Luego de un reposo que las vides iniciaron en el otoño pasado, finalmente la zona vitivinicultora de Querétaro empezó con la cosecha de la uva, el pequeño fruto en el que se basa hasta un 15% de la economía del estado.
La derrama anual que propicia la industria estatal, de 4 mil millones de pesos, ya se encuentra en los niveles previos a la pandemia, de acuerdo con Eusebio Colinechi, líder del cluster vitivinícola queretano.
“Ahora, luego de la pandemia que fue una época muy dura para todos, y donde padecimos la falta de insumos, finalmente nos recuperamos”, comentó en entrevista en el marco de la vendimia de la productora Freixenet.
El reto principal ahora, explicó, vuelve a ser el clima: “Menos lluvias han sido favorables para nosotros, porque le van bien al fruto, sin embargo, aunque tenemos menos hongos, la planta se afecta con el sol”.
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Así, expuso que el clúster que lidera realiza constantes investigaciones en favor del gremio.
El grupo vitivinícola de Querétaro se integra por 30 proyectos, principalmente viñedos y bodegas, y genera 400 empleos directos, así como 900 indirectos.
El grupo produce 3.5 millones de botellas de vino al año, y reúne anualmente a 1 millón de visitantes.
La fiesta por la cosecha o el vendimiaje, inició el 23 de junio, y concluirá el 23 de septiembre, esperando sumar la asistencia de 350 mil visitantes a una treintena de eventos.
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