Se dice que en el mundo de la innovación, sin importar su índole, las preguntas más básicas y profundas son las que suelen tener la respuesta a los desarrollos tecnológicos más vanguardistas: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿cómo se puede hacer más sencillo?, ¿se podría hacer mejor? Las preguntas son ese puente que transitamos de la penumbra hacia la luz. Esa búsqueda por encontrar una luz más prístina, que refleje los colores de la realidad en su asombrosa potencia y multiplicidad, es lo que ha hecho de LG uno de los punteros tecnológicos en materia de imagen. Prueba de lo anterior es su OLED TV, uno de los televisores más innovadores y sorprendentes en el mercado global de las pantallas, encontrando a LG como el autor de un nivel supremo de definición, contraste, brillantez y nitidez frente a otros televisores de su tipo. En suma, la OLED TV es la simplificación audiovisual inteligente más razonada a la fecha, misma que ha potenciado y enriquecido el trabajo de diseñadores, cineastas, corporativos de diversos sectores, e incluso medios de investigación científica.
Sin embargo, la solución y el planteamiento lógico más profundo de la que ha sido nombrada la mejor TV OLED por la Asociación Europea de Imagen y Sonido (EISA, por sus siglas en inglés) por seis años consecutivos, habita en la naturaleza, justo en la antípoda extrema del noroeste europeo, en donde LG se planteó una máxima que habita en el universo, en la teoría del color y, sí, en la innovación tecnológica: “sólo en la oscuridad puede existir luz verdadera”, es por ello que una estrella brilla más en un firmamento negro, o la luz proyecta con suma contundencia la belleza de las cosas durante la noche. Así, la magia de una sala de conciertos que pasa de la expectante oscuridad y el silencio a una multitudinaria fiesta de color, la película que acaba de comenzar, o bien la intensa vibración de los cuerpos luminosos que habitan y danzan hipnóticamente a la sombra más seductora son también la génesis de esa verdad audiovisual que prima sobre el negro. El negro es la base de la mejor definición televisiva del mundo. Los negros perfectos crean colores perfectos, así como en las auroras boreales de Islandia. Este es el parangón ideal de la OLED TV LG, la cual brinda la más vasta combinación visual proveniente de ocho millones de píxeles de autoiluminación, mismos que pueden controlar su propia luminancia de forma individual, destaca de forma suprema por la riqueza en todos los colores y sus múltiples matices, revelando hasta los detalles más ocultos de las formas. Sólo un invento de esta naturaleza se puede potenciar de forma noble e integral con otras tecnologías. En este sentido, la LG OLED TV cobra un sentido aún más protagónico en la palestra de la calidad audiovisual, a través de su revolucionario procesador inteligente α (Alpha) 9 incorporado, mismo que perfecciona exponencialmente su rendimiento, a través de la inteligencia artificial. Además, la OLED TV de LG garantiza una experiencia cinematográfica superior, diseñada exclusivamente para el hogar o ambientes más acogedores (pensemos una presentación o una sesión en el trabajo), a la que se suma toda la gama de soporte para HDR avanzado en Technicolor, basándose en la férrea tradición de LG para soportar formatos HDR protagónicos, desde Dolby Vision a HDR10 y HLG (hybrid log-gamma). Con su OLED TV, LG logra reimaginar el mundo a través de una nueva forma de ver las cosas, y de paso, reconfigurar la industria televisiva como la conocíamos hasta hace no mucho. Hoy, la innovación visual tiene un nuevo portal. ¿Ya lo conoces?
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