En su tiempo libre, Adam Steinbaugh caza a los propietarios de los sitios web que publican “porno involuntario”, imágenes íntimas creadas pensando sólo en el ser querido.   Por Kashmir Hill   El trabajo de tiempo completo de Adam Steinbaugh es ser asistente legal de un abogado independiente en Los Ángeles, pero lo que le apasiona de verdad es su extraño hobby: cazar sitios de porno venganza. En los últimos dos años, ha pasado cientos de horas rastreando las identidades de las personas que inevitablemente resultan ser hombres que dirigen “sitios web con porno de venganza”, donde fotos de desnudos pensadas sólo para el ser querido son expuestas públicamente, a menudo exponiendo el nombre de la persona, su información de contacto y perfil de Facebook, junto con sus partes íntimas. En su blog, Steinbaugh ha ayudado a denunciar al “hacker de sombrero blanco” y actor porno detrás de Texxxan, el dúo que dirige YouGotPosted, y el baterista de Oklahoma responsable de  WinByState; actualmente persigue a los propietarios de otros sitios, cuyos nombres no voy a mencionar aquí. “Yo estaba muy molesto con lo que le estaban haciendo a estos hombres y mujeres, y quería hacer algo al respecto”, dice Steinbaugh, de 31 años. Una vez expuestos, los hombres están sometidos a la vergüenza pública. A veces, la gente da de baja sus sitios cuando se enteran de que Steinbaugh va a exponerlos. Otros arremeter contra él. “Recibo amenazas de muerte y amenazaron con demandarme”, dice. No ha sido demandado todavía, pero los que ha expuesto sí. Los sujetos detrás de YouGotPosted fueron multados con 385,000 dólares por publicar pornografía infantil. El fiscal general de California está llevando a cabo procesos penales en contra de YouGotPosted y WinByState, tratando de atraparlos por robo de identidad, extorsión y, en el caso de WinByState, hacking. Steinbaugh, un defensor de la libertad de expresión, se muestra escéptico ante el intento de criminalizar por publicar la foto de alguien y su perfil de Facebook como “robo de identidad”, pero espera que los cargos de extorsión sí procedan. El más famoso de estos sitios, IsAnyoneUp, era orgullosamente dirigido por un veinteañero californiano llamado Hunter Moore, pero fue apuñalado, su información fue expuesta públicamente, lo demandaron, intimidaron y, finalmente, fue detenidos y acusados ​​por presunta piratería informática en correos electrónicos de las personas para obtener fotos de desnudos. Mientras que las personas que presentan fotos de desnudos de otras personas pueden meterse en problemas legales (por una suma de hasta 500,000 dólares en algunos casos), los operadores de sitios suelen estar protegidos gracias a la ley que protege a los proveedores de contenido de la responsabilidad por las cosas que sus usuarios escriben. A pesar de eso, y tal vez como resultado de la experiencia de Hunter Moore, muchos otros operadores de sitios porno venganza se mantienen a la sombra. Steinbaugh hace lo mejor para ubicarlos y exponerlos, como ya ha hecho con tantos otros. “Los proveedores de porno venganza tienen miedo de Adán Steinbaugh, y con razón. Es muy, muy bueno en lo que hace —rastrear personas que no quieren ser rastreadas– y este tipo de habilidad ejerce una presión inmediata y de gran alcance en los sitios porno venganza”, dice Mary Anne Franks, profesora de derecho en la Universidad de Miami que ha contribuido a la a la legislación que penaliza a los autores de porno venganza. “Hay muchas personas que dicen solidarizarse con las víctimas, pero Adam es una de las pocas personas que realmente hace algo para ayudarlas. Y lo hace de forma discreta y modesta.” “No sé si mi enfoque de humillación pública ha sido eficaz. No sé si alguno de estos individuos se preocupe por ser expuesto en el blog de un tal Adam”, dice Steinbaugh, pero “lo poner a disposición pública la información que reúno es de gran ayuda para los abogados y las víctimas si demandan.” Antes de la facultad de Derecho, Steinbaugh pasó un año en MySpace como especialista en abuso de seguridad, rastreando a personas que publicaban spam o contenido inapropiado en el sitio. Esa labor involucraba rastrear direcciones IP y presentar informes a los culpables a proveedores de servicios de internet y redes de publicidad. Comenzó su cacería de sitios de porno venganza después de terminar la escuela de leyes en Loyola, en Los Ángeles en 2012. Él fue inspirado por el trabajo del blogger legal Marc Randazza que sospechó de un esquema de extorsión en el sitio de publicación de fotos de desnudos IsAnybodyDown, citando evidencia de que el hombre que lo dirigía fingía ser un abogado con otro nombre a quien se le podrían pagar 250 dólares por que “luchar” para que esas imágenes fueran bajadas del sitio. “Las habilidades de investigación de Adam y su tenacidad son imponentes”, dice Randazza, quien no era estaba al tanto de que sirvió como inspiración para Steinbaugh hasta que me acerqué a él. “Creo que Adam ha sido una fuerza muy poderosa en la lucha contra la pornografía involuntaria. Personalmente, he usado su investigación, y he visto los archivos que ha proporcionado a todo el mundo.” La caza de Steinbaugh por lo general comienza con una búsqueda en Who.Is para ver la información de contacto usada para registrar el sitio, lo cual resulta útil a menos que hayan utilizado un proxy de privacidad para ocultar sus detalles. Él usa una herramienta de búsqueda, DomainTools, para ver qué otros sitios web están alojados en el mismo servidor; la información de contacto en esos sitios web puede no estar ocultar, como fue el caso de un “probador de intrusiones” tejano albergaba la página web de su madre en el mismo servidor que su sitio porno Texxxan. Steinbaugh revisa los metadatos en los logos de un sitio web con un extractor EXIF. Usa archive.org para revisar la historia del lugar y sus Términos de Servicio para encontrar alguna pista de identificación. Analiza los metadatos asociados con los correos electrónicos que, por ejemplo vincularon el correo electrónico del operador IsAnybodyDown a la dirección de correo electrónico de un abogado inexistente. Y peina el código de la página web en busca de cualquier comentario que pueda conducir a la identidad de alguien o información filtrada a través de la publicidad en el sitio. A menudo incluyen código de un afiliado que los anunciantes usan para pagar a alguien por el tráfico que redireccionan. “Estos sujetos usan el mismo código que otros sitios web más legítimos, así que puedo ver el Sitio A y El Sitio B con porno venganza con el mismo código afiliado”, dice. Su investigación no siempre es digital. A veces la realiza través de fuentes anónimas anticuadas o poniéndose en contacto con las víctimas. “Cuando estos chicos comienzan a estos sitios, tienden a publicar fotos de la gente que conocen y a menudo dejan pistas”, dice. Y hay intercambio de información entre muchas de las personas que están trabajando para detener los sitios como éste, incluidas las víctimas que han comenzado grupos de defensa y académicos como Danielle Citron (colega de Forbes) y Mary Anne Franks. “Los abogados confían en sus profundos análisis de los datos de los propietarios de sitios web, su identidad y su activos, por lo que es la columna vertebral de la mayoría de estas demandas en contra de la porno venganza “, dice Rebeca Wells, quien dirige WomenAgainstRevengePorn.com. “Desde la perspectiva de la víctima, es una de las pocas personas en que confío en este movimiento; él ha estado ahí para nosotros desde el primer día. Siempre bromeo con que nunca duerme. La única razón por la que sé que lo que hace es porque una vez que lo llamé y lo desperté.” Citron y Franks admiran su trabajo, pero dicen que no puede detener la marea. “Es una gota en el océano”, dice Citron. “Todavía hay más de 40 sitios dedicados exclusivamente a la pornografía de venganza y muchos muchos más con salas para los devotos de la porno venganza. Sin embargo él ha llamado la atención sobre el problema y estoy agradecida.” “¿Lo que me molesta, y no es culpa de Adam, es que algunas personas tomen el esfuerzo de personas como él como prueba de que no hay necesidad de cambios estructurales para hacer frente a los daños de la porno venganza”, dice Franks, que está impulsando a los estados a aprobar leyes para tipificar como delito la publicación de “porno involuntario”. “Los vigilantes pueden tener un impacto dramático, pero a menudo no presentan una amenaza real para el orden existente.” Steinbaugh piensa que la vigilancia y la desaprobación social de la venganza porno está funcionando. “Creo que la marea está cambiando”, dice. “El cambio en la opinión pública está ayudando a cerrar esos sitios. Lo ideal sería que la gente se conformara con una norma social que dice que no está bien publicar una foto de alguien desnudo sin su permiso, pero esa norma se viola demasiado a menudo, así que a su vez nos quedamos con una combinación de vigilancia, demandas, acusaciones penales y esfuerzos legislativos para tratar de detener el flujo de fotos íntimas en nuestras pantallas. “Adam es un héroe anónimo del movimiento anti porno venganza”, dice Frank. “Él sólo hace lo que puede para que el mundo sea un poco menos seguro para esas terribles personas.”

 

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