“El Universo conspiró para que tú estuvieras aquí”. La frase retumba en mi cabeza como un torrente de emociones que se agolpan en la memoria, para llevarme por un viaje multisensorial que conforma la experiencia de teatro inmersivo: Microenormous.
Tras más de un año de confinamiento, obligado por la actual pandemia de salud, esa tarde nublada, próxima al final de semana, no había trazado ningún plan que me hiciera pensar que ese día saldría de casa.
Pero sin acabar de entender cómo sucedió, me encontraba recorriendo las calles de Polanco, en la Ciudad de México, en busca del hotel boutique Pug Seal: espacio en donde se realiza Microenormous. Ésta es una propuesta de teatro inmersivo en la cual los cinco sentidos son puestos a prueba; todo, a través de una exploración profunda por la memoria y los recuerdos.
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El performance contempla siete instalaciones de arte creadas por artistas contemporáneos como Sabino Guisu, Paolo Montiel, Jorge Orozco, Yukkun Yupica, Artes-House o Luis Diaz, en donde lo mismo te confrontan con el momento de tu nacimiento que con la muerte misma.
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Música, aromas, propuestas artísticas y un oscuro laberinto de puertas y cortinas que se abren y cierran, así como un juego de espejos que te reflejan y te resignifican, son parte de los espacios intervenidos en donde el eje central es un corazón, el cual te hace saber que estás vivo y sigues aquí.
Así, a través de este performance guiado por cuatro actores durante 60 minutos, Pug Seal busca revolucionar la escena creativa en México al entregar una nueva forma de “ir al teatro”, en donde el espectador deja de ser un sujeto pasivo para volverse agente activo.
Microenormous es más que simple teatro inmersivo, dando el paso definitivo para convertirse en una experiencia que te reconectará con tus emociones. La propuesta se lleva a cabo de 6 a 10 de la noche con recorridos cada 20 minutos y un máximo de 6 personas.
De pronto te dejan ahí. Tres extraños solos en una habitación. ¿Es con algún objetivo? ¿Eres parte de un experimento social y alguien observa cómo te comportas con otros desconocidos? o ¿Únicamente así está pensada la experiencia multisensorial? Entonces, los pensamientos vuelven a fluir como cascada y sabes que es momento de “soltar y dejar ir”.
Porque sí, el Universo conspiró para que ese día yo estuviera ahí.
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