Visitamos la planta de Spartanburg en Carolina del Sur, Estados Unidos, para conocer más de cerca la línea de SUVs de BMW y la pusimos al límite para descubrir todas sus capacidades.
X1, X3, X4, X5 y X6 son los cinco modelos que la marca realiza actualmente. Todos ellos tienen versión M, que tiene más potencia, y la versión coupé. Probamos el modelo X3 y lo llevamos incluso hasta terrenos extremos.
La línea X de BMW lleva ya 17 años en el mercado, probando que es un ícono en los SUV de lujo. Su historia data desde 1994 cuando la firma adquirió Land Rover (la cual vendió en 2006). Tomando como base las camionetas de esta marca, en 1999 desvelaron la primera X5. Tardaron unos años en encontrar la esencia característica de estos nuevos vehículos y fue hasta 2002 que se presentó la versión deportiva del mismo, el cual era el SUV más rápido del planeta en su momento. El éxito no se hizo esperar y para 2003 estaban produciendo en promedio 100,000 unidades anuales, lo que dio pie a ampliar la línea.
X3 BMW
El X3 fue el segundo SUV en ser lanzado en 2003. Un crossover compacto cuya primera generación alcanzó a vender 600,000 unidades alrededor del mundo. Un impulso para que la línea creciera rápidamente añadiendo así una versión más lujosa (X6) y una más compacta (X1). Las modificaciones constantes que se le realizan a todos los modelos X es lo que ha impulsado que sea unos de los consentidos para los amantes de los SUVs y que sea una de las líneas líderes dentro de la compañía alemana, ya que aproximadamente uno de cada cuatro vehículos vendidos de BMW pertenece a los X.
Pero ésta aún no está terminada, pues se integra a la familia el modelo bautizado como el X7, mismo que también se construirá en esta planta en Estados Unidos, la cual tiene actualmente una capacidad de 450,000 vehículos anuales.
BMW X3
A lado de la planta de producción de BMW en Spartanburg se ubica la Performance Driving School en donde se encuentra una pista de velocidad, una mojada y una 4X4. Es en esta última en donde probamos las facultades del X3. Lo que descubrimos es que se trata de un vehículo muy cómodo, tanto en tamaño como en interiores. Tiene el confort y la estética adecuados para el uso en la ciudad, pero las dimensiones para llevarlo a terrenos complicados y recorrer distancias largas.
La pista 4X4 inicia con un camino sin pavimentar en donde se puede sentir la camioneta en una superficie irregular, lodosa y con charcos. A pesar del terrero, la suspensión del SUV mantiene la cabina de los pasajeros sin demasiado movimiento y la dirección es muy fácil de maniobrar. Al avanzar, en este camino llega un punto en el que una de las llantas cae en un charco y otra se eleva en un montículo de tierra quedándose con dos llantas al aire. Es aquí cuando se pone a prueba la respuesta, ya que con facilidad el vehículo decide a cuál de las llantas darle mayor tracción para que pueda salir bien librado. La estabilidad resultó ser destacable, ya que aunque se sabe que uno se encuentra en sólo dos llantas este desbalance no se siente.
BMW X3
La siguiente prueba es pasar por una rampa con una pronunciada inclinación. La superficie está hecha de piedras planas que se encuentran húmedas, por lo que podría ser muy resbaloso. A la mitad de la subida nos detuvimos unos segundos, probando así los frenos que en ningún momento permitieron que las llantas se resbalaran. Al llegar a la cúspide de dicha pendiente la superficie se vuelve demasiado irregular lo que coloca el SUV en tres llantas. A pesar del terreno resbaloso la tracción se distribuye adecuadamente y con una muy baja velocidad es posible superar el obstáculo y llegar a la bajada, también bastante pronunciada que el X3 domina sin siquiera rechinar las llantas.
Lo que se demostró en esta prueba es que se trata de un vehículo muy seguro y que, además, es muy amigable y fácil de manejar. Al interior se crea un espacio que hace sentir al conductor siempre en control, sin importar las condiciones externas a las que se enfrenta.
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