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Estas son las 30 promesas de los negocios 2024

Las acciones de filantropía vivieron su prueba de fuego en 2020. La pandemia de coronavirus SARS-Cov-2 ha sido una de las emergencias sanitarias más graves que ha vivido la humanidad y ha multiplicado las necesidades de la población en un periodo prolongado, el cual no ha llegado a su fin.

Los multimillonarios no han sido ajenos a esta realidad en el mundo. Desde sus empresas o fundaciones, las mujeres y hombres más ricos han emprendido acciones para apoyar a distintos actores de la sociedad.

“Los multimillonarios se están volviendo más activos en la filantropía, sostenibilidad corporativa e inversión sostenible. Incluso están introduciendo innovación”, dice el “Reporte de Millonarios 2020”, elaborado por UBS y PwC.

Alrededor de 209 multimillonarios comprometieron públicamente un total de 7,200 millones de dólares (mdd) en donaciones financieras, bienes, equipo y otros rubros, quizá el mayor monto histórico en esta modalidad, de acuerdo con el reporte del banco de inversión suizo.

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Los cinco principales mercados para las donaciones para Covid-19, de marzo a junio de 2020, fueron Estados Unidos (con 98 millonarios donadores), China Continental (12), India (9), Australia (2) y Reino Unido (9), con un monto total de donaciones por 6,419.9 mdd.

En el caso de México, los millonarios han apoyado causas sociales desde sus empresas, pero también las fundaciones y organizaciones no lucrativas han abierto un frente para impulsar proyectos relacionados con la actual emergencia sanitaria.

“Ha sido un reto enorme, pero, al mismo tiempo, ha brindado una oportunidad muy grande para la acción ciudadana, y no sólo de las organizaciones, sino también de los donantes individuales”, asegura, en entrevista, Lourdes Sanz Moguel, directora de Filantropía del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).

El Cemefi lanzó una encuesta al iniciarse el confinamiento, en marzo del año pasado, y 600 organizaciones y empresas manifestaron que las primeras acciones de apoyo se dirigieron a su equipo de trabajo o a sus beneficiarios, como es el caso de algunas asociaciones.

“Empezó a existir un despliegue importante de alianzas entre organizaciones y empresas, así como del sector gobierno […] Hubo una movilización muy fuerte para hacer cosas juntos, según la experiencia de cada uno”, dice Sanz Moguel.

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En la actualidad, el reto es continuar con las acciones filantrópicas y demostrar que el modelo de alianzas entre la sociedad civil, el sector privado y el gubernamental puede ser funcional en futuras emergencias, y mientras la pandemia de Covid-19 no termine.

“Como sociedad civil, es innegable todo lo que estamos logrando con nuestras acciones, y me parece que también nos permite mirar las cosas desde una perspectiva diferente, desde la relación con el gobierno. Creo que, durante mucho tiempo o en muchos espacios, [había] una confrontación entre lo que debería hacer el gobierno y el ciudadano”, dice la ejecutiva, quien cree que lo vivido nos hace conscientes de las necesidades que tenemos todos.

Centro Banamex Filantropía en tiempos de pandemia
La Unidad Temporal Covid-19 en el Centro Citibanamex. Foto: © Jon Halty/ Halty Photo 22 de abril 2020

UN EQUILIBRIO

El 27 de abril del año pasado, el Centro Citibanamex se convirtió en una Unidad Especial Covid-19 para atender a los pacientes con casos no graves de esta enfermedad, en la Ciudad de México. Este proyecto requirió una inversión de 700 millones de pesos (mdp), aportada por 16 empresas y otras organizaciones.

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El esfuerzo realizado por la Fundación Carlos Slim, Walmart, Bimbo y Coca-Cola, por mencionar algunos, representa, para Lourdes Sanz, un ejemplo de la colaboración y el ánimo de innovar por parte de donantes, organizaciones y gobierno.

“Ha habido mucha innovación, cada uno desde su campo. Destacan la parte de salud y alimentación, pero ha habido muchísimas otras iniciativas en otros campos”, comenta la ejecutiva.

Sin embargo, las organizaciones no lucrativas de menor tamaño han tenido que cerrar o despedir a parte de su personal. En lo particular, Cemefi ha trabajado en el fortalecimiento de las capacidades de estas instituciones para poder responder a las necesidades de los destinatarios, como ha sido el voluntariado virtual o aprovechando un fortalecimiento tecnológico con alianzas internacionales.

La emergencia por la pandemia de Covid-19 no ha sido momentánea, como lo son las inundaciones u otros fenómenos climáticos, cuestión que ha puesto a prueba a las organizaciones no lucrativas y a las fundaciones.

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Además, la diversidad de causas imposibilita homogenizar a toda la sociedad civil, pero esta pandemia mostró que cada institución o persona puede trabajar en conjunto para lograr la armonía en las acciones emprendidas. “Ésta ha sido una prueba superada”, dice Sanz Moguel.

La oportunidad a futuro será capitalizar los aprendizajes recogidos en estos meses, para dar paso al desarrollo de métodos y estrategias para otros grupos, para hacer replicable el conocimiento convertido en acción.

Lourdes Sanz Moguel comprende el reto y la oportunidad que tiene la filantropía, tras vivir esta prueba de fuego, en donde no sólo los millonarios destinaron recursos para ayudar a los demás. “La sociedad civil es complementaria de la acción del gobierno y es, al mismo tiempo, un equilibrio de los poderes, porque la sociedad civil no busca el poder empresarial, como sí lo hace el sector privado, ni busca el poder político, como lo podría hacer el sector gubernamental”, asegura.

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