Este restaurante dentro del hotel Intercontinental de Polanco ha reinterpretado la cocina mexicana, rescatando la tradición y presentándola con mucho estilo. El taco de lechón es uno de sus platos estrella, con una carne muy suave, un poco de chicharrón y una tortilla blanca pequeña. Aunque es considerado como entrada, lo más probable es que se pida más de uno.
Restaurante Limosneros
En en Centro de la Ciudad de México se encuentra una casona antigua donde reviven no sólo la historia arquitectónica del país, sino también su cocina. Es por ello que tienen una degustación taquera de seis tiempos. Ya que si se quiere pedir de uno en uno se puede probar el taco de langostinos, de suadero orgánico o el de carnitas de conejo con salsa borracha. Delicioso. Y para los que quieren taquear hasta cosas dulces, hay uno de frutas.
La Buena Barra
En la Avenida Masaryk se encuentra este restaurante que se distingue por traer el auténtico sabor del norte del país a la Ciudad de México. Los tacos no podían faltar en su menú y su especialidad es el de chile chipotle relleno de carne, una original creación en la que el orden de los factores sí altera el producto, y con un gran resultado. También son muy recomendables dos de filete con hueso de tuétano a lado, muy generosos, y los de jaiba desnuda, sobre todo como entrada.
Pujol
Este restaurante considerado uno de los mejores del mundo presenta un menú de siete tiempos con dos exquisitos tacos que vale la pena probar: el de barbacoa y el de lechón. El primero viene con adobo de chile guajillo, hoja de aguacate y tiene una de las carnes de barbacoa más suaves que se pueden encontrar. El segundo viene en tortilla ahumada, con salsa verde y menta. Por supuesto con la exquisita presentación que los distingue.
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