A poco más de un año de su llegada a la dirección general de la cadena hotelera, Braulio Arsuaga nos revela los planes que tiene para seguir consolidando como pionera a una de las empresas referencia en la industria de la hospitalidad.  Por Analía Ferreyra Un plan a cinco años, una inversión de 140 millones de dólares y un nuevo director general están llevando a Grupo Presidente a explorar nuevas alturas en el rubro de la  hospitalidad. “El tema (en hotelería) es tan dinámico, tan rápido, estás globalizado en todos lados, estás en los oídos, en los ojos y en la boca de todo el mundo; al final de cuentas la única constante aquí es el cambio”, explica Braulio Arsuaga, director general de Grupo Presidente desde octubre de 2013. Arsuaga, quien fuera director comercial de la cadena por seis años, ha planteado cuatro iniciativas que marcan el rumbo de Grupo Presidente para el próximo lustro. “El primer pilar es la optimización del portafolio, que significa tanto renovación como sacarle más provecho y más rentabilidad a cada metro  cuadrado de la compañía. El segundo son los contratos de terceros. Nosotros estamos creciendo como Grupo Presidente con hoteles propios. Puedo anunciarte que vamos al Bajío y también que probablemente ahí haremos cinco hoteles en coinversión. Al mismo tiempo, estamos buscando contratos de terceros, estamos trabajando con fondos, con inversionistas o con family offices para incrementar el negocio de la operación de hoteles de terceros”, comparte el director. El tercer eje de su gestión —para el cual acaban de firmar una carta de intención— es hacer un joint venture con una empresa española para formar parte de la industria de asistencia en el retiro, un terreno incipiente en el país. “Y el cuarto punto, ese solamente en papel, derivado de  que tenemos muchísimas cosas, es evaluar si Presidente debe tener una marca propia para atender el mercado doméstico. Hemos avanzado en estudios de mercado, en la conceptualización de la marca y en ciertos pilares, como que tenga muchísima tecnología, que sea aspiracional, que tenga alimentos y bebidas, pero que no sea caro, que tenga seguridad, etcétera”, explica. El (a)salto del Chapulín Si bien Grupo Presidente ha destacado por la calidad de su oferta gastronómica, con el Chapulín —el nuevo restaurante dentro del Presidente Intercontinental, Polanco— ha logrado en poco tiempo tomar por sorpresa a los foodies de la capital. “Hay dos cosas importantes en el Chapulín: una fue una exigencia de nuestro Consejo en crear conceptos nuestros y no nada más tener franquicias. Siempre nos decían: ustedes son muy buenos operadores en restaurantes, operadores de franquicias y, muchas veces, hasta sobrepasan la franquicia y lo han posicionado muy bien en México. Pero son creativos y con esa creatividad nunca se ha hecho nada interno”, comparte Arsuaga. El equipo decidió trabajar por un restaurante que fuera una vitrina no sólo para la cocina mexicana y sus bebidas, sino también para la arquitectura y la artesanía nacionales. El resultado, a menos de un año de su inauguración, ya ha cosechado su primer premio y seguramente vendrán muchos más en camino. La cocina mexicana de vanguardia está a cargo de la chef ejecutiva Josefina López, con una carta asesorada por Juan Manuel Baños, de Pitiona, Oaxaca. Su atmósfera  definitivamente logra transportar a los comensales a otras latitudes. El diseño de interiores corrió a cargo del arquitecto Rafael Sama, con la colaboración de Jesús Irizar, Adán Paredes y Nacho Rodríguez. “Aquí está Adán Paredes representado en la cerámica que está en todas las paredes. También ayudamos a comunidades oaxaqueñas a las que les dimos trabajo durante mucho tiempo para hacer las más de 11,000 piezas (de barro cocido), que hay aquí. Pero también está el tema de  las mesas, el piso, las maderas que existen por todos lados, los textiles y el cuero”, relata Arsuaga. IMG_0108 as Smart Object-1 Este nuevo hot spot gastronómico, en el que hay especial énfasis en las bebidas nacionales, ha sido visitado por Ana Torroja, Eva Longoria, Miguel Bosé y Shinzō Abe, primer ministro de Japón, y ya recibió una propuesta para representar a México en el extranjero. “Era una apuesta muy importante para nosotros. Le pusimos atención a la arquitectura, la comida, el branding… Esto es lo que nosotros queremos mostrar: un México moderno y bonito”, concluye Arsuaga.

 

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