A medida que va pasando el tiempo, uno, que va caminando a paso lento por entre sus manecillas, haciendo proyectos, dibujando castillos, descubriendo tesoros, trabajando, creciendo, jugando, sufriendo, bailando, riendo … aprendiendo, y aprendiendo (muchas veces sin ser consciente de ello),  se da cuenta de que, en ese devaneo en donde se fue tejiendo la vida poco a poco, se fueron amontonando, al mismo tiempo, muchas más vivencias, historias  y sueños de los que uno pensaba

Nuestros huesos fueron cambiando al mismo tiempo que las lentes de nuestra mirada fueron abriendo sus ángulos de visión y llenando nuestro disco duro de paisajes colosales  y magníficos colores , con  la precisión y la nitidez con los que el tiempo fue puliendo en nuestro mirar y en nuestro sentir, a través esos grandes lentes cambiantes, los paisajes de nuestras vivencias y nuestros pasos ….

Carla Rippey

Carla Rippey

Asi, cuando uno se acerca a una fantástica retrospectiva como la de Carla Rippey, puede  observar de cerca, casi como si formara parte del caminar de la historia de su obra emocional y cronológicamente dispuesta a lo largo del recorrido de los corredores de su narrativa, toda la intensidad de su visión del mundo (del suyo, y del otro mundo), del sentir de su cámara, de su pincel, de su buril, de su alma; puede uno recorrer, igual que si estuviera rodando  la secuencia de una toma, sentado tras la cámara del rodaje de un fragmento de la vida, lo que finalmente se convertirá en la película de su trabajo, de sus vivencias, de sus afectos, de sus entusiasmos, de su dolor, de sus tristezas, de sus pasiones, de sus pesares, de sus querencias, de sus sueños, de sus monstruos…..

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Puede sentir en su piel, la brisa de la elocuencia de una mujer comprometida y valiente que nos presta sus ojos para escrutar un presente en el pasado y hacernos cómplices de su reflexión , de sus sueños, de la espléndida figura femenina que reina en los pasillos de su muestra,  de esa su mirada fresca de aquel México en el que la generación de los 50 quiso descubrir una nueva forma de hacer arte en ese Neomexicanismo que buscaba la identidad del arte de aquel momento.

Carla Rippey

Carla Rippey

Una muestra franca, limpia, sin estridencias, monocroma y  al mismo tiempo llena de luz, en donde las lecturas de esas obras veraces y  fantásticas expresadas con elocuencia, nos enseñan un poco mas acerca de la historia de un arte fundamental con el que poder construir la realidad artística de nuestros días.

  Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.   Más información: www.margaritarte.com

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