El auto autónomo de Volvo ya es una realidad y está a punto de comenzar una travesía de un año por las calles de Gotemburgo, Suecia. Desde principios de 2017, la compañía sueca ha comenzado a reclutar familias locales para que formen parte de su programa Drive Me, un experimento en el que 100 camionetas XC90 autónomas serán usadas por el mismo número de familias como su vehículo principal. “Volvo es una de las primeras empresas en tener una flota de 100 autos listos para probarse en el tráfico real con gente normal en escenarios de tráfico matutino y nocturno”, explica a Forbes México Torben Eckardt, director de la empresa en nuestro país. En el North American International Auto Show de Detroit pudimos ver de cerca la XC90 modificada, un modelo que, de no ser por los rótulos en la carrocería, pasaría desapercibido pues ha ocultado todos los sistemas de seguridad de manera muy sutil y elegante. El proyecto, que empezará con 25 autos e irá expandiéndose poco a poco, “busca entender cómo se comporta el auto y cuáles son las expectativas de los consumidores”, dice Marcus Rothoff, director del Programa de Conducción Autónoma de Volvo. Lee también: 2016: el año en que los autos se manejaron solos “Queremos saber lo que los usuarios esperan de un auto autónomo, cómo podemos establecer una relación de confianza con el coche. La confianza es uno de los factores más importantes, si no confías en el auto, en cómo se comporta, como conserva su carril o como hace los cambios de carril no podrás comenzar a hacer otras cosas dentro del auto, como revisar tus correos electrónicos o tus mensajes”, dice Rothoff. La XC90 modificada para el proyecto Drive Me tiene muchos más sensores que el modelo de línea. A la unidad estándar de radar y cámara que se encuentra en todos los vehículos se han añadido un nuevo radar detrás de la fascia delantera, otro más en cada esquina, una cámara de alta resolución en la parte trasera y al frente una cámara de alta resolución, un radar más potente y un sensor Lidar (radar de luz). Además se han colocado dos cámaras en cada uno de los espejos laterales, una apuntando hacia atrás y una hacia abajo, de forma que puedan capturar objetos cercanos al auto, así como las líneas de los carriles o la banqueta, por ejemplo. Toda la información recopilada por el sistema es procesada por el “Cerebro de Conducción Autónoma”, una computadora con varios sistemas redundantes que registra y analiza los datos en tiempo real. “Para hacer un auto completamente autónomo y libre de supervisión necesitas un sistema de marcha redundante, y eso significa que algunos de los sensores están conectados a una fuente de energía y otros a otra. Siempre puedes llevar el auto a un alto total seguro. Lo mismo aplica para los frenos, la dirección y los sistemas eléctricos”, explica Rothoff. Aunque el sistema de Volvo ya permite la conducción autónoma en prácticamente cualquier condición, aún hay excepciones, dice Rothoff: “Con la conectividad a la nube podemos hacer frente a situaciones demandantes y desafiantes, pero en casos como como una tormenta de nieve, condiciones de hielo, mal clima o poca visibilidad, no permitimos la habilitación de la conducción autónoma.” “Drive Me es nuestro viaje de la conducción supervisada a la no supervisada. Nuestro objetivo es tener una oferta comercial para 2021. Lo que Drive Me nos da es un enfoque centrado en el humano, nos ayuda a entender lo que nuestros clientes esperan de la conducción autónoma”, añade el ejecutivo. Lee también: ¿Un coche autónomo debería matar a sus pasajeros? Tú decide Por supuesto, a pesar de que técnicamente la conducción autónoma sea posible hoy, aún falta mucho camino por recorrer para que la tecnología sea implementada. “La regulación tiene que ser adaptada, las autoridades y los países tienen que colaborar, no sólo las empresas”, dice a su vez Eckardt, director de Volvo en México. La compañía automotriz se ha creado una buena reputación como fabricante de los modelos más seguros en el mercado, y busca reforzar esa imagen comprometiéndose a que para 2020 haya cero muertes en sus vehículos a causa de un accidente vial. Combinar ese enfoque de seguridad con la conducción autónoma podría ser el diferenciador máximo en un par de años. Al respecto, Eckardt afirma que, “Un auto autónomo debe ser una sala en la que te puedas relajar y no estar estresado, deberías poder sentirte relajado y seguro, disfrutar el tiempo y usarlo en algo útil en vez de manejar. Ésta es la autonomía que Volvo está impulsando con tanta fuerza, que puedas reclinarte y relajarte.”

 

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