Por Uriel Naum A. y Oscar González La Alianza para la Prosperidad es un buen negocio para todos los involucrados, incluyendo a Estados Unidos, además de que fue aprobada en su momento tanto por legisladores del Partido Demócrata como del Republicano, por lo que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no tendría por qué poner en riesgo esta iniciativa que beneficia al Triángulo Norte de Centroamérica, dijo el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, en entrevista exclusiva a Forbes. “Yo siempre dije que al margen de quién ganará la elección en Estados Unidos, la Alianza para la Prosperidad tenía un blindaje y es el apoyo de ambos partidos. Si al final el señor Trump lo que desea es que no lleguen más migrantes irregulares en este caso de Honduras o de Centroamérica, la mejor muralla que puede construir es que la región tenga oportunidades de crecimiento económico y prosperidad”, dijo el presidente hondureño. Puedes leer: EU debe mantener apoyo en Centroamérica Para el mandatario, la raíz del problema de la migración tiene como origen principal la violencia generada por el tráfico de drogas y armas que se consumen masivamente en Norteamérica, por lo que considera que Estados Unidos tiene responsabilidad compartida en esta problemática de la región. “Bajo esta idea de que es una responsabilidad compartida lo que sucede en nuestros países, es que hemos invitado a participar en la Alianza a México, Colombia y la Unión Europea, pero obviamente no podemos esperar a que todas las estrellas se alineen; tenemos que empezar y Honduras ya lo hace. Por año invertimos más de 950 millones de dólares solo en Honduras con los mismos objetivos de la Alianza para la Prosperidad”, comentó Juan Orlando Hernández. La Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte fue planteada al presidente Barack Obama en 2014 por los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador como una estrategia integral para atacar de raíz el problema que representa el flujo migratorio irregular de Centroamérica hacia los Estados Unidos. Como respuesta, el gobierno estadounidense aprobó un paquete económico de 750 millones de dólares para apoyar proyectos productivos e impulsar políticas de seguridad en Centroamérica. El 10 de enero de 2017, John Kelly, nominado por el presidente electo Donald Trump para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional, defendió la necesidad de que el gobierno que él integrará siga apoyando a Centroamérica para mejorar las oportunidades allí y reducir la migración hacia el norte. “La mayor parte del tiempo, (los inmigrantes centroamericanos) no vienen aquí por ningún otro motivo que no sea tener oportunidades económicas y escapar de la violencia”, dijo Kelly en su audiencia de confirmación en el Senado para formar parte del gabinete de Trump. Lee la entrevista completa con el presidente de Honduras en la siguiente edición impresa de Febrero de Forbes Centroamérica.

 

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