José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, informó que desde 2018 se dedica a ejercer su profesión como abogado y actualmente ejerce como asesor legal de desarrollo y construcción de la firma KEI Partners en Houston, Texas.
Esta respuesta viene luego que viernes pasado, el mandatario federal emplazó a su hijo a aclarar cual es el origen de sus recursos luego que en México se revelara que ocupó una casa de un empresario ligado a la firma Baker Hughes, una contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex) y que durante el sexenio actual le han sido asignados nuevos contratos.
“Soy un ciudadano privado y no tengo injerencia alguna en el gobierno de México. Mis ingresos provinen al 100% de mi trabajo en Houston. No hubo, ni habrá conflicto de interés. Les pido respeten mi vida privada y la de mi familia”, explicó López Beltrán en un escueto comunicado revelado en sus redes sociales.
La semana pasada, Pemex explicó que Baker Hughes es una de las 4 mil 500 empresas que le prestan servicios a Pemex y la quinta de las 25 firmas que más facturan al año con 7 mil 589 millones de pesos.
Dicha empresa así como las demás han prestado sus servicios desde hace más de 5 décadas y facturan el 50% de las inversiones que se realizan en exploración y producción, es decir, Baker Hughes ha facturado el 2.7% del presupuesto anual de Pemex desde 2014 hasta enero de 2022.
Petróleos Mexicanos (Pemex), aclaró por petición del presidente Andrés Manuel López Obrador la relación contractual con la empresa Baker Hughes tras revelarse la investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus sobre un lujoso inmueble que habitó José Ramón López Beltrán y que antes perteneció a Keith L. Schilling, un alto ejecutivo de dicha compañía.
Según la periodista Peniley Ramírez, de agosto de 2019, cuando López Beltrán ocupó la casa, a enero de 2020, cuando Schilling dejó Baker Hughes, esa compañía recibió asignaciones en Pemex por 194 millones de dólares, equivalentes a unos 3 mil 900 millones de pesos.
De acuerdo con la investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus, José Ramón vivió en una mansión en Conroe, Texas, cuyo propietario solía ser Baker Hughes, una de las compañías petroleras más grandes del mundo, después se mudó a una residencia en la localidad de Cypress en el condado de Harris que está a nombre de su esposa.
La residencia de Conroe, Texas, según MCCI, tiene 447 metros cuadrados de construcción cuenta con acabados en piedra y madera, cuatro habitaciones, cuatro baños completos, tres lugares de estacionamiento, cocina, sala de estar y amenidades como bar, sala de juegos e incluso sala de cine.
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