Llegado el siglo XIX y la Revolución Industrial, la población y su desarrollo aumentaron de manera exponencial suponiendo un mayor esfuerzo comercial para compañías enteras, principalmente en la capital francesa. Un lugar de alta concentración para los grandes almacenes de la época era también hogar de Aristide Boucicaut, cuya idea de recorrer una ciudad en otra ciudad se materializó en uno de los primeros almacenes con escaparates del mundo, Le Bon Marché.
Hoy en día, un buen aparador representa el 30% de las compras en un punto de venta, de acuerdo con datos de Triksel. Es éste el motivo por el que tanto boutiques como tiendas departamentales se apoyan de innumerables recursos como props, escenografías y puntos de iluminación en puntos estratégicos para transportar a sus espectadores a entornos imaginarios por unos segundos.
Las marcas han llegado a tal nivel de expertise en el mundo del merchandising y el diseño de retail, que han incorporado una diversidad enorme de conceptos; desde el vidrio estrellado que propuso Apple en 2006 para el lanzamiento del iPod Hi Fi hasta los dorados esqueletos de dinosaurio de Louis Vuitton en 2013, las nuevas propuestas visuales del escaparatismo han logrado cautivar el ojo del espectador año con año. Y este 2017, un monstruo de los almacenes a nivel mundial, El Palacio de Hierro, conseguirá el mismo efecto en los visitantes que caminen frente a los 19 aparadores de su icónico punto de venta en el Centro Histórico a partir de este mes de septiembre y hasta el 31 de octubre.
Ubicado entre las calles 20 de Noviembre, Venustiano Carranza y 5 de Febrero, El Palacio de Hierro Centro exhibirá, a través de la expresión de la imaginación y compocisión visual, marcas como Chester and Peck, Women Secret, Wild And Alive, Vans, Reina Díaz, Epsilon, Mango, MK, Jack and Jones, Catamaran, Dockers y Nautica.
Entre las propuestas creativas que esta serie de escaparates muestran se encuentran “Nostalgia nocturna” y “Origen Colectivo”, que destacan el carácter urbano y cosmopolita de la capital en reflejos neón y la mirada al pasado agrícola construida con materiales orgánicos, respectivamente.
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