La edición número 70 del festival más antiguo de la industria cinematográfica pone énfasis en el mundo cultural, pero al mismo tiempo intenta probar que las exhibiciones de arte son un negocio muy rentable.   Reuters   VENECIA  – El Festival de Cine de Venecia tiene reputación por sus lujos y por poner énfasis en el arte sobre el comercio, de modo que el jefe de marketing del evento, Pascal Diot, tiene mucho trabajo por delante para probar que las exhibiciones también generan negocios. Las estrellas, directores de cine y productores que llegan al festival en la isla de Lido transportados por una lujosa lancha a motor o Maserati, tienden a lucir y comportarse como si estuvieran de vacaciones al momento de saludar a sus seguidores, firmar autógrafos y caminar por la alfombra roja. “Lo importante sobre Venecia es estar en competencia, y a nivel artístico, es muy prestigioso, pero no sé si es la capital de todas las transacciones para todas las películas”, dijo a Reuters el martes Xavier Dolan, director del filme franco-canadiense “Tom a la Ferme”. Durante años, Venecia ni siquiera hizo el intento por desempeñarse como una sede para sellar acuerdos de cine, y dejó la tarea a los festivales de Cannes y Berlín en Europa y a la competencia de cine de Toronto que se inaugurará esta semana. Este enfoque cambió el año pasado con la presentación del Mercado de Filmes de Venecia, una iniciativa del director artístico del festival, Alberto Barbera. “El Mercado está creciendo aquí”, dijo Barbera a Reuters. “No digo que hayamos cumplido todas las metas que tenemos para esta iniciativa. Digo que poco a poco el Mercado de Filmes de Venecia será un evento muy importante en el calendario a nivel internacional”, aseveró. El único gran acuerdo anunciado públicamente en Venecia hasta el momento, a puertas de la ceremonia de premiaciones del sábado, es la compra por Harvey Weinstein de los derechos en Estados Unidos de la cinta australiana “Tracks” del director John Curran, luego de su exitoso estreno la semana pasada. La película está basada en una historia real y tiene como protagonista a la estrella australiana Mia Wasikowska, quien encarna a una mujer durante un viaje de auto-descubrimiento por el desierto de su país. Diot dijo que entre 15 y 20 de esos acuerdos fueron negociados para cintas mostradas tanto en la competencia principal como en la otra exhibición importante del festival, Orrizonti, pero que no podía ofrecer detalles. Los acuerdos alcanzados en Venecia y en el festival de cine de Toronto son mayormente anunciados cerca del cierre del evento en la ciudad canadiense, agregó. “Toronto está apenas detrás nuestro así que lo que hacen es anunciar usualmente los acuerdos al final de su festival, con todos los filmes vendidos en Venecia y en Toronto, a fin de que se produzca un mayor impacto (público) y así todo el mundo esté contento”, explicó Diot. Entre las principales compañías de ventas y distribución en Venecia se encuentran HanWay, Match Factory, Elle Driver, Film Nation y Film Boutique, dijo Diot, y agregó que buscaba que Venecia fuera diferente de otros mercados de la industria del cine. “Siempre he querido que Venecia se convierta en un importante centro para establecer conexiones porque la gente está relajada, tienen tiempo, no tienen que realizar demasiadas reuniones para consultas, y pueden discutirlo todo”, afirmó.

 

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