La leyenda detrás de uno de los reyes del cognac

Una historia memorable es siempre el componente que resulta en algo maravilloso. El coñac Louis XIII tiene una de esas memorables historias que ha hechp que sea reconocido como uno de los mejores del mundo, e incluso le ha valido el título “el Rey de los coñacs” en algunas ocasiones. Su origen e impresionante travesía lo sitúan como uno de los elíxires más complejos y misteriosos de nuestra época. Pero su testimonio aún no ha terminado.  El legendario coñac Louis XIII se produjo por primera vez en los viñedos del distrito Grande Champagne, una región de Cognac, la cual goza de tierra caliza inigualable, misma que hace a este elixir algo sumamente especial. Aunque su elaboración iniciara en 1874, su historia comienza mucho más atrás. El coñac es una variante del brandy, que se elabora con uva blanca de los cultivos que rodean la ciudad de Cognac, en el departamento de Charente, Francia. En el año 1569, Europa era epicentro de guerras religiosas. La armada católica del Duque Anjou y la contraparte protestante del Príncipe Conde se enfrentaron en la región de Charente, Francia, durante ese tiempo. Pero fue hasta 1850 cuando Paul-Emile Rémy Martin, hombre visionario de la quinta generación de la familia Rémy Martin, compró una jícara de metal que había sido encontrada en la región de Charente por un campesino. Esta jícara estaba decorada con la Flor de Lys, símbolo de realeza. Paul-Emile había estado preservando su peculiar eau-de-vie –brandy/aguardiente– por más de medio siglo. Fue entonces cuando decidió hacer una réplica de cristal de la arcaica jícara, ahora legendario decantador de Louis XIII, en la que combinó sus más viejas y delicadas eau-de-vie, dando vida al coñac añejo Louis XIII. Este destilado fue bautizado en honor al Rey Louis XIII, quien había impulsado la elaboración del eau-de-vie en la región de Charente a principios del siglo XVII y mismo que reinaba cuando la familia Rémy Martin se estableció en la región. Años más tarde, en 1910, se cimentó la visión familiar de la casa Rémy Martin, la cual sigue en pie hasta ahora. André Renaud tomó el mando de la firma francesa en 1924, hasta dejarlo en manos de su yerno André Hériard Dubreuil en 1965, padre de la ahora presidenta Dominique Hériard Dubreuil. Los componentes de una leyenda La tierra caliza de los viñedos de Grande Champagne es la que confiere al coñac sus propiedades, olores y sabores tan característicos y especiales; además del profundo cuidado de los viticultores. Su destilación se efectúa sobre lías –microorganismos, principalmente levaduras, que realzan la fermentación alcohólica– en pequeños alambiques; esto otorga mayor estabilidad, persistencia y untuosidad al líquido. Louis XIII pasa la mayor parte de su vida bajo la sombra, contenido en barricas especiales de roble, dentro de bodegas con gruesas paredes, vigilado por cuatro generaciones de expertos Maestros de Bodega que han mantenido la perfecta intensidad aromática y estilo de este destilado, una mezcla de las más de 1,200, y las mejores, eau-de-vie de la casa Rémy Martin. En su color se perciben una multitud de tonos y destellos, compuestos de intensos dorados y reflejos de caoba. Su olor rico y penetrante se debe a los tierçons de roble, barricas ancestrales en las que se añeja el eau-de-vie. Cuenta también con un segundo aroma a notas florales del distrito de Grande Champagne y un tercer aroma a especias, como nuez moscada o jengibre, el cual resulta del añejamiento en roble Limousin. Su incesante presencia en la historia El coñac Louis XIII goza de una trayectoria única, pues además de su historia, este destilado ha estado presente en diversos momentos históricos. Algunos de los más significativos son: 1929.- estuvo a bordo del Expreso de Oriente, el antiguo tren de larga distancia, inaugurado en 1883, que llegó a unir París con Constantinopla, hoy Estambul. Es considerado uno de los trenes más lujosos de la historia, con los pasajeros más distinguidos de la burguesía y la aristocracia europea. 1935.- participó en la navegación inaugural del S.S. Normandie, el trasatlántico que mantiene todavía el récord del barco más potente propulsado por turbinas turbo-eléctricas. 1938.- presenció la visita real del Rey Jorge VI y la Reina Isabel en Versalles. 1944.- fue protagonista del brindis con Charles de Gaulle por la liberación de Francia. 1984.- viajó en el Concorde Supersonic el 2 de marzo. Un lanzamiento digno del Rey de los coñacs Louis XIII ha decidido honrar su historia y travesía hacia la perfección con el lanzamiento de “The Time Collection”, una serie de ediciones limitadas que mostrarán lo más significativo de la apasionante y compleja historia de este coñac. Cada dos años, la marca francesa presentará una edición distinta para la colección; la primera pieza de esta serie es “The Origin – 1874”. “The Origin – 1874” fue fabricado en honor al decantador original de cristal creado en 1874. El coñac presentado en esta exclusiva botella es la clásica mezcla de Louis XIII, con 1,200 aguardientes elaborados en Grande Champagne. El decantador de esta edición tiene un cuello y sello de cuello en un tono champagne-gold y su estructura es de cristal puro de Saint-Louis. Un elegante estuche de metal, sellado con una delgada varilla de metal, lo aloja en su interior, pensado como una representación moderna de las cestas de mimbre en las que se entregaban las botellas originales de Louis XIII. “Las historias más grandes suelen tener comienzos humildes y la nuestra no es una excepción. Era 1874 y un nuevo, pero muy antiguo coñac había nacido. Un verdadero acto de genialidad, alojado en un decantador tan inconfundible, que ha viajado a través de cinco siglos y sigue viviendo en la actualidad. “The Origin – 1874” marca uno de los momentos emblemáticos de la fascinante historia de Louis XIII, y se convertirá en parte de su propio legado personal”, manifestó Ludovic du Plessis, director ejecutivo global de Louis XIII.  

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