Con ese título, exhortando a  los rastreadores a visitar las sensaciones y las delicias artísticas de China, daba la Ciudad de México, el 28 de septiembre del 2016, una cálida bienvenida a la palpitante diversidad creativa del arte chino aprovechando el 45 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre estos dos gigantes países. Ésta traía a nuestra cosmopolita y multicultural ciudad una generosa muestra del apasionante mestizaje cultural de su civilización; aquella que, naciendo en la fértil cuenca del Rio Amarillo allá por el primer milenio AC, sería una de las cunas más fecundas del pensamiento artístico y cuya delicada percepción de la vida, aún hoy, continúa sorprendiéndonos con la sensibilidad de su tinta y el volar de sus pinceles. El afortunado anfitrión que recibiría la muestra de Obras Maestras Chinas sería  el incomparable Antiguo Colegio de San Ildefonso; ese que con la cálida pátina de historia colonial en su esqueleto vería, desde el comienzo de sus atardeceres, llenarse las paginas  de su cuaderno de bitácora de letras escritas  por Jesuitas o por escuelas de Jurisprudencia; ese cuyos portones, a lo largo de su caminar, serían abiertos tanto a cuarteles de tropas , como (y con gran honor) a la Escuela Nacional Preparatoria, y cuyos muros que tantas batallas guardaban silenciosas, llegarían incluso a dar soporte a las pinturas de los mejores muralistas de Mexico. “China no es como la pintan”, rezaba su cartel de bienvenida …. Hay tantas formas de pintar china, de leer sus trazos, de traducir las aguas de sus colores, o las máscaras de sus ancestros, que a uno se le llena la boca de CHINA (Zhóngguó), antes de poder  acercarse a cualquier adjetivo que sea relativamente aproximable  a lo que de allí se desprende. La historia no es que no sea siempre como la cuentan, si no que cada uno cuenta la historia como la ve ( desde sus ojos, su relatividad, su óptica, su subjetividad, u objetividad, desde el apetito que uno tenga, o el sol o la lluvia que disfrutó hoy, desde una añoranza, un estado de animo , desde el alma, o desde los ojos  … ) ; hay muchas historias de la misma foto, así que yo contaré la versión de mi historia vista desde un soleado día Azteca, en el cual pude disfrutar de una colosal muestra  contextualizada en las salas del  edificio Barroco del Antiguo Colegio de San Ildefonso y tejida con el itinerario de un avezado explorador, que haría las delicias del paseo entre el misterio por descubrir la siguiente sala y el sabor de la sorpresa  expectante frente a los  tesoros que allá se revelaban (traspasar el umbral de su puerta…. sería como el navegar de Marco Polo hacia esa apasionante ruta de la seda). La simbiosis entre el arte contemporáneo y el antiguo, tintada allí con sutil y coherente trascendencia, hacía un alegato, a lo largo de todo el trayecto, tanto a la mirada abierta de sus artistas, como a la comprensión que, del lenguaje pictórico de sus predecesores, dejaban constancia los pinceles del arte contemporáneo; todo un festín por disfrutar, toda una docencia por aplaudir. 151 obras de la diversidad cultural  de una China cosmopolita y multicultural distribuidas en varias salas  que iban desde sus corazones en tinta en aguadas espirituales, filosóficas, poéticas, sus naturalezas de ensueño o sus modernas pinturas contemporáneas, hasta los tonos mordaces  de la critica de una gran China universal, pasando por las esculturas que, en sus cincelados, hablaban de las sensaciones y las emociones subjetivas de los objetos que representaban.

Museo de arte de China

En aquel apasionante recorrido, también habría lugar para fascinarse con las máscaras y sus atávicos rituales de animismo, brujerías y bailes, o contar historias ancestrales de la China rural en el juego de sombras de sus tradicionales marionetas (una delicia remedando las representaciones de la opera china) encarnada por sus figuras  móviles de cuero; figuras que aún hoy se siguen produciendo en comunidades de artesanos. Se cerraba la ruta con el certero colofón de la muestra de los tradicionales papeles chinos recortados, toda un homenaje a la memoria popular de la antigua tradición china de los recortes de papel, un arte heredado por Mexico y que aún hoy  sigue teniendo producción  en este país.

Museo de arte de China

Una invitación con los brazos abiertos a sentir y a palpar los enfoques, las perspectivas y los destellos de las Obras Maestras del Museo Nacional de Arte de China. ADELANTE, Señores, PASEN Y VEAN…!!! (Disfrútenla, por que estará abierta hasta el mes de Febrero)   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México. Más información: www.margaritarte.com

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