En el municipio de Zacoalco de Torres, Jalisco, no puedes pasar cinco minutos bajo el sol sin quejarte. La empresa Fortius, lejos de detestar este clima, invertirá 22 millones de dólares —418 millones de pesos, según el tipo de cambio actual— para aprovecharlo con un huerto solar de nueve hectáreas, desarrollado con capital 100% mexicano. Esta apuesta cobra sentido ante uno de grandes problemas energéticos que enfrenta la entidad: aunque ocupa el cuarto lugar de consumo eléctrico del país, apenas produce 3% del total. Además, Jalisco no figura en el top 5 de proyectos renovables. En el caso de la energía solar, se posiciona hasta el puesto número 13, de acuerdo con datos del gobierno federal. El clima en la zona es semiseco y alcanza los 40 grados celsius en verano. La incidencia solar es de 7.3 horas diarias, “por encima del promedio nacional”, destaca el directivo. El proyecto es capaz de alimentar eléctricamente a 32,000 viviendas de interés social, estima Sergio Alcalde, fundador y director de Fortius en entrevista con Forbes México. Pero la energía se dirigirá a complejos industriales vecinos, enfocados en el sector manufacturero y de refrescos. Además, según Alcalde, parte de la energía reforzará la calidad de la luz en el municipio de Zacoalco y Acatlán. La primera fase tendrá ocho MegaWatts (MW) de capacidad que ocupó 14 millones de dólares. Para transportar la electricidad, Fortius construyó una línea de media tensión de 500 metros de longitud.
  La tecnología detrás del huerto Las condiciones del lugar, aunque no son hostiles como en el desierto de Sonora o Coahuila, las nubes de polvo de más de 20 metros merodean las instalaciones. La tecnología juega un papel importante en la operación del huerto.Los paneles que utiliza Fortius son Duomax, fabricados por Trina Solar. Para hacer más eficiente a las celdas, el gigante chino ha añadido un segundo cristal en la parte trasera que hace más eficiente al panel que puede resistir el impacto de un granizo del tamaño de una bola de beisbol. A partir de la tercera década de operaciones, un panel promedio genera electricidad por debajo de 80% de su capacidad. “En el año 30 de este parque cada panel va a estar produciendo al 83% de energía”, explica el country manager de Trina Solar, Dan López. Este proyecto en México es el más grande en el que participa Trina en América Latina, el segundo está en el desierto de Itacama en Chile.

Huerto solar de Fortius en Jalisco. (Foto: Raúl Martínez.)

  ¿Y cómo se limpian los paneles? Detrás de la infraestructura del huerto está la estadounidense Alion Energy. Esta compañía, en lugar de bases de acero o plástico para los paneles, eligió una estructura de concreto en forma de rieles que soportan el peso de los encargados de limpiarlos: drones. El CEO de la firma, Mark Kingsley, explicó que el cemento evita el riesgo de corrosión. Además, en un terreno rocoso como el de Jalisco, se vuelve muy costos taladrar para instalar la infraestructura. Durante la temporada de lluvia, el terreno se llena de barro. Durante el recorrido en la época seca, nubes de polvo merodean las instalaciones. Cuatro drones de 100 kilogramos se encargan de limpiar y darle mantenimiento a los 26,000 paneles.  Un panel queda limpio en 10 segundos. Cada dron es capaz de limpiar el equivalente a 2 MW. Su sistema de limpieza permite hacerlo en seco y con agua. “Un humano usa un litro por panel. El dron emplea 250 mililitros”. La batería del drone es recargable y su carga se genera a través de las fotoceldas. El directivo de Alion explica que este sistema es 20% más barato que el costo de trabajo humano. Y no ve nada malo en usar robots en lugar de generar empleos que son sucios y peligrosos para humanos. “La automatización me gusta cuando evitas insolación o cortas carne, para eso es buena”.

Huerto solar de Fortius en Jalisco. (Foto: Raúl Martínez.)

  16 MW, el siguiente paso Tanto López como Alcade ven retos para las energías renovables, los principales, el financiamiento y la regulación. “El principal reto es el desconocimiento de la parte financiera, pues los bancos son una gran limitante, pero estos proyectos demuestran que sí es posible recuperar las inversiones”, dice Alcalde. Estima que el retorno es de 20% en cinco años mientras sea la comercialización la base para este tipo de inversiones. López considera que, aunque la regulación es buena en términos generales, la burocracia comienza incluso para proyectos pequeños con un mínimo de 0.5 MW. “En otros países ese límite es superior. La regulación a pequeña escala todavía estamos con cuestiones que impiden que se detone todo el potencial”. Pese a los obstáculos y oportunidades en el mediano plazo, el directivo de Fortius espera que para diciembre de 2016 se inaugure la segunda etapa en diciembre de 2017, con capacidad total de 16 MW. Hoy la firma mexicana tiene contratos con seis compañías industriales y esperan sumar hasta tres más. “Se ve un panorama claro para que tengamos un México más sustentable”. añade.

Inauguración del huerto solar de Fortius en Jalisco. (Foto: Raúl Martínez.)

 

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