Corría el año 2008 cuando a Guillermo Guadarrama, en aquel entonces joven estudiante de la licenciatura en Ingeniería en Computación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), le llegó la hora de cumplir con su servicio social. Guillermo analizó opciones y posibilidades, para finalmente decantarse por aplicar para entrar a la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México (Sefin) un sitio al que llegó con ánimos, pero sin imaginar en ningún momento en que acabaría por cambiarle la vida. El aspirante a ingeniero nunca pensó que lo que ahí vería se convertiría en la base de un emprendimiento llamado Auto Chilango, que aglutina ya a más de un millón de personas y que está dando luces a los automovilistas de la capital del país. Básicamente, lo que sucedió es que estando al interior de la secretaría, Guillermo se dio cuenta de los dolores de cabeza que sufrían los conductores con todos los temas regulatorios de la ciudad, mismos que si bien podían estar a la su disposición, eran pocos los que normalmente los consultaban. “Me daba cuenta de que la gente se la pasaba horas preguntando por información que es pública y que está en internet, pero pocos saben eso, entonces decidimos brindarles una solución”, señala en entrevista con Forbes México. De esta manera, Auto Chilango nació en 2013, varios años después de esta experiencia, con el objetivo de ser una plataforma digital capaz de proveer a los automovilistas de toda la información necesaria para su día a día.   El despegue Para fortalecer el proyecto que tenía, Guillermo pidió a su amigo Rodrigo Ramírez que se uniera en su objetivo, convirtiéndose él en director de Mercadotecnia, aunque, en un inicio, prefirieron no correr riesgos. Y es que a pesar de que ya habían lanzado la plataforma a través de una aplicación, ambos prefirieron mantenerse en sus respectivos empleos hasta no ver resultados. “Queríamos ir paso a paso, sabíamos que la idea tenía potencial, pero decidimos que no dejaríamos nuestros trabajos hasta no ver que sumábamos 50,000 descargas, cuando llegaron inmediatamente dijimos ‘es momento de crecer’”, comenta Ramírez. El siguiente paso no era sencillo, involucraba capital para poder mantener el desarrollo, por lo que en su búsqueda de potenciales inversionistas llegaron hasta Silicon Valley, sitio en el que presentaron su idea a al fondo 500 Startups, que decidió apoyarlos. Fueron precisamente ellos, relatan, quienes los ayudaron a tener una mayor claridad sobre lo que pretendían conseguir con su aplicación, apoyándolos en la constitución de su modelo de negocios y dándoles conocimientos que a la larga se convirtieron en pilares para su desarrollo. Fue de esta forma como fueron poco a poco evolucionando hasta llegar al sitio en el que se encuentran hoy, con una aplicación que no sólo brinda a los automovilistas información regulatoria y de trámites, sino ya también data sobre verificaciones, servicios, corralones, seguros para vehículos y más. La última de sus innovaciones fue la colocación de un mapa en el que se pueden ubicar gasolineras, precios del combustible, además de la reputación de las estaciones.   Modelo de negocio Pero, ¿cómo están haciendo Guillermo y Rodrigo para hacer rentable su aplicación? Ellos explican que convirtiéndola en un puente que conecte a empresas de la industria automotriz con los conductores. “Estamos llevando a nuestra plataforma como anunciantes a empresas que tengan productos y servicios relacionados con el mundo de los autos, sobre todo que puedan ser atractivas a las necesidades de los conductores”, señalan. Un ejemplo de esta dinámica, explica Rodrigo, es el trabajo que hacen de la mano con distintas aseguradoras, quienes entrar a la plataforma para ofrecer alternativas a los conductores que terminan contrato, un dato en su base de información de la compañía. A la par de esto, señala, “también tenemos servicios para corporativos de administración de flota, a través de una plataforma web que les va indicando a las empresas las necesidades o puntos relevantes en materia regulatoria para sus vehículos”.   Siguiente paso Buena parte del crecimiento que ha conseguido tener la compañía que suma poco más de un millón de usuarios, se logró durante 2016, cuando la aplicación se convirtió en un aliado clave de los automovilistas durante la crisis ambiental que vivió principalmente el área conurbada de la Ciudad de México. El año pasado Auto Chilango creció 100%, al pasar de 400 a 800,000 usuarios. En lo que va de 2017, el proyecto creció 200,000 más; sin embargo, Guillermo y Rodrigo tienen planes aún más ambiciosos. Su meta es que su plataforma de servicio para automovilistas no sólo se quede en la CDMX y parte de Estado de México, sino que se extienda a toda la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). “A mediano plazo lo que buscamos es que Auto Chilango sea una referencia en toda la megalópolis. El año pasado la contingencia no sólo nos afectó a nosotros sino en general a todos los estados, hay regulaciones homologadas, entonces creo que está la mesa puesta para que cubramos más mercado”, advierte Guillermo. Pero conseguir esta meta no será fácil, comentan, ya que deberán ampliar considerablemente su capacidad de análisis sobre su activo principal: la información, con el objetivo de que toda la gente pueda tener conocimiento de lo que sucede en materia de movilidad. “Tenemos que estar actualizados siempre. Los gobiernos hacen muchos cambios y tenemos que estar preparados para ellos, para poder comunicarlos a nuestros usuarios, siempre estamos buscando la manera de irnos adelantando a todo lo que sucede”, concluyen.

 

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