Amazonas y cocineras

Calafia, esa reina negra, poderosa y bella es el personaje que representa a las amazonas, mujeres independientes, guerreras y valientes que realizaban hazañas y aventuras en la “isla de California”. Esa mujer apareció en el libro de caballería Las sergas de Esplandián, escrito por Garci Rodríguez de Montalvo en el siglo XVI. Carlos Valdez reunió a algunas amazonas modernas en el decimotercer aniversario del restaurante Buffalo BBQ en La Paz, Baja California, hace un mes. Este cocinero sonorense decidió darle el espacio a mujeres de diferentes lares para que mostraran sus platillos en esa ocasión tan especial para él y todos los que han visto la evolución de este espacio que es escaparate de alimentos locales y frescos. Las mexicanas Cristina Kiewek, de La Paz; Adria Montaño, de Tijuana; Tanya Díaz y Sabrina López, de Cabo San Lucas; Gabriela De Souza, de la Ciudad de México; María Dolores Balderrama, de Los Mochis; Marcela Bolaño, de San Miguel de Allende, y la argentina Biqui Gaeda, presentaron sus creaciones en diferentes estaciones de comida. Cada una eligió ingredientes diversos que hablaron de su personalidad, formación y gustos, deleitando a los asistentes al festejo: Adria presentó un marlín ahumado en frío con crispy rice, cashews y yuzu; Tanya un aguachile de almeja chocolata con mayonesa de habanero; Cristina un ostión New Orleans con parmesano y hierbas finas; María Dolores un sope de pulpo enamorado con encurtidos; Gabriela un hojaldre de callo de hacha con guajillo y mousse de cilantro y serrano; Marcela unos sliders de cordero con jocoque y miel de granada; Sabrina una papada con puré de plátano, y Biqui Gaeda unos alfajores y churros. En este festivo picnic paceño las acompañaron el propio Carlos y otros parrilleros norteños como Alberto Collarte, Eloy Álvarez y Paul Zamudio, quienes fueron los maestros de la brasa, con cauques, carnes y pescados. Dany Sánchez preparó coctelería a base de bacanora (mi preferido fue el de hinojo con limón) y licor de chile ancho. La cerveza tampoco faltó.   Mujeres en las cocinas Adria, Tanya, Sabrina, Marcela y Cristina opinaron que en ocasiones una mujer debe mostrar el doble que un hombre en la cocina. María Dolores fue la única que no ha experimentado ningún problema y considera que es más un tema de personalidad que de género. Gabriela dijo que si bien necesitas mucha fuerza física y mental todo el tiempo al trabajar en este ramo, las mujeres pueden con todo eso y más. Ella concuerda con el hecho de que el machismo está presente en ideas erróneas y estigmas como la de que si se es bonita o simpática, por esa razón se obtienen puestos, y no por el talento y el esfuerzo. Marcela contó que vivió en carne propia el cambio de vida al valorar sus capacidades sin división de género: se divorció y su vida dio un giro de 180 grados: incursionó en el mundo restaurantero enfrentándose a los obstáculos de hombres que no soportaban la idea de tener a una mujer como jefa y ahora tiene su propio negocio. Sabrina agregó que si bien aún hay espacios en los que las ven como bichos raros, cada vez más se necesitan líderes en este ámbito. Y Cristina contó que cuando ella empezaba se le daban mejores puestos y salarios a los hombres. Pero hoy en día eventos como éste y diferentes proyectos dirigidos por mujeres son ejemplos de que el panorama puede cambiar. Una mujer no sólo debe ser vista como esa cocinera o ama de casa que consiente a sus hijos, sino como la dirigente de negocios y emprendimientos. Las armas de las amazonas de leyenda de Garci Rodríguez eran de oro. Estas cocineras reunidas en un hermoso destino de mar y desierto no sólo aprovecharon las sartenes, las ollas, las parrillas y los insumos, sino también su creatividad e ingenio para mostrar que hay mujeres que saben manejar una cocina, que son empresarias y que son más que caras bonitas (sin que el hecho de ser guapa no limite o facilite situaciones).   ¿Ser feminista o no? Las historias de cocina también son historias de mujeres y la visibilidad ayuda a la inclusión. Más allá de escribir de una mujer en marzo porque se conmemora el Día de la Mujer, o destacando sólo sus cualidades físicas, hagámoslo en cada oportunidad que podamos. Cambiemos el discurso de que las mujeres somos ese objeto hermoso y seductor; hablemos de lo profesionales que somos y de lo que aportamos en nuestra comunidad (y que ¡ojo!, tampoco está peleado con lo primero). Hay momentos en la vida en que cuando te dicen “feminista” lo tomas como cumplido y no como ofensa. Serlo no es sinónimo de odiar a los hombres: el feminismo es una concepción de vida que busca terminar con el machismo como si fuera la normalidad única permitida. Ser feminista es buscar la igualdad y la equidad entre los géneros a través del reconocimiento de las diferencias y los derechos. No hay una superioridad (o inferioridad) entre los géneros, sino una construcción justa para entornos sociales más sanos. No se trata de ser esa seductora Calafia que no acepta la ayuda de los hombres; se trata de que las nuevas amazonas tengamos las mismas oportunidades y reconocimiento en nuestros entornos.

Buffalo BBQ La Paz Nueva Reforma 115 (dentro del Hotel La Posada) La Paz, Baja California   Contacto: Twitter: @madame_bijoux   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.