El presidente Mohamed Mursi fue removido de su cargo por el ejército de Egipto por no cumplir con las demandas del país; informaron la transición apoyada por líderes políticos y religiosos.   Reuters   EL CAIRO – Las Fuerzas Armadas de Egipto derrocaron el miércoles al presidente islamista Mohamed Mursi y anunciaron una transición con el apoyo de un amplio grupo de líderes políticos, religiosos y de agrupaciones juveniles. Tras un día de drama en el que se desplegaron tanques y tropas cerca del palacio presidencial mientras se cumplía el plazo límite impuesta a Mursi, el comandante de las Fuerzas Armadas anunció por televisión que el presidente “no logró cumplir con las demandas del pueblo”. En un discurso televisado, en el que apareció rodeado de líderes militares, religiosos y figuras políticas, el general Abdel Fattah al-Sisi declaró la remoción efectiva de Mursi y dio a conocer la hoja de ruta para el retorno a la democracia. El presidente de la Corte Suprema Constitucional será el jefe de Estado interino, asistido por un consejo y un gobierno tecnócrata hasta que se convoque a nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias. “Quienes estuvieron en la reunión acordaron una hoja de ruta que incluye pasos iniciales para alcanzar la construcción de una sociedad egipcia fuerte que sea cohesiva y no excluya a nadie y ponga fin a el estado de tensión y división”, dijo Sisi. Tras el discurso, miles de manifestantes que se oponían a Mursi comenzaron a celebrar en la Plaza Tahrir de El Cairo, gritando, haciendo ondear banderas y prendiendo fuegos artificiales. Muchos salieron a recorrer la ciudad en sus autos haciendo sonar las bocinas. Pero un comunicado publicado en la página de Facebook de Mursi tras el discurso de Sisi rechazó los dichos del militar y calificó los hechos como “un golpe de Estado militar”. El país árabe más poblado del mundo ha estado en conflicto desde la caída de Hosni Mubarak en medio de los levantamientos de la Primavera Árabe a principios de 2011, generando preocupaciones entre aliados de Occidente y de Israel, con el que Egipto tiene un tratado de paz de 1979. El líder islamista pasó el miércoles trabajando en una oficina presidencial en un complejo de la Guardia Republicana en un suburbio de El Cairo, que fue rodeado por alambrados y barreras erigidas por las fuerzas militares. También se desplegaron vehículos blindados y soldados para evitar que los partidarios de Mursi marcharan desde un sector cercano al palacio de Gobierno. No estaba claro si Mursi había sido arrestado. El diario estatal Al-Ahram dijo que las fuerzas militares le dijeron a Mursi a las 1700 GMT que ya no era el jefe de Estado. Más temprano el miércoles, fuentes de seguridad dijeron que se había impuesto una prohibición de viajes internacionales a Mursi y otros miembros de alto rango del Movimiento Hermanos Musulmanes. “Por el bien de Egipto y por exactitud histórica, llamemos a lo que está pasando por su nombre real: golpe militar”, había dicho horas antes Essam El-Haddad, asesor de seguridad de Mursi, en un comunicado. Los jefes militares, que buscan restaurar el orden en un país sacudido por las protestas contra las políticas islamistas de Mursi, hicieron un llamado a luchar en un comunicado titulado “Las horas finales”. Las Fuerzas Armadas dijeron estar dispuestas a derramar sangre contra “los terroristas y necios”, luego de que Mursi se negó a renunciar a su cargo de elección popular. Vehículos blindados patrullaban los alrededores de la sede central del canal de televisión estatal, donde todo el personal no esencial fue evacuado, dijeron fuentes de seguridad. En un comunicado de último momento pocos minutos antes de las 1500 GMT, la oficina de Mursi dijo que se podría formar un gobierno de coalición como parte de una solución para superar la crisis política. Pero los partidos de oposición se negaron a negociar con él y en su lugar se reunieron con los comandantes de las fuerzas armadas. El canal de televisión Egipto25, que pertenece y es dirigido por los Hermanos Musulmanes, continuaba emitiendo una cobertura en vivo con la pantalla dividida sobre las manifestaciones a favor de Mursi. Durante la jornada, Sisi se reunió con el principal líder opositor liberal -el ganador del premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei-, con las máximas autoridades religiosas musulmanas y cristianas y con líderes de partidos islámicos más pequeños. También participó el movimiento de protesta juvenil que lideró las manifestaciones contra Mursi.

 

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