El consumidor busca que su experiencia de compra sea de una manera rápida, eficaz y barata. Por ello, muchos han optado por las tiendas online como primera opción a la hora de adquirir algún producto. Pero, dónde deja esto a las tiendas físicas, ¿a qué cambios tendrán que enfrentarse para satisfacer a un cliente tan informado y tan difícil de sorprender por la innovación? Tan solo en estados Unidos el comercio por Internet aumentó de 2 a 10% del 2000 al 2015. Además en el sector del lujo. El comercio electrónico es el único canal que está creciendo a dos dígitos y se espera que suba del 7 por ciento al 20 por ciento del consumo mundial de lujo para el año 2025, de acuerdo con Bain & Company. Sin embargo, el e-commerce en el sector de la moda no resulta tan sencillo como para otras industrias, ya que se trata de algo que al consumidor le gusta tocar, probarse y experimentar. Por eso no se espera que las tiendas físicas vayan a desaparecer, como se pronostica para otras industrias. En cambio, lo que se ve a futuro es una transformación para satisfacer la demanda de todos los clientes y proveer un servicio más personalizado. El objetivo de las tiendas del futuro es crear una experiencia que no se puede repetir en las páginas de internet, algo tan memorable que asistir a ellas sea un “deber”.
Sarah Jessica Parker presentando sus zapatos en Kleinfelds (tienda de novias).

Sarah Jessica Parker presentando sus zapatos en Kleinfelds (tienda de novias).

Algunas de estas experiencias ya comienzan a verse hoy en día y muestra de ello es que las tiendas organizan eventos, tales como torneos de algún deporte, proyectan alguna película, hacen algo por el medio ambiente (plantan árboles, reciben ropa reciclada), organizan comidas o desayunos y muchas veces las departamentales traen a los diseñadores o estilistas a dar alguna platica o consejos sobre cómo llevar la ropa. Por otro lado, el constante cambio en el acomodo de la tienda y en su aspecto físico se ha convertido en una obligación. Entre los esfuerzos por mantenerse al día viene la tendencia de hacer escaparates más impresionantes que inviten al consumidor a detenerse y a admirarlos.
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Ventana de Barneys festejando los 60 años de Chloé

Algunas tiendas por internet, como Nasty Gal y Warby Parker, están creando tiendas físicas en donde se combina la experiencia de compra online offline. Por lo tanto, dentro de los locales es posible probarse la ropa, pero el pedido se tiene que realizar por internet. Esto se convierte en una estrategia muy práctica para la tienda ya que se elimina por completo los inventarios y, en lugar de invertir tiempo en el acomodo de la ropa, el personal se dedica más al servicio. También se busca lograr que las filas en caja no sean tan largas y que el pago sea rápido, cómo en la Apple Store de Nueva York, donde todos los vendedores pueden cobrar por medio de sus iPads. Esto generará un trato más eficaz y una mayor satisfacción del cliente al no tener que esperar mucho tiempo. Las tiendas del futuro se alimentarán de los datos del consumidor. Ya que al compartir sus cuentas privadas de Facebook o Google, se tendrá más información sobre sus preferencias, sus últimas compras y se podrán enviar promociones personalizadas. También esto será muy favorable para las marcas, ya que sabrán dónde enviar más o menos mercancía.
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Otra innovación que lleva los beneficios digitales a los espacios físicos son las paredes inteligentes. En la tienda de Rebecca Minkoff en Nueva York, hay una pared tipo touch screen donde es posible ver los últimos desfiles, fotos y atuendos. Ahí también puedes seleccionar tus productos favoritos en una especie de shopping cart para que los empleados de la tienda los tengan listos para ti en un probador en cuanto terminas la selección. De igual forma, los probadores también son inteligentes. Al interior se encuentra una pantalla que permiten ver lo que escogiste en otro color. Además, el programa lanza sugerencias sobre cómo llevarlo y con qué otras prendas combinarlo. A través de esta tecnología las usuarias puedes personalizar el probador a su gusto cambiando la luz para visualizar el atuendo en diferentes ambientes.
Probador de Rebecca Minkoff

Probador de Rebecca Minkoff

Estos espejos inteligentes ya se están convirtiendo en tendencia entre las marcas de lujo, ya que también se pueden encontrar en la tienda de Inglaterra de Burberry. Aquí se transmiten eventos en vivo y se puede ver la ropa en diferentes colores y con distintos accesorios de la tienda. No cabe duda que el futuro está cada vez más cerca, las grandes marcas deben de adaptarse y crear un ambiente que atraiga cada vez más al consumidor. Muchas lo están logrando, pero el público aún está ansioso por descubrir cómo se reinventarán ante los inminentes cambios del consumidor y de la tecnología.

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