Gaja es un vino que representa tradición, varias generaciones son las que han hecho de su producción una calidad de excelencia y Gaia Gaja forma parte de la quinta generación en heredar los sueños y proyectos de su padre y abuelo. En Forbes Life tuvimos la oportunidad de conversar con ella.
En 1859 Giovanni Gaja fundó su primera bodega de Barberesco en Piedmont y desde entonces han sido reconocidos mundialmente por sólo embotellar las mejores cosechas. En 1994 se inauguró la bodega Pieve Santa Restituta en Montalcino, para la producción de vinos complejos y elegantes. La bodega Ca’ Marcanda en Bolgheri es adquirida dos años más tarde.
Cada uno de sus vinos es la representación del respeto por la naturaleza y sus tiempos, el conocimiento tradicional y la investigación innovadora, “Mi inspiración es la naturaleza, el vino no es como el arte que nace de la creatividad, más bien es un compromiso entre la naturaleza y el hombre, no puede estar uno sin el otro a la hora de producir un buen vino”, nos comenta Gaia.
Para ella todas las cosas tienen un alma, las plantas, los animales, las personas y la tierra. “El vino tiene que reflejar el alma de donde viene, entonces todo nuestro trabajo es intentar comprender la tierra, sus necesidades y lo que tiene que decir”. Según Gaia el vino es la memoria de un lugar y por ello es importante que refleje su origen, “Ahí es cuando consigues un vino diferente y el siguiente paso es explicarlo porque no a todo el mundo le gusta lo nuevo, mi padre siempre dice que para trabajar siempre hay que seguir 4 pasos; hacer, cómo hacer, saber cómo hacer hacer y hacer saber”.
Las empresas familiares tienen sus beneficios pero también tienen sus desventajas: “He empezado a trabajar no porque tenía una pasión y un gran conocimiento en la empresa, yo decidí comenzar a trabajar con mi padre porque amaba la idea de empresa familiar es algo diferente y no quiere decir que sea de más calidad que una empresa normal, pero aquí tenemos la tradición y la cultura con la que fuimos educados por nuestros padres”, Aunque también afirma que no todo es fácil. “Sabemos que las empresas familiares también tienen debilidades, las relaciones personales y los problemas financieros son más fuertes porque hay confianza, pero en mi familia nos queremos y las cosas van bien”.
En las 3 regiones de viñedos se desprenden 20 etiquetas de la marca. Comenzando en Barberesco, las colinas Langhe, son el hogar de la variedad de Nebbiolo, todos comparten un carácter excepcional y gran longevidad. “Lo que nos hace diferentes es la tierra que tenemos, no compramos la uva y tenemos una tierra que hemos comprado en 5 generaciones, también estamos situados en Piedmont, un espacio de tierra que es considerado uno de los más raros del mundo”, nos comenta Gaia.
Algunas de las etiquetas:
- Barbaresco: esta etiqueta presenta un equilibrio entre una mezcla de uvas que provienen de 14 viñedos, tiene un aroma frutal, floral, especias y notas de minerales.
- Dagromis: notas de frutos rojos combinadas con toques florales.
- Grappa Gaja: resultado de la destilación en cobre de orujos frescos a una temperatura de 70º con el fin de preservar sus aromas, limita la extracción de los aceites procedentes de las semillas de la uva.
- Promis: es el vino más armonioso, conjunta la elegancia y redondez del Merlot y Syrah con el rigor del Sangiovese.
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