Ésta es la historia de Ferenz Feher, fundador y director general de Feher & Feher. Ferenz es uno de los consultores de negocios más reconocidos, no sólo en México, sino a nivel internacional.       Ferenz Feher es un hombre al que le da lo mismo si es lunes o viernes, vive su vida con pasión, haciendo lo que más le gusta hacer. Ferenz se define como una persona sumamente inquieta, tenaz, con objetivos grandes y altos, pero muy bien planteados. Es un necio que trabaja en sus objetivos hasta que se logran. Ha sido mesero, ha trabajado en el campo y también ha servido ricos helados. Licenciado en Administración de Empresas por el Tecnológico de Monterrey, Master en Franquicias por el Institute of Certified Franchise Executive en Miami, Florida, y ex presidente de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF).   Todo comenzó hace 23 años, en la universidad… En ese tiempo, su papá tenía un negocio de electrónica en el centro, el cual le dio para poder comprarle un automóvil a Ferenz; él estaba terminando el último año de la licenciatura, cuando comenzó, en sus tiempos libres, con su primer emprendimiento: arreglar aparatos electrónicos. Sí, era más barato mandar arreglar el televisor o la videocasetera en lugar de comprar otra. Ferenz iba personalmente a las casas de sus clientes, recogía los aparatos, los llevaba a reparar y los regresaba a la casa de su cliente… Esto le llevó a tener 150 aparatos electrónicos para componer simultáneamente, así como un control y contabilidad a mano, en tarjetitas. Sin embargo, Ferenz descubrió que su negocio no era reparar aparatos electrónicos, sino que su negocio era el servicio y la confianza que le daba a sus clientes, ya que ¿cuándo ibas a dejar entrar a un extraño a tu casa, hasta la habitación principal, para que se lleve tu TV? Pues Ferenz, sin darse cuenta, lo descubrió y lo logró. El valor del servicio y el valor de la confianza, no tienen precio.   Abriendo brecha Y es que fue cuando los dueños de electrónica Steren, que en aquel entonces, era una tienda de electrónica en el centro, en la calle de República del Salvador, se lo llevaron a trabajar con ellos, estuvo 3 o 4 meses atendiendo en mostrador. Hasta que un día, y en el boom de las franquicias de McDonald’s, los nuevos dueños, se preguntaron: ¿y por qué no franquiciamos? A lo que Ferenz se preguntó: “¿Fran…qué? ¡Pero nosotros vendemos bocinas, no hamburguesas!”. Eso no los detuvo, se asesoraron con 2 despachos que se dedicaban al desarrollo de franquicias. Trabajó durante 8 años en Steren, le tocó abrir las primeras 38 tiendas franquicia. Todos nos preguntamos: si le iba tan bien económicamente arreglando aparatos electrónicos, ¿por qué aceptó trabajar como empleado en Steren? Porque le aposto a ganar comisiones sobre las ganancias que producían las franquicias, hecho que le hizo ganar infinitamente más.   Casa no da para negocio, pero negocio sí da para casa Con la devaluación del año 94/95 y aún trabajando en Steren, abrió una franquicia propia en Cuernavaca. Le fue bastante bien. Ya con planes de boda, entendió que casa no da para negocio, pero negocio sí da para casa, así que el ahorro que invertirían en una propiedad, lo utilizaron para poner su segunda franquicia, esta vez en Acapulco. ¿Pero quién predice los fenómenos meteorológicos? A los 2 meses de operación, llegó el Huracán Paulina y se lo llevó todo. A punto de cancelar la boda –y la luna de miel– por la falta de recursos económicos, el seguro les pagó todo tan sólo unos días antes de la boda. “Es uno de los beneficios de tener franquicia, y tener todo en orden”, comenta. Actualmente ya vendió esas dos franquicias. Después de Steren, se asoció en un despacho de consultoría, hecho que no duró mucho tiempo, ya que su socio no compartía su visión y decidió terminar la relación de negocio, pero no la de amigos.   La tercera es la vencida: Feher & Feher Cursando un Diplomado en Alta Dirección en el IPADE, y siendo el presidente de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF), tuvo la gran idea de echar andar su propio despacho de consultoría. Comenzó con una casa enorme, sin muebles y con 4 empleados. Le pregunté: “¿Por qué una casa tan grande para empezar?” A lo que Ferenz me respondió: “Siempre pensé y quise algo grande para llenarlo, y no algo chico para luego tener que cambiarme, o peor aún, como sucede en muchos casos, quedarse chico porque su contexto le hace pensar en chico, es un reto importante”. Y así fue: fueron creciendo de manera exponencial y hoy da empleo a 65 personas y tiene oficinas en el Distrito Federal, Guadalajara, Los Ángeles, Miami, Guatemala y Perú. Así que Feher & Feher está hecho de su apellido, sueños y metas, muchas horas de trabajo, confianza y amigos. Actualmente, Feher & Feher está reconocida por el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) como incubadora y aceleradora de negocios de alto impacto, convirtiéndose en una gran herramienta para los emprendedores. Ferenz dona horas de su tiempo como mentor de emprendedores en distintas aceleradoras de negocios, como Endeavor México y Victoria 147.   Las 5 lecciones de Ferenz para los emprendedores:
  1. No le teman a las crisis, ellas generan las mejores oportunidades y mucho crecimiento.
  2. Desenchúfate del mundo de vez en cuando y platica contigo. ¿Cómo sabes si te caes bien?
  3. Redefínete: tu meta, no es meta fija. Metas constantes. ¿Cuál es tu siguiente meta?
  4. Cuestión de objetivos… ¡Arriésgate! Piensa y actúa en grande, no importa ganar menos en un inicio.
  5. Aprende a respetar tus decisiones y no echarte para atrás.
  Ferenz tiene 4 libros publicados, el más reciente se titula: Franquicias con Impacto Social, de editorial LID, en coautoría con Karen Feher, Klaus Gérman y José Antonio González; se los recomiendo mucho, disfrútenlo. Después de todo, que bueno que Ferenz dejó de arreglar aparatos electrónicos porque su negocio en la actualidad, ya hubiera quebrado. Muchas gracias, queridos lectores, espero que hayan disfrutado de esta historia. Espero sus comentarios. Un abrazo.     Contacto: Facebook: facebook.com/stephanielewiss Twitter: @yameroenForbes E-mail: [email protected]       *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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