El ex líder sindical, que estaba internado en un hospital del norteño estado de Tamaulipas, murió en las primeras horas del lunes.   Reuters   El polémico ex líder petrolero mexicano Joaquín Hernández Galicia, conocido como “La Quina” y quien en la década de 1990 estuvo preso por su enfrentamiento con el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, falleció el lunes a los 91 años. Hernández, quien dirigió por tres décadas el poderoso e influyente sindicato del monopolio petrolero estatal Pemex, fue arrestado en 1989 acusado de homicidio y acopio de armas, en un escandaloso episodio conocido como “el quinazo”, ocurrido semanas después de que Salinas asumiera la presidencia. El ex líder sindical, que estaba internado en un hospital del norteño estado de Tamaulipas, murió en las primeras horas del lunes, dijeron familiares. “Por la edad de mi padre, con 91 años, tenía complicaciones de salud. El colon, con mal funcionamiento del riñón, luego una infección en las vías respiratorias”, dijo Joaquín, hijo de Hernández, en entrevista telefónica con Reuters. El arresto de “La Quina”, a quien según críticos se le sembraron pruebas en su contra, ocurrió tras evidentes diferencias con Salinas, quien impulsaba políticas consideradas neoliberales a las que Hernández se oponía. Se cree que el ex líder sindical, quien dejó la prisión en 1997 por una amnistía tras ser condenado a más de 30 años, llamó a decenas de miles de trabajadores petroleros a votar por el candidato opositor Cuauhtémoc Cárdenas en las elecciones presidenciales de 1988. Opositores dijeron que en esos comicios hubo un fraude electoral que dio la victoria a Salinas. Hernández y sus seguidores dijeron que las acusaciones de haber asesinado a un agente federal y de poseer armas fueron un invento. Amnistía Internacional lo llamó un preso político por atreverse a oponerse a los planes de privatización del gobierno y criticar públicamente al presidente. “Nunca he matado, ni voy a matar”, dijo el ex líder sindical durante una entrevista con Reuters en septiembre en su casa de Ciudad Madero, en el norteño estado de Tamaulipas. El cadáver del agente fue hallado afuera de la casa de Hernández. “Lo tiraron aquí, debe haber pasado tres días, el muerto apestaba”, agregó el ex líder sindical, flanqueado por una pintura que mostraba a Hernández desnudo con seis brazos, troncos de árboles como piernas y una mazorca de maíz colocada sobre sus genitales. Políticos de la oposición han acusado en repetidas ocasiones de corrupción al actual jefe del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps. Hernández dijo en la entrevista de septiembre que Romero Deschamps era su protegido y que lo traicionó al ayudar a enviarlo a la cárcel. “Era muy servil, ha sido el peor enemigo. Era mi chofer, nada más”, agregó.

 

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