Si midiéramos la riqueza en vez de por cantidad de dinero acumulado por el volumen de recuerdos vibrantes en nuestras neuronas, algunos ricos serían aún más ricos. Y es que lo que más vale hoy es aquello que el cash no puede pagar. “Sólo por invitación”, afirma mi interlocutor. La leyenda urbana dice que ‘la tarjeta negra’ atesora un poder ilimitado. Cantar en un escenario con Sting, ver la Copa de América desde un yate privado, volar a tus hijos —menores de edad— hasta Turquía sin que el papá se entere sólo para que le den la sorpresa de entregarle un premio en el escenario ante toda su empresa… la lista y es tan variada y diversa como lo son los poseedores de la tarjeta American Express Centurion. No se revelan los requisitos necesarios para ser invitado, pero deducimos que ‘los centuriones’ quieren seguir siendo un  exclusivo club. En 2011 la cuota de iniciación eran 5,000 dólares. A finales de 2015 había ascendido a 7,500. La cuota anual es de 4,000. Para muchos, esta tarjeta es un mito. Para pocos, es una realidad. El trofeo de metal —sí, la tarjeta es de metal, no de plástico— es la llave para acceder a paraísos escondidos y placeres insólitos. CV de 100 años “Viajamos para cambiar, no de lugar, sino de ideas”, afirmaba el filósofo Hipólito Taine. En 1850 American Express es fundada por Henry Wells, William Fargo y John Butterfield. Dos años después establecen su primera oficina foránea en Acapulco. En el año 1891 se inventa el Cheque Traveler. Esta empresa inició en México como un negocio de mensajería de paquetes y divisas. En 1914 ayudó a los turistas atrapados durante la Primera Guerra Mundial a arreglar sus cuentas y poder regresar a su casa. En octubre de 1915 The New York  Times publicó una nota en la que se narraba que la compañía había decidido entrar al negocio de viajes y enlistaba sus servicios, entre los cuales estaba incluida la venta de boletos de ferrocarril y de barcos de vapor, así como visitas guiadas a los principales centros de interés en el mundo. En 1916 se abría la primera oficina en Buenos Aires. Después vendrían las travesías por Hong Kong, Manila y Canadá, así como cruceros hacia destinos en Asia y Alaska. Desde el inicio entendieron el viaje más allá de los términos económicos, por el valor e importancia que estos tienen en la vida. 16517314930_590100245b_o Saber viajar Vince García, vicepresidente de Viajes y Estilo de Vida de American Express Latinoamérica, afirma que “el turismo de lujo tiene como principal objetivo vivir experiencias únicas y exclusivas con la mejor calidad. La clave recae en la atención personalizada”. En 2015 American Express Travel & Lifestyle Services cumplió 100 años y realizó un estudio a través de The Futures Company. Evaluaron a personas de Estados Unidos, Reino Unido, México y China con el propósito de explorar las tendencias de los  viajeros del nuevo milenio. ¿El resultado? El 93% consideró importante el servicio personalizado. Se demuestra así que, aunque la tecnología facilite los procesos de reserva y compra de boletos de avión, tours y hospedaje, entre otros servicios, la asistencia personalizada sigue siendo altamente valorada. “El toque personal sigue siendo un factor importante cuando se trata de contratar viajes, lo que claramente se contrapone con la creencia popular acerca de que los servicios de persona a persona podrían ser reemplazados completamente por las nuevas plataformas digitales”, explica Vince. El estudio además reveló que el 85% de los consumidores ve los viajes de placer como una inversión que los conecta con su familia, sus amigos y con aquellas experiencias que sólo se viven una vez y el 60% afirmó que los viajes son una prioridad en su vida. Además, el 61% de los mexicanos mencionó que espera viajar más en los próximos cinco años y el 51% señaló que dichos viajes serán familiares. Preguntamos sobre el programa Worldwide Cities & Resorts, exclusivo para titulares de las tarjetas Centurion, Platinum, Gold Card y Gold Business, que se encarga de abrir las puertas de los lugares más especiales de nuestro planeta e incluye más de 200 hoteles. “Es así como un viajero de lujo logra ver cosas que pocos pueden, busca cosas frescas que le asombren y maravillen. Su exigencia va más allá del destino”. 16704600935_8e263f5d2f_o Centurion style ¿Cómo viaja un poseedor de ‘la tarjeta negra’? Accedemos a su experiencia. El viaje inicia en el lounge con un desayuno firmado por el reconocido Enrique Olvera. Mientras ellos leen la prensa, ellas retocan la manicura en el spa. Cada segundo se exprime y las horas de espera aquí son eficiencia pura. No existen las interminables filas en migración para rellenar los formularios de salida y entrada al país en el caso de los extranjeros. Un amable caballero ya se ha encargado de eso mientras damos el último sorbo al cappuccino. El vuelo transcurre apaciblemente hasta llegar al destino elegido: Miami, por ejemplo. ¿El hotel? Por supuesto, uno que lleva tres años en la lista Forbes Five Stars, The St. Regis Bal Harbour Resort. Tras un veloz check-in se evalúan los restaurantes del hotel. En todos hay una mesa disponible para nosotros. Elegimos J&G Grill para probar las irreverentes creaciones de Jean-Georges: pizza con trufa negra y tartar de atún con aguacate, soja y jengibre. El clima es caprichoso e impide rendirse al dolce far niente sobre una mullida hamaca, así que la moda capta nuestra atención. Cruzando la calle está el templo estético construido por Stanley Whitman. En 1971 convenció al magnate Stanley Marcus para abrir la primera tienda Neiman Marcus fuera de Texas. Inaugurado en 1965, Bal Harbour genera el mayor ingreso por metro cuadrado en América (alrededor de 2,800 dólares en 2015). Saks Fifth Avenue, Valentino, Óscar de la Renta, Prada, Roger Vivier, Bvlgari, Chopard o Van Cleef and Arpels, entre otras marcas de alta gama, forman parte de un concepto arquitectónico abierto y ajardinado donde es tan importante ver como ser visto. La experiencia personalizada viene de la mano del concierge en la Private Fashion Room que el hotel posee. ¿Quién iba a pensar que este terreno estaba originalmente destinado a ser una gasolinera y un supermercado? Por fortuna, las musas guiaron a Whitman para convertirlo en el reino del lujo. 16518537889_17007fb445_o

 

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