Un empresario dijo que OttoPérez, ex presidente de Guatemala, se llevaba la mitad de todo lo que cobraban a los empresarios para ayudarles a defraudar al fisco, como apunta la Fiscalía.   Reuters El empresario guatemalteco Salvador Estuardo González reconoció ser el contable de una mafia aduanera dirigida por el ex presidente Otto Pérez Molina, convirtiéndose en el primer acusado que respalda las investigaciones que llevaron a la dimisión y arresto del ex mandatario a comienzos del mes. González aseguró en una audiencia judicial el lunes que Pérez Molina y su ex vicepresidenta Roxana Baldetti, también en prisión preventiva a la espera de juicio por el caso, se llevaban la mitad de todo lo que cobraban a los empresarios para ayudarles a defraudar al fisco, como apuntaba la Fiscalía. “Fui yo quien identificó como 1 y 2 al presidente y a la vicepresidenta para efectos de distribución del dinero”, dijo sobre los pseudónimos que aparecían en las cuentas de la mafia que las autoridades incautaron en varios allanamientos en abril. “El 50% de los sobornos eran para el 1 y la 2”, agregó el acusado, quien fue imputado y enviado a prisión preventiva en junio junto con otros 28 implicados en la red. La declaración confirmó las pesquisas de la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), respaldadas por la ONU y Estados Unidos, que señalan a González, alias “Eco” en las grabaciones, como pieza clave para la operación financiera de la organización criminal. El testimonio es un revés para la defensa de Pérez Molina, quien está en prisión preventiva a la espera de juicio en diciembre tras ser imputado por defraudación aduanera, cohecho pasivo y asociación ilícita. El arresto del ex mandatario a pocos días de la primera vuelta electoral coronó una oleada de escándalos de corrupción que impulsó al humorista Jimmy Morales, quien ahora es favorito para ganar la presidencia de la mayor economía de Centroamérica en un balotaje el 25 de octubre ante la ex primera dama Sandra Torres. La defensa de Pérez Molina trató de frenar el proceso legal por las “débiles evidencias” en su contra, que incluyen vagas referencias a “el 1” o “el dueño de la finca” en la documentación y las llamadas interceptadas, y una sola escucha en la que sale su voz de las casi 80,0000 analizadas. González agregó que la embajada de Estados Unidos estaba al tanto de las irregularidades en las aduanas, en las que también implicó a una ex superintendente de aduanas y al ex secretario privado de Baldetti, prófugo de la justicia.

 

Siguientes artículos

Fed de San Francisco insiste en subir tasas en 2015
Por

Este mes, la Fed decidió retrasar una anticipada alza de tasas de interés desde su nivel actual cercano a cero por cient...