El presidente de la Reserva Federal de Chicago, prevé que la economía estadounidense no alcanzará las metas sobre el empleo, así como un nivel de inflación hasta dentro de tres años, tiempo durante el cual el banco central debería dejar las tasas de interés a niveles que estimulen la actividad.   Reuters La Reserva Federal debería pecar de cauta en su próxima decisión sobre cuándo elevar las tasas de interés para no estropear la recuperación en una débil economía global, dijo el lunes el presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans. “El mayor y más costoso riesgo a la baja es que por nuestra prisa por volver a la política monetaria habitual podamos estancar el avance y dar marcha atrás a circunstancias económicas de años recientes”, con crecimiento menor al potencial, baja inflación y tasas de interés cercanas a cero, dijo Evans en una conferencia en Indiana. “Deberíamos ser excepcionalmente pacientes” al elevar tasas, incluso al punto de permitir que la inflación se acelere por sobre la meta de la Fed, sostuvo. Evans estima que la economía estadounidense no alcanzará las metas de la Fed del empleo pleno y una inflación de un 2% en hasta tres años, tiempo durante el cual el banco central debería dejar las tasas de interés a niveles que estimulen la actividad, al tiempo que las eleva leve y cautelosamente. Sus comentarios y otros formulados durante el fin de semana enfatizaron en cómo las crecientes preocupaciones sobre la economía mundial están complicando al debate interno de la Fed sobre un alza inicial de las tasas de interés, que se espera para el próximo año. Con la debilidad de la zona euro y la desaceleración en China, existen pocas presiones inflacionarias desde el exterior. En tanto, Evans y otros funcionarios de la Fed han notado que la valorización del dólar podría desacelerar la inflación al hacer más barato a los bienes importados, frenando al mismo tiempo las exportaciones y producción en Estados Unidos. En comentarios que advirtieron sobre las dificultades en Europa y Japón para acelerar la inflación, Evans dijo que ve pocas presiones sobre los precios, un débil crecimiento de los salarios y ningún cambio en las expectativas públicas sobre los niveles de precios. Las expectativas de inflación son consideradas un indicador sobre precios futuros, pues el aumento de las mismas, por ejemplo, hace que los hogares y empresas se comporten de una forma que acelera los precios. “Estoy preocupado por la posibilidad de que la inflación no vuelva a nuestra meta de un 2% dentro de un período de tiempo razonable”, sostuvo Evans. El funcionario no tiene actualmente derecho a voto en el comité de política monetaria de la Fed, pero lo tendrá a partir de enero. Sus comentarios, un sumario de lo que podría ser considerado el extremo moderado del espectro de políticas de la Fed, indicaron que un débil crecimiento de los salarios y varias medidas de capacidad ociosa en el mercado laboral suponen que la economía estadounidense aún tiene terreno que recuperar tras la fuerte crisis y recesión financiera del 2007 al 2009. Aún existe “una brecha significativa entre nuestra meta y nuestras condiciones actuales”, sostuvo.  

 

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