El Pueblo Mágico de Tlaquepaque tiene un nuevo refugio de lujo. El hotel boutique Juana Bautista abrió sus puertas hace unos meses para convertirse en el nuevo escondite vanguardista en el epicentro de la zona artística que incluye a Guadalajara, en Jalisco.
Lo que fuera una icónica finca del siglo XVI se ha renovado para convertirse en un sofisticado espacio de hospedaje. La integración de elementos como legado histórico, arquitectura colonial, arte y diseño contemporáneo convierten al Hotel boutique Juana Bautista en un emblema de la sofisticación atemporal.
Su terraza es el lugar indicado para despedir los últimos rayos del sol desde la piscina, donde se podrá observar una privilegiada vista.
Cada rincón de la propiedad abraza los detalles artesanales de la zona. En su mobiliario se presentan piezas de diseño local con técnicas que incluyen el tallado de madera y el trabajo en vidrio soplado; ambas, representativas de las artesanías que se fabrican en Tlaquepaque.
El hotel boutique Juana Bautista llegó a Tlaquepaque para renovar la oferta turística de la zona. Siete habitaciones están en operación dentro de esta propiedad, y cada una de ellas tiene una decoración distintiva sin perder la sofisticación y el buen gusto del diseño inspirado en un concepto mexicano contemporáneo.
Las habitaciones fueron nombradas con los títulos de canciones representativas de la música tradicional mexicana. ‘Amor eterno’, ‘Las mañanitas’, ‘Cielito lindo’, ‘El rey’, ‘Nube viajera’, ‘Hermoso cariño y ‘Motivos’ siguen el hilo del concepto en una ciudad íntimamente ligada a la música.
Cada uno de las siete habitaciones tiene un diseño distinto.
El secreto mejor guardado de Tlaquepaque, Pueblo Mágico, se ha revelado. Juana Bautista hace gala de sus contrastes respetando los elementos del pasado, como sus pisos de característicos mosaicos enfatizando modernidad con nuevos elementos y materiales como el cuero y el mármol.
Juana Bautista ha sabido aprovechar este legado. Incluso, su nombre se deriva de un personaje poco conocido que fue un elemento importante en la Conquista. La reina Cihualpilli Tzapotzingo, del señorío Tonalá, bautizada después en la religión católico como Juana Bautista Danza, convenció a su gente de ofrecer un banquete de bienvenida a los conquistadores con el fin de evitar el derramamiento de sangre si se decidía luchar contra ellos.
La propiedad mantiene la esencia de una ex finca del siglo XVI.
Aquí el visitante podrá tener a su alcance las mejores amenidades posibles cerca de las cultura, tradición, gastronomía y colorido de las calles del Pueblo Mágico.
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