Margareth Henriquez es quien dirige los pasos de la marca de champán mejor calificada del mundo, Krug. Entrevistamos a la primera latina en ocupar la presidencia de una casa en la región de Champagne, Francia.  “Hay que desafiar lo existente y permitirse el placer de disfrutarlo” Por Regina Rocha Maggie —como se hace llamar esta talentosa venezolana—, es la primera persona latina (ya sea hombre o mujer) que gestiona la presidencia de una casa en Champagne (Francia), lo cual muestra la apertura del grupo y la libertad de espíritu del belga Christophe Navarre, ceo de Moët Hennessy. Sus raíces latinas, situación personal y experiencia laboral le han ayudado a desarrollar exitosamente su cometido en la casa Krug. También le ayudó su edad. Llegó a los 53 años ya con la carrera hecha y sin apuros, por lo que pudo tomar el tiempo de entender a dónde quería dirigirse. Y por último, su experiencia de 31 años en el mundo de vinos y licores fue fundamental para consolidar su posición. Ser profeta en tierra ajena le dio la oportunidad de descubrir casi lo mismo que hizo —salvando las distancias— el fundador de la marca, Joseph Krug. Maggie entendió que se encontraba en una casa distinta al resto de la región. La empresa ha vivido momentos duros y caídas fuertes de ventas, como en el año 2008 y aún más fuerte en 2009. En esa fecha Maggie tomó las riendas de Krug. “Estoy acostumbrada a manejar negocios en crisis”. Nos puso como ejemplo el caso Nabisco, que sólo daba pérdidas y en 18 meses logró regresar los números a positivo, revolucionando ‘la galleta’. Afirma que las crisis nunca le han dado miedo, pero en Krug no encontraba la respuesta. Optó por “regresar a lo fundamental, que es lo que hay que hacer en épocas difíciles, retomar la razón de ser y los valores originales de la empresa para poder definir la visión y estrategias a seguir”. Buscó en los archivos para conectar con la visión del fundador y entender cuáles eran sus orígenes; trabajó con una historiadora que cada semana le llevaba información a su casa para reconstruir el pasado y rescatar completamente la filosofía de la casa. Así se dio cuenta de que Krug es una casa distinta, ya que aplica a la perfección el concepto de lujo: el verdadero lujo es aquel que llega y desafía lo existente.   krug 01 copia   Joseph Krug (nacido en Mainz, Alemania) llegó a Champagne en 1834. Comenzó como contable en la empresa más importante de la zona, que en ese entonces se llamaba Jacquesson, y terminó como socio del dueño. Al ir al mercado y hablar con los clientes se percató de que necesitaba ofrecer algo por encima de lo que se estaba haciendo en ese momento, e introdujo dos ideas diferentes. La primera, el concepto vintage, donde el champagne cuenta la historia del año en que se realizó. La segunda, crear champagne a través de mezclas de añadas y viñedos tratados cada uno de manera individual, logrando cada año hacer lo que para Joseph era el mejor elixir. Casi doscientos años después se sigue trabajando con estos principios. Otro concepto innovador de esta casa es la introducción de champagne elaborado con viñedos ‘solistas’ (Krug Clos du Mensil y Krug Clos d’Ambonnay), es decir, con uvas provenientes de un solo viñedo. Maggie reconoció que el champagne no es del todo comprendido. Se ve como un elixir para celebraciones puntuales, sin apreciar que detrás de cada ejemplar hay una labor extraordinaria. Menciona que es “una bebida gastronómica; con su burbuja multiplica los sabores y al mismo tiempo envuelve lo que se está comiendo provocando un baile perfecto, un maridaje ideal”. Maggie se dio cuenta de no se conocía la historia de Krug y decidió dirigir esfuerzos a la comunicación, dejando claro que el champagne no debe ser un tema de especialistas, sino algo vinculado al placer. Propuso una idea revolucionaria: Krug ID, que se encuentra en cada botella, y la App Krug, descargable de forma gratuita. Con este número de identificación, se puede acceder a la historia individual de cada botella, la composición, los sabores y los aromas que guarda, consejos para maridaje y, algo completamente nuevo, propuestas musicales con la que exaltar mejor el sabor del champagne. Al preguntarle hacia qué mercados apunta para este año, la presidenta de Krug aclara que miran hacia los países donde el gigante de los líquidos espirituosos Moët Hennessy ya  cuenta con canales de distribución y donde el mercado de esta bebida con graduación alcohólica ya está desarrollado. Para ella, el tipo de clientes que consumen este elixir son “personas generosas, que saben decidir, que se conectan con el mundo a través del amor y el respeto y son capaces de apreciar a las marcas discretas y elegantes; sin importar la edad, estilo o situación de vida”.    

 

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