Por: Miguel Alegre*

En el contexto actual, la transformación digital es y será un factor determinante de éxito en los negocios para líderes empresariales, y si bien, análisis recientes aseguran que ha acelerado la implementación de proyectos que en la antigua normalidad hubieran tomado más de dos años, también se han evidenciado debilidades digitales críticas.

Para muchas empresas, la crisis sanitaria ha sido la prueba de fuego para entender dónde se encuentran en términos de digitalización, qué tan avanzados están y cuáles son sus retos o áreas de debilidad. También ha develado que la velocidad no garantiza la exclusión de errores u operaciones más sólidas. De hecho, especialistas de software de gestión, como  Workfront, aseguran que 70% de las iniciativas digitales no alcanzarán sus objetivos tras la contingencia. ¿Cuál sería la razón? La respuesta es contundente: no se trata sólo de adoptar tecnología, sino de contar con profesionales con habilidades y talento adecuado para saber cómo gestionarla, aplicar y desarrollar una verdadera transformación digital.

La carencia de un entendimiento real de lo que es transformación digital es una constante en nuestras charlas con alumnos o empresas que buscan explotar sus beneficios en pro de sus proyectos, pues no se trata de entenderla solo como adopción tecnológica, sino como un proceso que implica un cambio cultural para la organización construyendo una visión digital, entendiendo los cambios en los hábitos y necesidades del mercado, usando metodologías ágiles, incorporando el uso de la tecnología en sus procesos de operativos y de relacionamiento con sus clientes, y con esto crear nuevos modelos de negocio o adaptar los existentes.

Con base en lo anterior, el factor clave que determina el éxito de la digitalización es el talento humano, y en la medida que lo enfoquemos a las necesidades reales del mercado y de las empresas, de manera natural construirá bases más sólidas para continuar evolucionando hacia una era en donde la tecnología será la piedra angular en el desarrollo de cualquier economía, sector y sociedad.

Conscientes de que en la transformación digital el factor clave es el capital humano, es decir, tanto colaboradores en activo, como el talento que recién egresa de las instituciones académicas, y de que su rol y conocimiento actuales podría ser diferente a lo que se espera y visualiza para el futuro, en ISDI observamos 3 ejes a desarrollar para darle a la digitalización, todo el carácter de transformación.

  • Capital humano con conocimiento de negocio digital (o Digital Business Skills). La adquisición de una visión Digital Business será una base sólida de conocimiento que realmente sea un motor de evolución. Contar con expertos que sepan desarrollar estrategias y modelos de negocio acordes a la nueva economía digital, ventas y generación de demanda a través de plataformas digitales, gestión de clientes y servicio con una perspectiva omnicanal y multiplataforma, será fundamental. Lo anterior, fortalecerá la reconfiguración de los negocios de todo tipo, y la economía en general, pues realmente se contará con estrategias bien estructuradas que le otorguen a las compañías ventajas competitivas, blindaje ante las nuevas condiciones del mercado y respaldo a  la empleabilidad de sus colaboradores.
  • Un verdadero liderazgo digital (o e-leadership). Ante las características del liderazgo, hoy requerimos una evolución de soft a smart skills.  Características, tales como el pensamiento crítico, resolución dinámica de problemas y administración de los mismos en entornos complejos, inciertos y cambiantes, pensamiento startup (gestión ágil y ajustada), así como colaboración a través de entornos digitales, serán los verdaderos cimientos de una nueva cultura. Hoy más que nunca las empresas y sectores completos requieren líderes capaces de evolucionar y adaptarse a la naturaleza cambiante de los negocios, los cuales cada día exigirá cambios más radicales.
  • Habilidades tecnológicas (o tech skills). Saber hacia dónde van las nuevas tecnologías y sus verdaderas e infinitas ventajas permitirá  una reconfiguración real de estrategias y modelos económicos que nos lleven hacia una transformación más contundente. Los nuevos talentos deberán pensar en la inteligencia artificial, la cultura data driven, el e-commerce, las plataformas de customer experience, así como el marketing y publicidad digital, etcétera, como necesidades básicas, pues solo de esta manera podrán adentrarse y competir en una era donde la economía digital es una realidad consolidada.

Para enfrentar el desafío, debemos entender bien nuestras necesidades de negocio digitales y cuál es el verdadero talento que requerimos para afrontar los retos. Solo así podremos capitalizar al máximo nuestra inversión en digitalización y obtener el retorno esperado.

Si empresas globales han experimentado una transformación digital positiva, es porque sus líderes han vuelto a lo fundamental: re-enfocar la mentalidad de colaboradores, capacitarlos, modificar su cultura y los procesos antes de decidir qué tecnología usar. Sin duda, el futuro que estos líderes han imaginado ha impulsado su evolución digital, y no al revés. En México, vemos un panorama que avanza; sin embargo, aún hay mucho por hacer. Es importante que empresas e instituciones de cualquier nivel soporten ese salvavidas llamado capacitación y profesionalización, pues será la única manera de que el capital humano con el cual cuentan entienda las verdaderas implicaciones de la transformación y aceleración digitales.

Contacto:

Miguel Alegre, CEO de ISDI México*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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