Este texto fue publicado originalmente el 21 de junio de 2018.  En un mitin en Oaxaca, una mujer se acercó a Beatriz Gutiérrez Müller con una petición que más bien parecía una exigencia: “¡Usted, cuide el voto de los mexicanos para evitar que una vez más se roben la elección!” Al escuchar aquello, Beatriz Gutiérrez Müller le pidió a la mujer que se acercara a ella y le soltó: “¿Por qué me pide a mí cuidar su voto? Usted tiene que cuidar su voto señora y, al hacerlo, está cuidando el mío, el de sus vecinos y el de los que viven en su sección electoral”. Licenciada en Comunicación y con una maestría en Letras Iberoamericanas por la Universidad Iberoamericana de Puebla, Gutiérrez Müller habla en exclusiva con Forbes México sobre la agitación política que vive el país rumbo al 1 de julio, el domingo en el que tendrán lugar las elecciones más competidas de la historia reciente de México. “El cuidado del voto hay que tomárselo en serio”, afirma. “Pero si no inoculamos esa idea en la sociedad mexicana, la robadera de votos se perpetuará y nunca podremos alcanzar esa democracia transparente”.
Durante la conversación ocurrida en la Casa de Cultura Frissac, en el centro de Tlalpan (al sur de la Ciudad de México), Beatriz no menciona el nombre de su esposo, Andrés Manuel López Obrador; tampoco dice que él será el vencedor de la jornada electoral y, en algún tramo de la charla, considera tener diferencias con las “opiniones del partido en el que milita mi marido”. Así habla bajo su carácter de ciudadana. Beatriz, ¿qué tan avanzados estamos en la transición democrática? En el año 2000 yo era reportera y me tocó estar en la sede nacional del PAN con Vicente Fox. Yo lo vi cruzar para llegar al pódium, pero no te cuento eso. También me tocó cubrir una elección en el Estado de México y ahí pude ver varias mapacheras, las casas que se usan para comprar votos. Las descubrí y las reporté; también me tocó ver el acarreo de votos. Vamos, me quedé con ese sinsabor de ver que hay todavía elecciones sucias. ¿Tú consideras que actualmente se presenta ese problema? Y si es así, ¿qué sentido tiene la participación política en una ‘democracia simulada’? Yo no soy candidata, nunca lo seré. No me gusta a mí eso de la participación político-electoral, pero estoy con quienes creemos que algún día tiene que triunfar la democracia y que debemos de quitar esas malas prácticas. Hay muchas formas de arribar al poder, pero creo que hay dos elementales: una, a través de elecciones democráticas y limpias; otra, a través de asaltos al poder, como ha ocurrido en muchas revoluciones sociales y políticas que ocurrieron en el Siglo XX. Entonces, creo que aunque el árbitro sea parcial, hay que jugar ese juego porque no hay otras vías para los que queremos una transformación pacífica. Tenemos que jugar el juego, pero denunciar las irregularidades porque tenemos que lograr, los que creemos en la democracia, que algún día ninguna elección en México sea cuestionada, no solo la presidencial. En América Latina nos ganan muchos países en prácticas democráticas. Costa Rica, Uruguay, Chile y, aquí en México, a pesar de todo lo que hemos luchado nosotros y otros anteriores a nosotros, desde Madero tomándolo como un punto de partida, pues les quedamos a deber. LA FORMACIÓN CRÍTICA DE BEATRIZ Gutiérrez Müller apunta que su formación como reportera, además de la académica, le ha permitido generar una visión crítica respecto a los procesos democráticos del país. ¿Crees que las elecciones sigan siendo sucias? No son sucias, son muy sucias, lo siguen siendo en México.  Si tú me dices que hay democracia, pues en la ley puede que sí, en la cúpula puede que así lo proclamen, se ufanan de ello. Escuché a un miembro del INE (el Instituto Nacional Electoral) decir que la democracia mexicana es más valorada afuera que adentro. Bueno, yo dije: “Uy, y ¿todas las mapacherías de las que sabemos, la compra del voto, las dádivas? Por lógica, ¿en qué país del mundo las boletas son custodiadas por el ejército? Pues en un país en donde no hay democracia. ¿En qué lugar del mundo se dan por válidos los resultados electorales en donde votó más de 100% de los miembros de una casilla? Eso no es democracia. Actualmente, en las campañas existe un sentimiento de desconfianza generalizado. ¿Tienes alguna preocupación en específico respecto del desarrollo de los comicios del 1 de julio? Sí. Hay un descrédito de la autoridad electoral. Obvio, ellos han validado fraudes, algún tipo de delitos electorales que se presentan, el tribunal lo ha hecho también, pero no hay mensajes claros. Yo, como mexicana, te diría que no percibo un mensaje claro al día de hoy sobre una certeza electoral. Están a prueba ellos también y los mexicanos estamos a prueba, los candidatos también están a prueba. Es una elección importante por eso, porque vamos a demostrar si puede más nuestra capacidad de votar que nuestra pereza. Si estamos dispuestos a votar por quien queremos, aunque nos hayan bombardeado con campañas negras. El temor es real, las encuestas han sido elementos que utilizan para manipular, sí son mañosos. Pero no han hecho nada que no se haga en otras partes del mundo, si revisas procesos electorales de Estados Unidos, Rusia, Colombia, Nicaragua, hay muchos procesos que te invitan a hacer ese tipo de análisis y hay muchas cosas a valorar. Estamos aprueba para todos. Pero esta desconfianza no solo se enfoca en las autoridades sino también en los partidos políticos. Hay mucha desconfianza hacia los candidatos… Pero fíjate, el mexicano es tan noble que a pesar de los abusos electorales evidentes, no menciono casos para no herir susceptibilidades, vuelve a tener fe porque el mexicano está apostando por la vía pacífica electoral. El mexicano quiere paz, yo quiero paz, pero quiero también que el que gane, sea o no mi candidato, gane bien, que no sea cuestionado su triunfo, y en eso no es solamente que tanto o no hacen los candidatos y sus partidos o los independientes, sino todos y te diría, los mexicanos escogemos a alguien y se nos olvida. Yo creo que tenemos que dar un paso siguiente de una democracia real a una con adjetivos, una democracia, por ejemplo, participativa, que no nos dé miedo opinar públicamente ni exigir respuestas. Te doy un balance rápido: ¿cuánta gente que te rodea conoce a su diputado? ¿cuándo un diputado consulta al electorado en su distrito? Nunca mi diputada ha venido a preguntarme si yo estaba a favor o no de alguna iniciativa, pero también debe existir más participación de los ciudadanos en la cosa pública. Hay temas fundamentales en los que debemos de opinar los mexicanos y no que se deje a la suerte de un diputado levantadedos y antidemocrático que vota según su bancada. Aquí, a la mejor discrepo de opiniones del partido en el que milita mi esposo, pero hablo como ciudadana lo que yo pienso. LA TAREA (INEVITABLE) DE TENDER PUENTES A través de una visión más amplia y sin enfocarse únicamente en la jornada electoral y los resultados que ésta arroje, es indispensable construir un proceso de reconciliación entre los mexicanos, toda vez que en estas campañas electorales se ha generado un sentimiento comunitario de desgaste y encono entre la población, apunta Gutiérrez Müller. Beatriz Gutiérrez Müller es enfática: “No tengo interés alguno en integrarme a la dinámica de la participación política electoral”; es necesario –añade– “impedir que la política invada a tal punto la convivencia”. ¿Qué tiene que ocurrir a partir del 2 de julio? En el caso del próximo presidente su obligación será tender la mano, no solo a sus adversarios que no lo quieren o han demostrado no quererlo. Porque el partido principal es México, no hay otro partido político más importante. En este proceso de cambio y transformación profunda México es necesaria la gobernabilidad. ¿Crees que será necesaria la cogobernabilidad a partir del 1 de diciembre? Te voy a poner un ejemplo: después de la lucha fratricida de los salvadoreños, es impresionante su modelo, ellos llegaron a firmar la paz y en la misma mesa acabaron sentados todos los involucrados en el proceso revolucionario (empresarios, banqueros, guerrilleros, políticos, intermediarios, pastores). ¡Qué fuerte! Imagínate, todos ellos sentados, llenos de agravios, que impresionante experiencia. Tú me hablas solo de la gobernabilidad oficial, pero hay un poder abajo invisible que también domina, llámalo como quieras, no le vamos a poner etiquetas, pero hay poderes fácticos que también requieren estar en esta gran cruzada por el entendimiento. Así le llamaría. Queremos paz, pero necesitamos mirar lo que vivimos en ciertos estados de la República y no alcanzamos a entender. Hay estados en situación de guerra, estamos hablando de refugiados, desplazados, la cifra negra de personas desaparecidas pasa del medio millón, hay mucho duelo. ¿Me estás entendiendo cuando hablo de diálogo y gobernabilidad? Es muy complicado, el próximo presidente, pero también los futuros gobernadores de Jalisco, Veracruz, entre otros, si no entienden esto, será más de lo mismo. LA FIGURA DE LA PRIMERA DAMA Beatriz transita por estos temas con soltura y responde de forma muy directa, incluso cuando se le cuestiona si le gustaría que su participación en el proceso de reconciliación del país, que ocurriría a partir del 2 de julio, pudiera ejecutarlo bajo la figura de Primera Dama, si su esposo gana la elección. ¿Dónde estarás el 2 de julio? Espero en mi casa porque habrá pasado una larga noche, cual sea el resultado. Espero que sea un resultado que deje contentos a todos, que nadie lo cuestione. ¿Cómo vas a participar en el proceso de reconciliación del país? Como lo he hecho hasta ahora, me gusta el diálogo, es una convicción filosófica, un modo de vida, y así me veo. ¿Cómo Primera Dama? “No, soy cero política, pero el diálogo es de todos los que quieran tomarlo. Me considero una humilde pacifista.

 

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