El whisky escocés no sólo es una bebida con tradición, sino que en la actualidad ha recuperado su gran popularidad, colocando todos los reflectores sobre las firmas que han dedicado décadas a su elaboración. Dentro de sus categorías una de las más codiciadas es el Single Malt y solo uno ha sido coronado como “The World’s Best Single Malt” por cinco años consecutivos. El whisky puro de malta o Single Malt se distingue por la característica de solo usar un tipo de grano, a diferencia de los Blended que usan distintos granos y se mezclan con mas wiskies procesados en distintas destilerías. Es por esto que la pureza, frescura y gran sabor son un distintivo del whisky puro de malta. En 1840 en Rothes, Speyside, cuando los hermanos John y James Grant solicitaron la licencia para destilar dieron inicio a la leyenda de GlenGrant. Con el río Sprey a sus pies y las plantaciones de cebada al alcance de sus manos, hacer whisky se convirtió en más que un pasatiempo. Para el año 1872, los hermanos fundadores ya habían muerto y el negocio familiar fue heredado por James “The Major” Grant. Su gran interés por la destilería fue lo que la llevo a ser lo que es hoy, gracias a la introducción de altos y delgados alambiques que crearon el fresco sabor a malta y el color claro que define a la firma. Desde entonces este Single Malt ha sido galardonado con distintos reconocimientos como “The World’s Best Single Malt” en la Biblia del Whisky de Jim Murray, en su presentación de diez años, al igual que la presentación de 18 años en la edición de este año. Esto se debe a la gran calidad y pureza de esta bebida producida en Rothes, ya que está hecha con cebada de la región, agua proveniente del río Spey, es destilado en sus altos alambiques, no se agrega ningún tipo de colorante y es embotellado en la destilería. Sin mencionar el trabajo excepcional del maestro destilador Dennis Malcolm, uno de los ocho maestros que ha tenido la destilería desde sus inicios y que ha sido condecorado por la Reina por sus servicios. “Elegante, complejo y balanceado” así es como describe al GlenGrant Robin Coupar, embajador de la marca a nivel mundial, durante la conversación que tuvo con Forbes Life, en donde tuvimos la oportunidad de catar este destilado. El tiempo juega un papel vital en la producción, por lo que el whisky es añejado en barricas de roble de alta calidad minuciosamente elegidas, ya que estas le dan su color único, y el sabor fresco y afrutado. glen-grant-review-thelondoneconomic Aunque los sabores y aromas abundan, Robin comentó que, por su suavidad, su elegancia y su espíritu es un excelente whisky para aquellos que no están acostumbrados a la bebida, y al probar estos Single Malts queda claro por qué es el favorito de muchos. Suaves aromas a frutas destacan en GlenGrant 10 years, seguido de un sabor cremoso e intenso a frutas al momento de probar la bebida de color cebada dorada, similar al dorado brillante del GlenGrant 12 year que combina a la perfección con su aroma a cítricos, miel, pera, manzana y un sutil toque de almendras, y con su sabor a vainilla y caramelo. Pero sin duda alguna el GlenGrant 18 years se corona con el título de “The World’s Best Single Malt” con un color dorado transparente, gusto acaramelado con notas de vainilla, especias, algo de nuez y notas florales que dejan sin qué decir a la nariz y al paladar.

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