Por James P. Scriven* Esta historia comienza en 2016, cuando mis colegas de BID Invest recibieron una invitación del Gobierno de Argentina para explorar cómo incentivar la inversión en energía renovable por parte de inversores internacionales. Especialistas de los sectores privado y público trabajaron de cerca con la Subsecretaría de Energías Renovables en revisar los acuerdos de concesión, explorar los instrumentos financieros óptimos y en consultar las condiciones legales necesarias para que un programa de energía renovable prosperara. Si bien, sobre el papel, todo parecía estar en orden, faltaba algo. Nuestro equipo de inversión se dio cuenta de que el cambio climático y el impacto a la biodiversidad ponían en riesgo el éxito del programa. Para mitigar esos impactos y aumentar la resiliencia de los proyectos, ofrecimos asesoría al gobierno y al sector privado. Hoy en día, el programa RenovAR ha permitido a Argentina atraer inversores globales y a cambiar la matriz energética con marcos regulatorios y políticas públicas con estándares internacionales. Nos impresionó tanto el calibre de los proyectos que incluso aportamos financiación. Actualmente BID Invest ha financiado siete proyectos, cuya capacidad instalada es de 4,460MW. Nuestra experiencia en financiar a las asociaciones público-privadas (APP) demuestra que los factores no financieros son determinantes para el éxito de los proyectos y, en muchas ocasiones, incluso más que los aspectos financieros. Varios instrumentos a disposición de los bancos multilaterales de desarrollo pueden ayudar a que las APP sean exitosas. Esto es lo que hemos aprendido hasta ahora: 1) Tenemos que conocer a nuestro cliente. Los bancos rara vez pierden dinero solo por problemas de crédito. Pierden dinero porque sus clientes enfrentan asuntos reputacionales que les generaron problemas de crédito. La OCDE estima que la corrupción reduce las inversiones en los países en 5% y aumenta el costo de hacer negocios en un 10%. En Perú, la paralización de obras debido a Lava Jato llevó al país a una pérdida equivalente a 1.5% del PIB. La gobernanza corporativa nos ayuda a identificar la calidad de nuestros clientes, lo cual es clave tanto para el manejo de riesgo como para la promoción del desarrollo. Recientemente, en Uruguay, BID Invest hizo un estudio de aspectos de integridad aplicado a los promotores de un proyecto de transporte y a la gobernanza de un vehículo de propósito especial (SPV, por sus siglas en inglés). Durante el análisis fue especialmente importante entender el proceso de toma de decisiones en el SPV y las relaciones con los promotores y con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, así como la gestión de riesgos y auditoría. Contar con personal en la región que entienda el contexto local nos posiciona para asegurar que la información y recomendaciones relacionadas con la gobernanza corporativa sean puestas en práctica. 2) El medio ambiente importa. América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo más expuestas a los efectos del cambio climático. Las consecuencias para la infraestructura son enormes; de hecho, la CEPAL estima que, en 2050, las pérdidas económicas anuales derivadas por daños climáticos a este sector alcanzarán hasta el 5% del PIB regional. Ante ello, las APP pueden ser un instrumento para disminuir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia de las obras de infraestructura, a través de salvaguardias que siguen y van más allá de los Normas de Desempeño de la IFC. Los fondos concesionales pueden ayudar al ofrecer términos y condiciones a proyectos que mitigan las emisiones de gases efecto invernadero y que implementan medidas de adaptación al cambio climático. En una planta desaladora de México, nuestra asesoría en APP y cambio climático está ayudando a identificar los riesgos físicos y de transición del proyecto, a entrenar al cliente sobre riesgos climáticos y a calcular las emisiones de gases de efecto invernadero del proyecto. 3) La inclusión mejora la calidad de los proyectos. En Brasil hemos financiado una planta de saneamiento, en esquema APP, para la expansión de las obras de infraestructura en 15 municipios de la región metropolitana de Recife. Esta operación está promoviendo el acceso al saneamiento en una región con alta vulnerabilidad económica. Además, el desarrollador del proyecto está generando más de 1.000 empleos durante la etapa de construcción de la planta, y el 20% del personal son mujeres. La creación de empleos, la incorporación de poblaciones tradicionalmente excluidas y la equidad de género eliminan los riesgos asociados con la exclusión social, añaden valor a una APP y promueven el desarrollo de los mercados, como en este caso de agua y saneamiento. Nuestra experiencia y apoyo en los temas no financieros ha demostrado que el buen gobierno corporativo y la promoción de sostenibilidad social y ambiental influyen de forma determinante en el éxito financiero de las APP a largo plazo. Estos casos confirman que las APP sostenibles tienen más posibilidades de éxito. También dan más certidumbre a los inversionistas, sobre todo en sectores menos maduros o más innovadores, lo cual permite cerrar las brechas de infraestructura y fomentar el desarrollo. El BID y BID Invest abordarán este enfoque de apoyo a las APP durante el foro PPP Américas 2019, a celebrarse el 15 y 16 de mayo en Punta Cana, República Dominicana. *Gerente General, BID Invest.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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