de arándanos, un chorrito de jugo de limón y una pizca de azúcar o sirope al gusto. Se agita con hielo y se sirve sobre una copa Martini, adornándolo con trocito de piel de limón o de naranja. ¿Cuándo? Tomarlo como aperitivo o copa ligera después de comer. Es la bebida perfecta para quedar bien en cualquier fiesta. ¿Dónde? Mis favoritos están situados en la zona de la movida más concurrida de la capital, Alvaro Obregón y alrededores. La oferta coctelera en el DF es de órdago; éstos son, simplemente, los que yo frecuento, no sean susceptibles. Limantour se encuentra en Polanco y Alvaro Obregón 106, siendo este último el sitio de referencia de primera hora para los noctámbulos de la ciudad. Tragos de diseño y arquitectura art-decó para los amantes de los espacios retro que aprecian la coctelera en buenas manos. Aurora, en Álvaro Obregón 126, cuya terraza cubierta y buena música se hacen irresistibles. Como en los demás, también puedes comer algo, siendo la pizza la oferta que más gusta.
Foto: Cortesía Aurora

Foto: Cortesía Aurora

Maison Artemisia, con un estilo vintage que nos transporta a mediados del siglo XIX, este templo dedicado a la absenta, también borda nuestro coctel estrella. Está ubicado en Tonalá 23 y en su restaurante, abierto hace apenas un año, es imprescindible pedir su trucha asalmonada con pistacho.
Maison Artemisia

Foto: Cortesía Maison Artemisia

La Romita está de rabiosa actualidad. Este espacio de cocina confort y mixología se ha convertido en el meeting point de la Roma (Álvaro Obregón, 49). Su secreto es una combinación de buen ambiente, gran selección musical y precios cómodos. Decoración vintage, mosaicos dominó y estilo porfiriano con toques de modernidad. Para el Cosmopolitan recomiendo las tostas de atún con guacamole.
Foto: Cortesía La Romita

Foto: Cortesía La Romita

Terraza del hotel St. Regis, se aleja un poco de nuestra zona (Paseo de la Reforma 439), pero sus Cosmopolitan son de mención obligatoria en este post. Si te invitan a una fiesta en la tercera planta (son muy habituales), no lo dudes, lánzate a conocerlo y pídelo.
Terraza del hotel St. Regis

Terraza del hotel St. Regis (Foto: Cortesía)

    Contacto: Facebook: Maria Forcada Página web: Revista Strogonoff     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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