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Estas son las 30 promesas de los negocios 2024
cintillo-2014 De aviones a bolsos, pasando por vestidos de noche, tocados, bisutería y joyería, hoy lo que se lleva es compartir y alquilar el lujo.   La descrita como economía colaborativa es una tendencia de consumo que han favorecido las nuevas tecnologías, la sensibilidad por un consumo más responsable y la crisis. Esta nueva forma de consumir ha llegado también al sector del lujo. Prolifera la oferta para disfrutar sin poseer, jets, automóviles de lujo e incluso joyas de gran valor, abriendo el mercado a muchos que antes no podían (o no querían) acceder a estos niveles de precio. De aviones a bolsos, pasando por vestidos de noche, tocados, bisutería y joyería, hoy lo que se lleva es compartir y alquilar el lujo. Cuando hablamos de aviones, automóviles o yates, compartir y alquilar tiene muchísimo sentido. No sólo por el alto costo de compra, también porque estos placeres llevan asociados gastos de mantenimiento muy altos independientemente de su uso. También para otras categorías, como la moda y los accesorios, parece que la decisión más lógica, desde un punto de vista muy racional, es sólo pagar por el día que disfrutaremos y usaremos ese vestido, ese bolso o esa joya. En los últimos años han surgido en todo el mundo nuevas empresas basadas sobre este modelo de consumir. Compartir jets y yates fue de las primeras propuestas que recibieron los llamados individuos de alta renta (HNWI). Pero esta forma de consumo imparable ha llegado ya a los relojes. Eleven James, fundado por un ex ejecutivo de Net Jets y Marquis Jet, nos permite redefinir la experiencia de descubrir y experimentar un reloj de lujo. Hace accesible a casi todos, a partir de 249 dólares al mes, el disfrute de tres a seis relojes diferentes al año. Entre las marcas que proponen Rolex, Patek Philippe, IWC o Vacheron Constantin. Un esquema similar centrado en la joyería es el que propone la londinense Soleil dÓr, ofreciendo acceso exclusivo a una colección de joyas en cualquier lugar del mundo. La marca de nombre francés, aunque de origen inglés, se presenta como un club privado al que sólo se puede pertenecer por invitación. Ambas plataformas, además de facilitarnos el acceso a joyas y relojes, son también un mercado secundario para dar salida y nueva vida a nuestras alhajas. En la moda la reina del alquiler de vestidos es Rent the Runway, que nace en 2009 en EU, objeto de inversión de los fondos de capital riesgo más renombrados, ha captado más de 50 millones de dólares para su desarrollo. Una muestra más del potencial percibido de esta nueva forma de consumir lujo. En Europa existen ya varios campeones locales, Girl Meets Dress, en Reino Unido 24 Fab,‎ que es líder en España. Otros como Etiquette o La más Mona siguen sus pasos. En otra liga, Innovias, centrado en vestidos de novia, ha abierto su primera tienda en México DF en el mes de febrero. La tecnología nos permite hacer realidad lo que antes era un imposible. Esta forma colaborativa y compartida de consumir abre un nuevo mercado. Y las marcas de lujo le dan la bienvenida porque no ven en este nuevo canal de venta un competidor, sino un gran aliado. Si vaciamos nuestros armarios tendremos ganas de llenarlos otra vez… Si damos salida a los objetos del pasado, necesitaremos los de hoy… Muchas de las  personas que antes nunca considerarían o podían comprar un vestido de Marchesa o un reloj Patek o una joya de Chopard, deciden ahora disfrutarlo por un tiempo limitado y pagar sólo por ello. No sólo es el momento de alquilar también el de reciclar la moda. En el auge de la economía colaborativa, prosperan las webs que nos ofrecen vender nuestro armario, ya sea con fines benéficos o no. Y lo vendido no es viejo, sino vintage. Es valioso por ser único y también por su origen. Los primeros clientes de estos negocios han sido las personas que admiramos, celebridades, actrices y famosos que nos dicen que ellos no tiran, sino que reciclan. It and Vip en España sigue los pasos de Vestiaire Collective en Francia, una de las inversiones más exitosas del grupo Condenast. Hemos pasado de la obsesión por poseer al interés por utilizas, hemos decidido como sociedad no sólo alargar la vida de los objetos, sino ensanchar su uso. Es mas, nos gusta que nuestras cosa vivan nuevas vidas y se reinventen en manos de sus nuevos propietarios. Buenas noticias, una vez más, para el lujo.     Contacto: Twitter: @mariagiron www.mariaeugeniagiron.com www.observatoriodelmercadopremium.ie.edu [email protected]       *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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