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Una historia de amor contada en estas dos fragancias
A partir de la incorporación de Jonathan Anderson como nuevo director creativo de Loewe en 2013, la firma ha visto una revolución con muchos cambios que van desde la filosofía y estética de la moda, hasta la industria de la belleza.
Anderson, de la mano con Emilio Valeros, la nariz de la maison, lanzaron en 2016 una nueva fragancia que este año se encuentra con su segunda versión: eau de toilette 001 MAN & WOMAN. Pero no se trata sólo de un nuevo aroma, sino que cuenta una historia desde su concepción. El concepto, precisamente, es el primer encuentro entre un hombre y una mujer y la posibilidad de convertirse en algo más, juntos.
La idea se ve reflejada en la manera en la que se crearon los dos perfumes (el de él y el de ella). Estos dos aromas pueden utilizarse por separado, mostrando cada uno su personalidad olfativa, o juntos, de manera que se logra un aroma unisex muy distinto que une lo mejor de ambas fragancias.
Para lograr esto las dos comparten el 50% de los ingredientes, y el otro 50% es diferente. La marca ve esto como una analogía en las relaciones amorosas, en donde cada persona aporta su propia personalidad a la mezcla, pero para que funcione se requieren de cosas en común. Es así como las dos versiones de 001 comparten la esencia de limón, sándalo, almizcle y haba tonka.
La de hombre tiene una personalidad amaderada y especiada. Como nota base principal está el almizcle y como nota de corazón la lavanda. Tiene toques cítricos que la separan de su antecesora, como el limón y la flor de naranja. Además, tiene pimienta rosa y canela.
Por su parte, la de mujer es muy femenina, fresca y más floral. Además del almizcle y la haba tonka, tiene como nota de corazón la peonia, acompañada del lino, la mandarina y la bergamota. El toque sensual viene gracias al jazmín egipcio que se conjunta con la lima.
Historia del arte plasmada en este frasco
Algo que es importante destacar es la estética presentada en la caja de los perfumes. Lo que a simple vista podría parecer la fotografía en blanco y negro de un par de flores, se trata de dos imágenes tomadas del archivo de Karl Blossfeldt, un fotógrafo alemán que se dedicó a tomar imágenes botánicas a inicios de 1900.
Las fotografías son tan modernas que no parecen haber sido tomadas en 1926, lo cual las hace únicas. La limpieza de la imagen y la visión de este alemán lo colocó como uno de los pioneros en fotografía botánica. Su capacidad visionaria no se limitó a su objeto de inspiración, también innovó en la ingeniería relacionada con su arte, ya que diseñó una cámara que le permitiera realizar tomas de macrofotografía para poder capturar los detalles de las plantas que le servían como musas.