El próximo 29 de abril se cumplen los primeros 100 días de la llegada del Presidente Joseph R. Biden Jr. a la Oficina Oval de la Casa Blanca, con un especial interés sobre los resultados en términos del manejo de la crisis económica y sanitaria ocasionada por el Coronavirus el año pasado. Es incuestionable que una de las historias de recuperación más atractivas en el mundo para este 2021 proviene de Estados Unidos –junto con China–. 

Se estima que la economía norteamericana pueda crecer entre 6% y 7% este 2021 (OCDE 6.5%, FMI 6.4%, Consenso Bloomberg 6.2%, Banorte 6.1%), después de haber caído 3.5% durante la Crisis del Coronavirus en 2020, con pronósticos que constantemente se han estado revisando al alza desde inicios del año. Este artículo analizará los factores de estas previsiones tan optimistas.

EE.UU. liderando el crecimiento en economías avanzadas

Esta visión promisoria en torno a la economía norteamericana –la cual ha ocasionado un repunte de sus principales índices accionarios a nuevos máximos históricos– difiere un poco respecto al ritmo en que se irán recuperando otros países desarrollados, y ni se diga respecto al que probablemente se observará en la gran mayoría de las economías emergentes. Justo esta preocupación sobre una recuperación desigual en el mundo se externó en las recientes Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial. Al margen de la necesidad de llevar a cabo política públicas coordinadas para una recuperación más homogénea en el mundo, la expectativa positiva sobre EU. se centra en tres grandes pilares.

Estímulos, vacunas y reactivación del consumo detrás de la recuperación

El primer pilar se centra en la importante respuesta de política económica. Por el lado de política monetaria, el Banco de la Reserva Federal continúa con su programa de inyección de liquidez a través de compra de activos (el cual podría comenzar a disminuirse a partir de finales de este año) y todavía mantiene su tasa de referencia (i.e. Fed funds) en prácticamente cero (y probablemente no la incrementará hasta finales de 2022). Esto asegura condiciones monetarias laxas y bajos costos de financiamiento por un largo periodo de tiempo. 

Por el lado de política fiscal, el anuncio del nuevo paquete de estímulo por 1.9 billones de dólares o cerca de 8.4 puntos porcentuales del PIB aprobado en marzo –que se adhiere a los 5 planes por casi 18.1 puntos porcentuales del PIB–, así como el nuevo plan de infraestructura por 2.25 billones de dólares han ayudado a fortalecer la situación actual de empresas, familias y gobiernos. 

El segundo pilar es el eficiente plan de vacunación. Actualmente EE.UU. ha logrado vacunar 37 de cada 100 habitantes en base a la información de la agencia gubernamental Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). En su primera conferencia de prensa el 25 de marzo, el Presidente Biden anunció una expectativa mucho más ambiciosa de la que se había planteado originalmente en relación al número de personas vacunadas, con una meta de 200 millones de personas al alcanzar los primeros 100 días de su administración. 

Adicionalmente, ha advertido que la economía norteamericana se abrirá por completo el emblemático día 4 de julio –en el cual se conmemora su independencia–, tomando en cuenta que la inmunidad de rebaño podría alcanzarse a finales de junio de acuerdo con las más recientes proyecciones del CDC. Este puede ser un punto de inflexión importante, ya que podría marcar una diferencia significativa en la transición hacia una nueva realidad pospandemia.

El tercer pilar se centra en los cambios en los patrones de consumo de los habitantes en EU., que al combinarse con elevados niveles de ahorro, podrían generar una derrama económica importante en la segunda mitad del año, tal como sucedió con los “felices años veinte” en el mundo occidental en la década de 1920. En varias encuestas (e.g. New York Times o Ipsos) se observa que algunas de las primeras actividades que se llevarán a cabo bajo condiciones de salud “más seguras” se encuentran: viajar, asistir a eventos deportivos, reunirse con amigos e ir a restaurantes. 

Hasta el momento, la información económica dada a conocer –tanto cifras duras como encuestas de sentimiento empresarial o de los consumidores– han validado esta expectativa favorable de recuperación. A pesar de que no podemos dejar de reconocer algunos riesgos que podrían surgir en el horizonte (e.g. rebrotes), las estrellas se han alineado para una recuperación más promisoria, lo cual está sustentando la tesis de inversión en los mercados financieros basada en la “reflación”

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Contacto:

Alejandro Padilla es Director Ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados de Grupo Financiero Banorte. *

Twitter: @alexpadillasan

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